Es otra de nuestras “deportistas de oro”. Se marcó un objetivo, lo dió todo y ganó en ciclismo de ruta, en la modalidad contrarreloj individual femenino. En conversación con VOS nos contó su trayectoria, la emoción de ganar en casa y cómo influyó el apoyo de la gente.

Por: Natalia Delgado

Agua Marina empezó a entrenar cuando tenía 14 años y confiesa que la motivación nació de ella misma. Tomó la bicicleta como una herramienta propia para llegar a donde quería ir, conocer nuevos paisajes y probar la velocidad.

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“También el deseo de competir. Un mes y algo después de que empecé a entrenar me invitaron a mi primera carrera y de ahí no pude soltar más. La decisión ya estaba, era tener la oportunidad”, comenta.

Al inicio de su carrera existieron algunas dificultades y la principal fue hacer ciclismo en nuestro país cuando aún no había tanta información al respecto y era difícil desarrollarse en este deporte.

“El desafío más grande fue tener que buscar carreras en el exterior. Te hablo de mis inicios, hace 10 años atrás. Tenía 15, 16 años y me tocaba viajar sola a otros países para competir, pero creo que también fue lo que hizo que me plantara más en lo que quería y seguir con este sueño”, rememora.

Foto: @aguaespinola

Entre sus mayores logros, Agua Marina menciona haber sido la primera paraguaya en haber competido a nivel profesional en Europa por varias temporadas, su clasificación a los Juegos Olímpicos Tokio 2020 y su conquista más reciente: la medalla de oro en los Juegos Odesur.

Es atleta profesional desde hace unos años y una de las pocas que se dedica íntegramente a su deporte. Resalta que la clave para mantenerse en forma, tanto física como mentalmente, es encontrar el balance entre lo que uno quiere y lo que le hace bien.

“Después de tantos años tenés que saber y entender que no siempre vas a estar en tu mejor forma física. Hay veces que se sufre más que otras en algunas carreras, pero es parte de esto. Hay que tenerse mucho cariño y aprecio a uno mismo y al cuerpo, también valorar lo que uno está haciendo, eso es un poco la clave: valorar lo que uno hace sin importar si va bien o mal”.

Y agrega: “Yo encuentro mi balance en la naturaleza. Lo que más me gusta de la bici es que me puede llevar a los lugares que quiero, que me conectan con la naturaleza. Entonces, cuando todo está muy duro, agarro la bici y busco un lugar que me conecte con la naturaleza y eso me devuelve a mi centro”.

Como una actividad extra, Agua Marina también practica yoga. Es otra actividad que la ayuda a conectarse consigo misma y a sentirse bien, “es lo más importante en un deporte que te exige mucho de manera física y mental”.

“El sueño de todos”

Para todos nuestros deportistas fue una gran ilusión estar de locales, sentir el apoyo y la atención de la gente, incluso que sus familias puedan verlos competir. Para Agua Marina no fue diferente. “Ya lo decía el eslogan, es ‘el sueño de todos’. Competir en casa era algo que todos alguna vez aspiramos”.

La ciclista reflexiona y expresa que el Odesur superó las expectativas, tanto de ella como de otros atletas. No se imaginaron que tantas personas se acercarían a verlos, alentarlos y que estuvieran pendiente de ellos.

“Decíamos: ‘sí, van a ser los Odesur, va a ser lindo ganar en Paraguay’, pero realmente tanta respuesta, tanto impacto no esperábamos, y eso lo está haciendo más idílico. Como decía hace unos días, es un sueño lo que estamos viviendo”, menciona emocionada.

El día de la competencia, Agua Marina amaneció con un pensamiento lleno de convicción: “Era el momento que esperé por tanto tiempo, que soñé”. Se predispuso a disfrutarlo al máximo y dar lo mejor. Agua Marina ganó el primer puesto con una actuación majestuosa. Se llevó el oro con un tiempo total de 35:27.18 en la carrera.

Foto: Christian Meza

La carrera de su vida

En el trayecto, recordó que ese día era por el que se preparó durante tanto tiempo. “Podía hacerlo, era dar todo, me enfoqué más en mi esfuerzo y en decir: ‘yo se que puedo hacer esto’ y rendir a mi límite”.

Otro “combustible” fundamental durante la carrera fue la gente. “Estar de local fue mi mayor motivación, influyó mucho y de manera positiva en mi. Tener a la gente al costado de la ruta, gritándome, alentándome, era verlos y pensar: ‘Agua, no podés flaquear’. Estaba yendo a mi límite, al tope de lo que se podía porque puedo cuantificar bastante bien mis números y saber cuando me va bien o mal, y -puff- sabía que me estaba yendo muy bien”, aclara.

Agrega que también sabía que existía el riesgo de decaer y cuando el cansancio se hacía presente ella pensaba: “no, acá no, hoy tenes que morir acá”. Continuó la carrera al límite y cuando llegó a la meta y le dijeron que había ganado el primer puesto, fue un momento único.

“Cuando gané fue ¡Era lo que soñaste y se cumplió! Lo que más feliz me dejó fue que di todo mi esfuerzo y que esa fue, literal, la carrera de mi vida. Nunca hice unos números tan buenos y simplemente fue todo tan perfecto. Creo que en mi caso, la gente influyó positivamente y lo viví con mucha felicidad”.

Próximos objetivos

Los proyectos de Agua Marina siguen siendo los mismos, pero recargados de entusiasmo e ilusión luego de haber ganado el oro para y en Paraguay. Este resultado la hizo clasificar en los próximos Juegos Panamericanos y ya está enfocada en la preparación.

“El resto sigue igual, seguir mi temporada en Europa con mi equipo, volver para preparar la próxima temporada que va desde marzo a septiembre con las competiciones. También volver cada vez que Paraguay me necesite para representarle. Me espera una temporada bastante larga y llena de desafíos, pero me voy con todo el entusiasmo a conseguir más logros para nuestro país. Una de ellas es la clasificación a París, mi mayor ambición, y volver a los Juegos Olímpicos para hacerlo aún mejor, es lo que más me motiva”, finaliza.

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