¿Lo evitas en tus platos o lo amas? Este bocadillo -bastante confundido con el pepino- puede ser una opción muy saludable entre las comidas.

Tanto el pepino como el pepinillo pertenecen a la familia de las curcubitáceas y provienen de la misma planta. La diferencia está en que el pepinillo se recolecta antes de que se desarrolle y tenga semillas. En términos botánicos, se lo clasifica como un fruto, pero nutricionalmente hablando se lo considera una hortaliza.

El 95% de este alimento está conformado por agua y aporta vitaminas A, C y del grupo B. Su cáscara está cargada de fibra y entre los minerales que contiene se destacan el potasio, magnesio, silicio y ácido fólico. También es rico en antioxidantes como la curcubitacina, responsable de su sabor amargo, y los lignanos.

Ambas sustancias han sido estudiadas por investigadores y se llegó a la conclusión que la primera es antitumoral, mientras que la segunda actúa como protector ante enfermedades cardiovasculares, según apunta Frontiers in Pharmacology.

Cuando este vegetal se combina con el ácido acético del vinagre favorece los procesos digestivos, estimula y acelera el metabolismo, brinda sensación de saciedad y aporta muy pocas calorías, ideal para aquellas personas que desean bajar de peso o mantenerlo.

¿Cómo prepararlos?

Los pepinillos en vinagre se pueden adquirir ya preparados en la mayoría de los comercios, pero si tu intención es elaborarlos en casa el procedimiento es bastante sencillo.

Para ello vas a necesitar: Un frasco de vidrio estéril, vinagre blanco, semillas de mostaza, pimienta negra, orégano (se puede usar otras especias, esto ya es a gusto), sal, ajo y pepinillos, también se pueden elaborar con pepinos normales, si no se consiguen los pequeños.

El primer paso es lavar bien los pepinillos y aplicarle un poco de sal, luego hay que dejar reposar por 24hs en la heladera, una vez listo, hay que colocarlos dentro del frasco (las cantidades va a depender del tamaño del recipiente).

Lo siguiente es poner a calentar partes iguales de agua y vinagre blanco junto con las especias y media cucharada de sal (si tu frasco tiene capacidad para un litro, será medio de agua y medio de vinagre, por ejemplo), una vez que hierva hay que llenar el frasco con el líquido y cerrarlo bien.

A partir de las 72hs ya se puede consumir, pero cuando más repose más intenso será su sabor. En cuanto a conservación, tienen una durabilidad aproximada de 12 meses.