Es un oasis exuberante, que si bien no tiene salida al mar, concentra ríos de aguas transparentes, cascadas cálidas y cristalinas, manantiales que desembocan en arenas blancas, formaciones rocosas y dunas deslumbrantes.
El Parque Estadual de Jalapão se extiende por 34 kilómetros y es perfecta para los amantes del turismo de aventura. Se caracteriza por una centena de ríos donde las corrientes subterráneas hacen que los bañistas nunca logren zambullirse y tiene una peculiaridad: es tan agreste que hace menos de un año que cuenta con conectividad de internet.
Ubicado a 300 km del aeropuerto del Palmas y unos 623 km al norte de Brasilia -capital de Tocantins- Jalapão es uno de esos parajes de turismo selectivo, por las amplias distancias que deben recorrerse para disfrutarlo.
Para dar una idea: hace un año no existía servicio de internet en la región, si bien la infraestructura de tours, gastronomía y posadas está muy consolidada, la cantidad de visitantes no llegó a 60 mil personas en 2021.
Por sus proporciones, conviene recorrerlo en vehículos 4x4 y disponer de un mínimo de cinco días para el paseo que incluye: senderismo, escalada y buceo. Entre las principales atracciones de Jalapão están las Dunas, la Cachoeira do Formiga y los encantadores fervedouros; se trata de estanques de agua tibia, producto de nacientes de ríos termales en las cuales quienes se zambullen no logran hundirse.
Los fervedouros se forman gracias a ríos subterráneos que, al no tener espacio para que el agua fluya, forman piscinas naturales en la superficie. La presión ejercida por el agua que brota de la capa freática permite que las personas puedan flotar de forma permanente; el más popular es la Fuente de Soninho, entre los 20 fervedouros abiertos al público, de los 100 que existen en todo el parque.
Otros imperdibles del paseo son los atardeceres en PedraFurada, hacer rafting en la Cachoeira da Velha y el amanecer en Serra do Espírito Santo o Morro do Sereno, además de la visita a la Montaña Catedral. Los conocedores del circuito sugieren incluir varias atracciones cada día para amortizar los recorridos, que son extensos.
Si bien Jalapão se puede visitar durante todo el año, lo ideal es recorrerla en los meses de sequía; los más lluviosos van de octubre hasta abril y la temporada más concurrida es en junio y julio.
La temperatura promedio en la región ronda los 30 grados, y la aventura incluye despertarse temprano para aprovechar la luz del día y el avistaje de bandadas de papagayos azules, además incluir en la mochila los trajes de baño, protector solar, repelente y cámara de fotos.