Ya sea que seas deportista o estés iniciando una actividad física, hay ciertas normas preventivas que hay que tener en cuenta para poder rendir al máximo; por eso te contamos qué es la fatiga muscular y cómo evitarla.
Por: Natalia Delgado
Si durante los entrenamientos, o incluso al finalizar, sentís un gran agotamiento, falta de fuerza o te cuesta realizar tus actividades cotidianas, puede que tengas fatiga muscular. Generalmente la causa más común es el sobreentrenamiento, explica Renzo Villalba, instructor de artes marciales y estudiante de fisioterapia.
Al realizar diferentes actividades físicas los músculos se activan y necesitan de oxígeno y reservas de glucógeno para funcionar, sin embargo, cuando se incrementa los niveles de exigencia el cuerpo necesita más oxígeno y esto sobrepasa los niveles que el sistema de transporte puede proporcionar.
Es ahí que los músculos involucrados buscan otra fuente de energía y aumenta el ácido láctico, que a su vez, desarrolla una acidosis metabólica que deriva en la descomposición de las fibras musculares, es decir, pérdida de músculos.
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Todo esto genera síntomas como: pesadez y rigidez muscular, dolor en las articulaciones, falta de fuerza y coordinación, molestias y dolores en todo el cuerpo, incluso respiración agitada y aumento del ritmo cardíaco durante los entrenamientos.
Entre las causas más comunes, como apunta Villalba, está el sobreentrenamiento, pero también afirma que se puede dar por una mala alimentación, falta de hidratación, realizar sobreesfuerzos, no dormir bien o falta de recuperación.
“El descanso es una parte importantísima en general, pero más aún cuando entrenamos. Cuando dormimos nuestro cuerpo libera somatotropina, la hormona de crecimiento que se encarga de reparar y hacer que los músculos crezcan”, explica Renzo.
Y agrega que para esto, la buena alimentación es fundamental. “Es importante llevar una alimentación equilibrada, con proteínas, carbohidratos y alimentos ricos en vitaminas y minerales, ya que todo esto influye en el rendimiento y la recuperación post entrenamiento”.
Otro punto que resalta Villalba es entrenar acorde a nuestras capacidades. “Algo muy común es que una persona que dejó de entrenar durante algunas semanas, vuelva y quiera rendir igual que cuando dejó. Es ahí que surge el ‘tirón muscular’ o calambre, por eso hay que entrenar progresivamente, empezar de a poco, siempre respetar el calentamiento previo e ir aumentando las capacidades gradualmente, por otro lado es fundamental realizar sesiones de estiramiento al terminar de entrenar”, sugiere.
Por último, si la persona está padeciendo fatiga muscular, el especialista recomienda aplicar termoterapia, es decir, calor para relajar la zona afectada y poder elongar más fácil. Se puede utilizar cremas, bolsas de agua y compresas calientes.
También hay que reducir la intensidad de los ejercicios, alternar las sesiones de entrenamiento con suficiente descanso, alimentarse e hidratarse adecuadamente y si es necesario, parar unos días hasta que el cuerpo se recupere y retomar con normalidad.
En el caso de que estés padeciendo algún dolor incapacitante muy intenso, lo mejor es acudir a un médico que descarte una posible lesión y brinde atención personalizada.
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