La elección de una nueva fragancia muchas veces se trata de un autoregalo que nos damos, ya que no hay nada más placentero que sentir su aroma y que nos guste, pero ¿en qué se diferencia el eau de parfum y toilette?
Existen diferentes factores que nos hacen elegir un perfume, la principal es el aroma, pero también nos interesa la durabilidad del mismo y que vaya acorde a nuestra dermis. Para poder guiarnos de la mejor manera posible en esa elección debemos conocer cómo están compuestos.
Lo que diferencia un perfume y un eau de toilette es la concentración de la esencia aromática, es decir, la mezcla de ingredientes que caracteriza a la fragancia. Cuanto mayor sea la concentración podemos hablar de un eau de parfum, y cuando tiene niveles más bajos de un eau de toilette.
La esencia aromática está compuesta por aceites y almizcles que actúan como fijadores, también se les aplica disolventes como alcohol o fenoles. Los perfumes tienen mayor concentración de sustancias fijadoras, mientras que las eau de toilette se caracterizan por tener más disolventes.
Esta diferencia no quiere decir que la fragancia sea de mayor o menor calidad, en realidad esta composición influye en el resultado final. Si nuestra intención es portar un perfume que se perciba a nuestro pasar y que la gente note, lo ideal es optar por un eau de toilette, ya que al tener sustancias disolventes hacen que el aroma sea volátil, pero eso sí, durará menos tiempo.
En cambio, cuando nuestro interés es usar una fragancia que nos acompañe a lo largo de la jornada y que no se sienta a nuestro paso, el eau de parfum es la opción indicada. Ya que por su composición, se recomienda usar un eau de parfum durante las épocas de bajas temperaturas y dejar el eau de toilette para la primavera y el verano.
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