Siempre se habla de respetar los horarios de las comidas y la importancia de una buena nutrición para prevenir la obesidad y las diferentes afecciones derivadas de ello. En base a esto, un grupo de científicos investigó cómo influye comer fuera de horario.

Comer tarde o levantarse por la noche a picotear algo está catalogado como malos hábitos alimenticios pero, ¿por qué repercute en el peso, aun comiendo lo justo y necesario? Investigadores del Brigham and Women’s Hospital estudiaron los efectos y cómo influye esto en el organismo.

En base a los estudios realizados demostraron que comer fuera del horario hace que se quemen menos calorías, aumente la sensación de hambre y que el cuerpo acumule tejido adiposo, lo que favorece el desarrollo de la obesidad.

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¿Qué significa “comer tarde” específicamente?

Los científicos apuntaron que “comer 4 horas más tarde del horario que se considera normal en nuestro entorno, marca una diferencia en nuestros niveles de hambre, la forma en que quemamos calorías después de comer y la forma en que almacenamos la grasa”, señaló Nina Vujovic, autora del estudio.

Lo más importante es que no importa qué se consuma, se puede comer algo súper calórico o ligero y el resultado va a ser el mismo. Tampoco influye el sueño, el ejercicio o el estrés. Los especialistas afirman que el mejor horario para almorzar es antes de las 14 horas, mientras que la cena debe ser antes de las 21 horas.

Para llegar a estas conclusiones, estudiaron a un grupo de personas con un índice de masa corporal (IMC) en el rango de sobrepeso. En la primera fase consumieron sus alimentos en los horarios adecuados, mientras que en la segunda etapa comieron lo mismo pero cuatro horas más tarde.

En ambas etapas, los participantes informaron cómo se sentían, si tenían más hambre de lo normal y se les realizó análisis de sangre, se les midió la temperatura corporal y el gasto energético. Al analizar los resultados concluyeron que comer fuera de horario activa una serie de mecanismos fisiológicos y moleculares que aumentan el riesgo de padecer obesidad.

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