Integrante de una de las dinastías más tradicionales del cine argentino, este director y productor supo hacer su camino en silencio. Alejado de las luces que atrae su apellido, construyó una carrera que le dio un premio Oscar. Ese es Armando Bó.
Por: Luis Ríos
Su abuelo -que lleva su mismo nombre- se convirtió en un ícono del cine argentino de mediados del siglo XX junto a su musa Isabel ‘La Coca’ Sarli (aquellas películas eróticas que, para la época, eran un escándalo) y sus vínculos con Paraguay a través de la música de Luis Alberto del Paraná, de quien era recurrente colaborador para los soundtracks. “El Trueno entre las hojas” (1958) y “La burrerita de Ypacarai” (1962) son los títulos que más se recuerdan en nuestro país de este hombre.
“La verdad que no conozco Paraguay realmente. Me gustaría ir porque mi abuelo siempre estuvo muy conectado filmando películas ahí entonces quisiera ir y conocer mucho más. Conozco Paraguay desde el punto de vista de la corrupción en el futbol. Es algo terrible”, cuenta Armando en exclusiva con VOS antes del estreno de “El Presidente: El Juego de la Corrupción”, su último trabajo.
Durante la primera temporada de esa serie, ambientada en Luque en torno a la sede de la Confederación Sudamericana de Futbol (CONMEBOL), canciones como “Acuarela paraguaya” o “Bori Bori” de Paraná hacían parte de la banda sonora, al igual que en las películas de su abuelo. “Cuando escuché esas canciones, enseguida supe que ese era el tono de la primera temporada”, adelanta sobre el por qué las eligió.
El relato de esa primera temporada cuenta con la figura de Julio Grondona, el histórico presidente de la Asociación del Futbol Argentino (AFA) que murió en 2014 y es el encargado de ir contando la historia tras su muerte sobre cómo el negocio del fútbol le llenó los bolsillos durante años, al igual que algunos dirigentes de la región. Sin dejar de lado las reuniones de planificación sobre la distribución de sobornos y otras actividades fraudulentas dentro la Conmebol en Luque.
“Esa música me transportaba a Luque y a estos hombres poco preparados haciendo negocios millonarios con un deporte del que yo soy fanático pero que es absurdo y estúpido. Todos vemos a 22 tipos correr detrás de una pelota, si lo vez con cinismo es una idiotez y todo ese caldo de cultivo fue muy inspirador”, analiza sobre las sensaciones que le generaba Paraná.
Además, fue en parte un homenaje a su linaje. “Para mí esta fue la primera vez que conecté con la historia de mi abuelo más allá del nombre. Fue como un homenaje a esa música que me transportaba a ese mundo absurdo de la corrupción en Paraguay y no sé por qué”, destaca.
De separarse de la familia al Oscar
Además del peso de su abuelo, Armando es hijo de Víctor Armando, quien también tuvo una destacada carrera como productor y como actor se destacó en satíricas películas de superhéroes criollos que podrían ser catalogadas como Cine clase B y que el tiempo las convirtió en películas de culto en su país. Además, tuvo algunos papeles en los clásicos del patriarca de los Bó.
Armando se alejó de esa tradición familiar y decidió hacer su propia hoja de ruta sin recurrir a la chapa que le daba el apellido. “Soy un respetuoso de todo lo que hicieron mi abuelo y mi padre, pero al mismo tiempo, hice mi propio camino sin necesitar apoyarme en ellos”, subraya.
Sobre si el apellido representó una ventaja u obstáculo para hacer su carrera, dice que “Es el apellido que tengo desde que nací, así que no conozco otra manera de encarar las cosas. Lo tomo con mucha naturalidad, agradecido por la historia familiar y orgulloso de haber hecho mi camino de una forma en la que muy pocas veces se une a mi linaje”, agrega.
Ese camino estuvo al principio en el mundo de la publicidad. Comenzó a trabajar como publicista, realizando más de 120 comerciales y recibiendo más de 50 premios en el rubro. En 2005 fundó su propia productora, llamada Rebolución, teniendo sedes en Argentina y Brasil. Durante ese proceso, conoció a Alejandro González Iñárritu.
Con él empezó a trabajar en conjunto y en 2010, le tocó hacer el guion (junto a Nicolás Giacobone) de la película “Biutiful”, un drama ambientado en Barcelona que relata la historia de Uxbal (Javier Bardem), un hombre que se entera de que padece cáncer y busca encauzar su vida antes de morir.
El trio se consolidó como equipo de trabajo y en 2014, tenían una nueva propuesta: “Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)”. El filme que narra la historia de Riggan Thomson (Michael Keaton), un decadente actor de Hollywood famoso por su papel del superhéroe Birdman, y su lucha por montar una adaptación teatral de un cuento de Raymond Carver, en la que ha invertido todo con la esperanza de ganar verdadero reconocimiento como actor.
Esta película es considerada una de las mejores de 2014. Recibió múltiples premios y nominaciones. Ganó los premios Óscar a Mejor película, Mejor director, Mejor fotografía y Mejor guion original, en donde el nombre de Armando es fundamental. Ese mismo año, también se llevó el Globo de Oro en la misma categoría por esa película y más adelante en el tiempo, la primera temporada de “El Presidente” fue nominada a un premio Emmy.
Con todo eso ganado y convertido en un nombre respetado en la industria, Bó admite que le disfrutar un poco más los procesos. Desea poder mirarlos con un poco más de tranquilidad. “Esta es una carrera muy larga. En el cine hay directores que filman hasta los 90 años. Así que quisiera tomarlo con más disfrute y al mismo tiempo contar las historias que me parezcan importantes, interesantes y poder dejar un legado de haber hecho algo especial y diferente, no hacer cosas solo por hacerlas”,afirma.
Además de guionar, Armando Bó también supo sentarse en la silla de director para “El último Elvis” (2012) por la cual ganó el Cóndor de Plata a mejor guion original (junto con Giacobone) en 2013 y “Animal” (película de 2018). “Estoy con ganas de dirigir películas, así que en este momento no podría ponerme a pensar en una tercera temporada de ‘El Presidente’”, agrega.
Sus próximos proyectos
El 2020, Armando Bó lanzó oficialmente su nueva compañía About Entertainment, con la que producecontenido de ficción y no ficción. Su objetivo es desarrollar proyectos para todo el mundo, no solo para el mercado latinoamericano. “Con la productora estamos trabajando en el caso Cromañón junto con Prime Video también”, adelanta.
Entre sus proyectos, historias sensibles que se dieron durante la dictadura argentina también están para ser llevadas a la pantalla. “Tengo una película para filmar el año que viene sobre la historia de Bob Cox que es un periodista inglés que manejaba el Buenos Aires Herald, un diario destinado a la comunidad angloparlante en la Argentina en la época de la dictadura”, relata.
Sin duda, sabremos mucho de él en los próximos 12 meses. “Por ahora, esos son los proyectos que tengo cerca. En realidad, tengo como 20 proyectos en desarrollo, pero por ahora avanzamos por ese lado”, cierra. Así este hombre, continúa su camino en la que considera, una larga carrera en el mundo del cine.