En esta nueva edición de Poderosas con Marilé Unger, la invitada especial fue una emprendedora que se abrió camino como una mujer de negocios que además, destaca en las redes sociales.
Por: Natalia Delgado
Bruna Wan es exitosa en los negocios y la caracteriza su sello personal en las redes sociales. Si bien en un principio lo utilizó como una herramienta de difusión, el tiempo y sus convicciones la convirtieron en una influencia positiva para su audiencia.
Para ella es muy importante “hacer la diferencia” en la vida de cada persona que la sigue e inculcarles que siempre se puede un poco más, que “no hay límites” para todo lo que proyecten. “Tengo momentos donde quiero desistir pero recuerdo mi propósito y continúo. Estar en las redes es saber que hago la diferencia en la vida de cada una, entonces eso me motiva a seguir”, reflexiona.
Sus inicios
Un pilar muy importante fue su familia, Bruna cuenta que empezó a trabajar a los 16 años y gracias a esa experiencia contó con los conocimientos suficientes para liderar un negocio. “Mi papá me abrió el camino en los negocios, pero el cambio se dió cuando él falleció”, y relata que en ese momento sintió la necesidad de realizar un cambio, ya que si no lo hacía, nadie lo iba a hacer por ella.
“Empecé en las redes sociales cuando nadie usaba Instagram, y dije ‘esto va a funcionar sí o sí’. Arranque en la frontera y hablando en portugués, hasta que noté que muchos de mis seguidores eran de Asunción y pensé: ‘¿será que me entienden?’, entonces comencé a hablar en portuñol, muy mal, pero después fui mejorando”.
Desde ese momento Bruna tomó el compromiso de mejorar y estar a la altura de lo que proyectaba. Empezó a conocer más a Paraguay, el idioma, a la gente y a desarrollar más su negocio en conjunto con las redes sociales.
Actualmente la empresaria cuenta con cuatro sucursales y está a punto de inaugurar uno más. Inició en Ciudad del Este y lo que más le llamó la atención en esa época es que muchos asuncenos elegían sus productos a través de compras online.
“Yo pensaba: ¿cómo una persona que no me conoce compra mis productos?”, fue ahí que se aventuró a conocer Asunción y también en abrir una sucursal en la ciudad, justo dos meses antes de que inicie la pandemia por el Covid-19.
“Abrimos y dos meses después: pandemia”, recuerda la joven, pero ante la adversidad de esa etapa, especialmente por el confinamiento y el impacto que generó en los negocios, Bruna fue firme en sus creencias.
“Tengo una política de pensar que no existe ’no’, no existe dificultad, la dificultad está en vos. Tenés que ver la luz donde la gente ve sombras. Vi una oportunidad donde mucha gente no veía o mientras muchos pensaban: ‘¿cómo voy a sostener mi negocio en esa situación? Yo pensaba en cómo ganar, siempre pienso así cuando tengo una dificultad”, confiesa.
“Cuando no me conocían dudaron de mi potencial”
Bruna comenta que al principio le pasaba a menudo que en las reuniones de negocios la gente no la tomara en serio, especialmente en China. “Siempre iba acompañada de mi tío y las personas no me miraban, miraban a mi tío que no decidía nada. Al comienzo me sentía mal, pero sabía que en algún momento iban a entender, incluso mi tío les aclaraba que el trato era conmigo”.
También llegó a vivir situaciones similares en nuestro país. “Aprendí que dependiendo de cómo me posicionaba y desenvolvía, la gente me respetaba más. Con el tiempo, la experiencia, mi forma de ser, como me gestiono, hablo, el tono de voz, todo eso influye”, explica Bruna.
Por otro lado, así como recibió apoyo y cariño de sus seguidores, también fue criticada por muchas personas en las redes sociales, tanto por su forma de hablar como por sus emprendimientos. “Siempre pienso en hacer más, mejorar, crecer, dar oportunidades porque me siento tan paraguaya, defiendo donde estoy, incluso le digo a la gente que trabaja conmigo: ‘nosotros somos la diferencia’, y visto la camiseta, literal”, exclama Wan.
A prueba y error
La empresa de Bruna le da trabajo a alrededor de 70 personas en la actualidad, y sostiene que cuando alguien logra algo, las personas que la acompañan también alcanzan el éxito.
“Muchas veces se da que en esos espacios uno descubre cuáles son sus gustos, sus sueños, porque uno no nace sabiendo; es necesario vivir y experimentar para saber si a uno le gusta algo o no”, reflexiona.
Y continúa: “Muchísima gente tiene dones, pero no se animan a probar porque tienen miedo de lo que el otro va a decir. Si nosotros no probamos, nunca vamos a saber, al comienzo todo lo que es diferente va a ser juzgado”.
Finaliza con un consejo: “Anímense a probar, cuando lo haces tenés la seguridad de decir ‘sí probé y funcionó’ o ‘probé y no me gustó”, porque al final la satisfacción y el placer es contigo, no con el otro. También hay que ser humildes. Todos vamos a cometer errores y sí van a comentar, pero creo que cuando sos humilde eso conecta, da más empatía y se vive con menos presión”.
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