Por qué es tan importante la paciencia y cómo desarrollarla
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En los tiempos que vivimos, donde la inmediatez es la prioridad, tener paciencia parece una cualidad que pocas personas poseen. Se puede desarrollar y además de brindar equilibrio y bienestar emocional, facilita los vínculos y a dominar las emociones.
La paciencia es la capacidad de soportar o padecer algo sin alterarse, según define la Real Academia Española, y se trata de saber esperar y soportar la incertidumbre. Esto aplica a todo tipo de escenarios, desde esperar el bus, hacer una fila, el retorno de un mensaje o una llamada, incluso el accionar de otra persona.
Cuando se carece de ella y la impaciencia la domina, lo primero que se puede llegar a sentir es frustración, seguidamente de enojo, ira, y luego ansiedad o angustia. Estas emociones negativas derivan al estrés, que luego repercute al plano físico, por eso esta “explosión emocional” lejos de ayudar a acelerar los procesos, genera conflictos y hace la espera más insoportable.
Entre los beneficios de desarrollar esta “virtud” están que se puede ser menos impulsiva para tomar decisiones o accionar, también a ser resilientes y aceptar las situaciones que se nos presentan en lo cotidiano. Es una de las claves para el desarrollo del trabajo en equipo y tener mejor relación con los demás.
Básicamente porque aprendemos a soltar todo aquello que no podemos controlar y dejamos que tome su curso, para luego elegir decisiones con tranquilidad y coherencia. Por otro lado, los especialistas afirman que la impaciencia puede influir en los episodios de depresión, porque la impulsividad que despiertan las emociones negativas genera conflictos internos y desequilibrio.
- Respirar y situarse en el presente. La impaciencia y frustración, generalmente, están asociadas a la incertidumbre de qué va a pasar “después”. Si nos tomamos un momento para hacer varias respiraciones profundas y aceptamos que no tenemos el control sobre cierta situación, podremos transitarla con más facilidad.
- Diferenciar aquello que podemos cambiar y lo que no. Para esto es fundamental la introspección y preguntarnos si realmente podemos hacer algo o simplemente esperar; el semáforo no va a pasar a verde más rápido solo porque estas apuradas, esa fila no va avanzar a tus tiempos, otra persona no va actuar como lo esperas porque simplemente tiene sus propios procesos y plazos.
- No ser tan exigentes con nosotras mismas. En el afán de controlar todo nos imponemos un ritmo difícil de prolongar en el tiempo, esto también genera frustración que luego podemos atribuirles a los demás.
- Aprovechar el tiempo de espera. Impacienta porque nos centramos en lo que queremos ya; si aprovechamos esos tiempos para hacer otras cosas nos olvidaremos de esa espera. Por ejemplo: estás esperando a que te atienda el médico y está tardando más de lo normal, aprovecha ese momento para realizar algún pendiente, escuchar música, planificar otras actividades.
- Aceptación. La incertidumbre es parte de la vida, no tenemos el control de todo y mucho menos sobre los demás. Solo tenemos este poder sobre nosotras mismas, las cosas que hacemos y cómo reaccionamos a diferentes escenarios. Hay que aprender a aceptar todo aquello que está fuera de nuestro alcance.
- Realizar actividades desestresantes. Practicar algún deporte, cocinar, alguna manualidad, leer o cualquier accionar que te guste, ayudará a descargar la ansiedad durante la espera.
“Estoy comprometida con una revolución científica en la psicología paraguaya”
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Maureen Montanía es una joven y entusiasta psicóloga paraguaya que, movida por sus precoces intereses sobre el conocimiento y el ser humano, forma parte actualmente del grupo de exbecarios del programa Becas Carlos Antonio López (Becal), una nueva generación de académicos, intelectuales y expertos que construyen desde sus profesiones un nuevo imaginario local.
Por Jimmi Peralta
Fotos: Gentileza
Durante su formación como psicóloga, Montanía encontró en el metodismo científico experimental un lugar de referencia que lleva en el presente el sentido de sus estudios, sus investigaciones y su trabajo.
Egresada de la Universidad Católica, obtuvo su máster por la Birkbeck University de London y actualmente forma parte de proyectos de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) relacionados con altas capacidades y creatividad.
–¿Tuviste un recorrido específico por las diferentes escuelas psicológicas antes de tu enfoque actual?
–Sí. En el octavo semestre más o menos empecé a leer sobre terapias de tercera y cuarta generación. Con ganas de saber más, me inscribí al diplomado en Terapias Basadas en Evidencia (TBE) de Sensorium (centro paraguayo afiliado al Albert Ellis Institute de Nueva York) que venía con creciente fuerza a proponer un cambio de paradigma en la práctica profesional. En lugar de una corriente, una metodología basada en el criterio de evidencia científica para cada caso. Mientras más me adentraba en la conciliadora y lúcida TBE, más segura me sentía de que estaba en el lugar correcto a nivel ético, práctico y filosófico. Hasta hoy sostengo que la TBE es el camino que como profesionales debemos cursar mientras evoluciona la terapia basada en procesos (TBP) que nace de ella para unificar los marcos terapéuticos más eficaces según la evidencia científica. Del conductimo al cognitivismo, a la terapia cognitiva-conductual, las terapias que nacen de allí (DBT, ACT, etc.) y la TBE, TBP, hay una suerte de árbol genealógico que sigue una línea de eficacia.
CIENCIA Y ARTE
–¿Cuáles son los principios epistemológicos de esa escuela?
–En nuestra epistemología está muy claro que la psicología es ciencia y arte, su carácter social y natural la mantiene en constante crecimiento. Por eso es cuasidescabellado que la miremos con lentes blanco y negro. Nuestra mirada tiene que ser tan amplia como nuestro objeto de estudio, que es nada más y nada menos que la mente y el comportamiento. Como dice siempre la doctoranda Celeste Airaldi, directora de Sensorium, “un médico no elige el bisturí con el que va operar basado en si es lindo o le gusta más, sino en el que funciona mejor”. Nosotros –que lidiamos con vidas humanas– tenemos el deber de operar con un criterio similar, un criterio estrictamente científico.
–¿Cómo llegás a Becal y qué características tiene en tu área la universidad a la que asististe?
–A Becal llegué a través de la Beca Chevening de Reino Unido, a la que apliqué en 2020 buscando extender mis horizontes de conocimiento y acción. Ya al obtener la beca, me informaron que Becal cubriría parte de mis estudios por la alianza Chevening-CAL, a través de la cual Becal identifica candidatos potables a su ethos, que es apoyar a compatriotas líderes con excelencia académica que tengan el potencial e interés de contribuir a Paraguay. Me sentí muy honrada cuando supe que mi aplicación cumplía este requisito para el mayor programa de becas del país. Un apoyo que validó y reforzó aún más mi compromiso con el cambio social. Mi motivo para aplicar fue que había llegado a un techo académico para mi proyección profesional. Yo soñaba y sueño con un Paraguay fluido en materia de salud mental, con consciencia y criterio científico tanto en el servicio como en el usuario, pero ya no había recursos a los cuales acceder en la región para contar con las herramientas e impulsar esa meta. En la mira le tenía a Inglaterra y su fuerte tradición científica ligada al progreso social, su Ministerio de Salud Mental, sus prácticas en el NHS y en las universidades, su democratización de recursos de alta gama.
–¿Por qué optaste por la Birkbeck University of London?
–La Birkbeck University of London, como parte de la prestigiosa University College London (UCL), es conocida por su trayectoria de investigación en psicología, su vibrante ambiente de diversidad y su flexibilidad para a la par de llevar los estudios, explorar oportunidades de voluntariado académico. A la fecha, pude aplicar los análisis que aprendí, transmitir a mi equipo la metodología y marco de trabajo, y extender el alcance a proyectos de tenor social en los que trabajo desde Aikumby Centro de Altas Capacidades y Creatividad. Estos proyectos apuntan principalmente a mejorar las prácticas científicas en las universidades, y a identificar y apoyar a estudiantes talentosos de Paraguay de modo de nutrir su potencial capital social.
SITUACIÓN PARAGUAYA
–¿Podés compartir tu diagnóstico de situación respecto a la relación que tiene hoy la investigación científica y la psicología paraguaya?
–Para responder, me gustaría citar al respetable historiador de la psicología y entrañable maestro José García, quien lleva estudiando sobre las prácticas de investigación en la disciplina hace décadas. La experiencia que llevo yo hace aproximadamente ocho años como investigadora en Paraguay respalda constantemente sus hallazgos y su lectura de la situación, con ciertas variaciones esperanzadoras tras el despertar de la salud metal en la pandemia, que significó el auge de centros de formación basados en investigación. La relación entre investigación y psicología en Paraguay es la misma que la de la ciencia y la psicología que, aunque deberían ser indivisibles, guardan una distancia aún lejana. A la fecha, solo existen alrededores de diez profesionales de la psicología categorizadas en nivel Pronii en Paraguay.
–¿Qué problemas genera esto?
–Arrastramos una enorme deuda científica que nos cuesta la salud mental de la población paraguaya. El profesor García cita entre los principales problemas que enfrenta la investigación psicológica en Paraguay la ausencia de una historia de logros científicos, la falta de claridad sobre la función que debe ocupar la investigación en la formación del psicólogo, la conversión de la metodología en una especie de ritual desprovisto de creatividad y aplicado de manera mecánica, la inadecuada preparación del personal docente (a la cual le agregaría la insuficiencia de personal docente capacitado), el escaso incentivo a la originalidad y la búsqueda del descubrimiento, y la pobre infraestructura.
PERSPECTIVAS
–¿Cómo describirías la relación que tenemos como sociedad con la ciencia actualmente?
–Una relación pobre y complicada. Su raíz está en la baja calidad educativa que enfrentamos en todos los niveles de formación y cultura, ligada por supuesto a la baja calidad de vida. El problema es histórico y complejísimo, pero no por eso insolucionable. La educación, la ciencia en Paraguay no es un caso perdido, y creo que eso lo demuestra muy bien Becal al ser una fuerza que concentra y prepara a líderes nacionales para cambiar nuestra realidad.
–¿Cuál es el punto fuerte de la práctica y la formación en psicología en nuestro país?
–El punto más fuerte en la práctica es el Conacyt, sobre todo ahora que dirige su atención a las ciencias sociales. Este organismo nos permite expandir el alcance de nuestros esfuerzos en la práctica a niveles incluso regionales. Nos permite aseriarnos en el registro y estudio de nuestras prácticas, en su replicación y valor para el país, pudiendo ser material de soporte para la propuesta de iniciativas públicas. También las universidades que incentivan a sus docentes y alumnos al cambio social sostenido a través de la investigación y que apuestan por la formación integral de sus estudiantes respetando el carácter de ciencia básica y aplicada que tiene la psicología.
–¿Qué te parece lo más destacable que se está haciendo en los centros académicos?
–Como exalumna de la Universidad Católica de Asunción, por ejemplo, sé que allí se encuentran los profesionales docentes y directores que dieron luz a la psicología en Paraguay y que son referentes del avance de nuestra ciencia, comprometidos con transmitir a los estudiantes las habilidades y mejores prácticas académicas. Muchos de ellos también cumplen funciones en la Universidad Nacional de Asunción y, por supuesto, también hay prolíficos docentes en la Universidad Católica del Este y la Nacional del Este, todos los cuales motivan a sus estudiantes a investigar con los recursos disponibles, aunque se trate de un trabajo de curso o la tesis. Esto permitió que exista un campo fértil para el crecimiento de la TBE en Paraguay, aunque aún falte mucho para que se convierta en el énfasis de nuestra práctica profesional a nivel país. En los últimos años propició la organización de estudiantes de psicología en pos de la ciencia, quienes fundaron sociedades para psicoeducar sobre la importancia de la evidencia científica y quienes paulatinamente se unen a las líneas de los docentes investigadores durante o después de la carrera y/o apuntan a ser becarios porque ya desarrollaron una estima por crecer en la academia y entienden su importancia.
TENDENCIAS
–¿Cuál es la tendencia en boga actualmente dentro de la investigación psicológica a nivel global? ¿Está el Paraguay formando parte de ese proceso?
–En el periodo 2020-2022 afloraron estudios del efecto de la pandemia en la salud mental y actualmente los temas más populares guardan cierta relación con los fenómenos de estrés, trauma, redes sociales e internet y salud laboral. La Asociación Americana de Psicología (APA) estima que en este 2024, con el avance de la inteligencia artificial, la psicología va enfocarse en estresores académicos, bienestar laboral y neurodivergencias. Paraguay forma parte discreta de estas tendencias. La Dra. Norma Coppari, por ejemplo, tiene una sólida línea de investigación sobre tecnoestrés hace una década o más y la Dra. Alexandra Vuyk en el área de altas capacidades, pero a nivel país aún nuestro índice de publicación es bajo; tenemos apenas 99 publicaciones de impacto desde 1996 hasta 2022 según la última base de datos de Scimago. Además, la mayoría de los estudios se centran en población de estudiantes al ser una muestra accesible tanto para investigadores independientes que ejercen de docentes como para tesinantes.
–¿Qué nos falta para mejorar?
–Nos faltan más investigadores Pronii (Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores), más publicaciones y más diversidad poblacional para estar al nivel de países como Brasil, México y Chile en lo que respecta a investigación de calidad en psicología. Lo alentador es que contamos con una revista científica de psicología en Paraguay que goza de buena salud desde 2004, la revista Eureka de la Dra. Coppari, sucesora de tres o cuatro esfuerzos esporádicos que se hicieron desde los 70 para contar con una revista científica paraguaya exclusiva de la disciplina. Luego existen otras revistas de universidades que anexan la psicología a temas de salud o temas sociales.
–¿Qué temas trabajaste en tu tesis?
–Mi tesis de máster fue sobre los marcadores biológicos de la regulación emocional en el cerebro adulto. La idea era determinar si las funciones ejecutivas cálidas (encargadas del autocontrol) vinculadas a la variabilidad del ritmo cardíaco podrían funcionar como medida precisa de la regulación emocional y proporcionar mayor información sobre el mundo emocional en la adultez, considerando los altos índices de depresión y ansiedad prevalentes en esta población a nivel mundial. Los hallazgos fueron interesantes: la frecuencia cardiaca baja implicaba una respuesta inadaptada a las demandas del entorno, la internalización de problemas como estrategia de regulación se asoció a mayor disregulación que la externalización (poner la culpa afuera) y la capacidad de reevaluar los problemas se asoció a mayor regulación, menor internalización y externalización. Y lo más importante: la supresión emocional resultó ser la estrategia más común del adulto por presión social y a la vez la mayor predictora de disregulación, sobre todo en cuanto a síntomas de ansiedad. Planeo enviar para publicación científica los resultados este año y oportunamente replicar la investigación en Paraguay para comparar y contar con una medida precisa también en Paraguay, más allá de lo que ya sabemos sobre regulación mediante el uso de instrumentos psicométricos.
Prioridades
–¿Cuáles son tus prioridades actualmente?
–Ahora mismo mi prioridad es hacer un buen trabajo en los tres grandes proyectos del Conacyt que estoy coordinando y que, con suerte, tendrán un impacto en la academia, la educación y el ámbito social de la psicología especializada en altas capacidades y creatividad. En paralelo, quiero apuntar a reactivar las semillas ya sembradas en el área de la ciencia psicológica antes del máster, en sociedades, asociaciones, universidades y revistas científicas donde ocupé cargos a lo largo de los últimos años, así como en Chevening y Becal, lugares donde forjé conexiones con idealistas igual de comprometidos con una revolución científica en la psicología paraguaya. Estimo que la vía será público-privada, profesional y estudiantil, y esperemos que con apoyo internacional. La idea es que una vez que fluyan los proyectos que llevo a cabo, pueda tener las energías recargadas para priorizar y operar este sueño.
–¿Qué investigaciones venís desarrollando y en qué ámbito?
–Trabajo en superdotación, talento y creatividad. Principalmente con adolescentes y adultos jóvenes. Entre los principales temas están sus características de personalidad, de adaptación (que engloban otras variables relacionadas como intereses vocacionales, multipotencialidad, satisfacción, iniciativa de crecimiento personal, etc.) y programas destinados al desarrollo de talentos y creatividad. Actualmente, coordino tres proyectos enfocados respectivamente en la influencia del pensamiento divergente como componente creativo, en detallar históricamente la atención al talento excepcional en Paraguay (de modo de estimular la inversión en generación de conocimiento en el país y a fortalecer la transferencia de los resultados al sector privado y público) y en la aplicación de métodos prácticos de identificación e intervención para estudiantes con altas capacidades en todas las regiones del país.
“En nuestra epistemología está muy claro que la psicología es ciencia y arte, su carácter social y natural la mantiene en constante crecimiento. Por eso es cuasidescabellado que la miremos con lentes blanco y negro. Nuestra mirada tiene que ser tan amplia como nuestro objeto de estudio, que es nada más y nada menos que la mente y el comportamiento”.
“Trabajo en superdotación, talento y creatividad. Principalmente con adolescentes y adultos jóvenes. Entre los principales temas están sus características de personalidad, de adaptación (que engloban otras variables relacionadas como intereses vocacionales, multipotencialidad, satisfacción, iniciativa de crecimiento personal, etc.) y programas destinados al desarrollo de talentos y creatividad”.
Martín Palermo gesticula en el partido ante Trinidense. El rendimiento de su equipo se vino abajo en los
últimos dos partidos.FOTO: JORGE JARA – NACIÓN MEDIA
Los dos últimos partidos de Olimpia dejaron tocado al plantel y ni hablar a la hinchada. Ya la derrota y eliminación en Fase 1 de la Copa Sudamericana ante Ameliano dejó una herida profunda que afectó a todo su entorno y que se profundizó con el discreto empate ante Trinidense por el torneo Apertura. Es decir, además de los resultados logrados, el rendimiento del equipo dejó mucho que desear, lo que generó dudas con relación al futuro.
Raúl Vicente Amarilla, director de Relaciones Institucionales del club, fue claro al afirmar que efectivamente el equipo no está teniendo un buen rendimiento, pero pidió paciencia para salir de este bajón.
“Sabemos que estamos todos dolidos por lo que pasó días atrás (eliminación de la Copa), pero solamente pedir a los socios y la afición olimpista tranquilidad, porque vamos a salir de esto entre todos”, mencionó a la 730.
“Debemos tener en cuenta que es un plantel nuevo, tampoco se le puede exigir mucho todavía a Martín Palermo, que lleva 5 partidos (en el cargo) y eso lleva su tiempo”, agregó.
Además, tiró una queja contra el arbitraje. “Si me preguntan a mí si estoy contento con el arbitraje de hoy no les puedo decir que sí”, concluyó.
Palermo, por su parte, se hizo eco del cartel que exhibió la hinchada en el partido ante Trinidense (Jugadores, no hay margen de error, están avisados). “Hay manera de expresarse. Esto ya lo viví en otros lugares. A veces no sabes si es beneficioso o perjudicial que el jugador sienta eso. Pero bueno, hay que empezar a transmitir un poco más desde adentro hacia afuera, para que vean el compromiso”, refirió el estratega.
DERLIS, ¿LISTO?
Para el partido de la próxima fecha ante el 2 de Mayo, se podría dar la vuelta de Derlis González, por lo menos entre los convocados. El partido ante los pedrojuaninos se jugará el sábado a las 18:00 en el Defensores del Chaco.
Micropasos: las claves para lograr los propósitos que se trazan a inicio de año
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Con el inicio de un nuevo año, desde el punto de vista de la psicología, es saludable trazar nuevas metas y objetivos. No obstante, cuando de trata de grandes propósitos o poco realistas, el proceso puede resultar intimidante y generar desánimo o procrastinación. El secreto puede estar en fijarse “micropasos” y realizar análisis frecuentes del avance del trabajo.
Según explicó la psicóloga Celeste Cano a La Nación/Nación Media, el ser humano necesita de un rumbo que seguir, por lo que trazar una lista de propósitos al inicio de un nuevo año permite al cerebro enfocarse en aspectos positivos. “Es una práctica muy saludable. Cuando se elaboran de la forma correcta, las metas nos ayudan a lograr nuestra productividad y reforzar también la autoestima”, destacó.
No obstante, a la hora de elaborar estos objetivos, es primordial priorizar los anhelos con base en factores como la disponibilidad de tiempo y los recursos que se invertirán en lograr los propósitos. Tras el análisis, la recomendación de la profesional es elaborar una serie de micropasos o desglosar los objetivos en tareas diarias.
“Lo que frecuentemente nos hace fracasar en el logro de metas es no ser realistas, no identificar bien lo que necesito para lograr estas metas. Es necesaria la introspección. Conocerse bien a uno mismo, identificar qué es lo que nos gusta y cuáles nuestros propósitos en la vida. Tras este proceso y con las metas trazadas, se pueden realizar el desglose en pequeñas tareas, que pueden ser cumplidas a diario, con enfoque y disciplina”, expresó para LN/NM.
La profesional enfatizó además que es fundamental establecer un orden de prioridades para cumplir las metas trazadas. “No se puede hacer todo al mismo tiempo. Definir prioridades también es fundamental para focalizar la atención. Con un cronograma de acciones, también se puede realizar evaluaciones diarias”, resaltó.
VI Congreso Internacional de Psicología se realiza en Ciudad del Este
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En el marco del Sexto Congreso Internacional de Psicología, Marcelo Alejandro Pedroza, uno de los columnistas en la sección de Voces del diario La Nación/Nación Media, expondrá sobre “El epicentro de las victorias. Un análisis de la conexión entre motivación, metas y crecimiento”. El mismo lo realizará mañana jueves 19 de octubre, a las 17:00.
Este congreso es un prestigioso evento académico que reúne a destacados profesionales nacionales e internacionales de la salud mental. El simposio comenzó este 18 y se desarrollará hasta al 20 de octubre del 2023. El escenario donde disertarán los ponentes es la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional del Este, en Ciudad del Este.
Entre los contenidos de la disertación, Pedroza sostiene que “hay un tiempo para cada acontecimiento. Desde la siembra hasta la cosecha hay un proceso que respetar. Son innumerables las lecciones que en el devenir de la vida se suceden unas tras otra. Por lo tanto, el empuje interior es el que despierta las fuertes intenciones que sostienen el crecimiento constante de las conexiones que permiten la concreción de lo querible”.
Marcelo Pedroza es psicólogo y magíster en Educación y desde hace más de diez años aporta su columna semanal a La Nación y en esta oportunidad sostendrá en la mencionada ponencia fundamentos teóricos que también ha compartido con nuestros lectores.