Además de aderezar el infaltable lomito, las papas fritas o los sándwiches, le podes poner a todo lo que quieras. Por eso, te presentamos dos recetas para tenerla siempre lista en casa.

Muy pocos se le resisten. ¿Sabías que cada diente picado ayuda a fortalecer el sistema inmune y prevenir enfermedades? El ajo se destaca por ser rico en vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes.

También se le atribuyerin propiedades antiinflamatorias, anticoagulantes, anticancerígenas, digestivas, antidiabéticas, antimicrobianas y antibacterianas, lo afirma la Universidad Estatal de Washington.

Como el ajo es un alimento consumido en casi todos los países del mundo, existen diferentes variantes de esta receta. A continuación, encontrarás la versión tradicional o más popular, y otra más ligera en textura y sabor.

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La receta tradicional

Vas a necesitar: 1 huevo, 6 dientes de ajo, ½ taza de aceite de girasol, zumo de ½ limón, 1 cuchara pequeña de mostaza, 1 cucharita de ají molido, pimienta y sal a gusto.

Pela los dientes de ajo y aplastalos un poco con un mortero o cuchara, colocalos en una licuadora junto al jugo de limón y empezá a batir. Una vez que se vea homogénea agregale el huevo, los condimentos y la sal.

Integrado todos esos ingredientes y con la licuadora aún batiendo agregá en forma de hilo el aceite hasta que la salsa tome textura de mayonesa. Cuidá no pasarte de ese punto, ya que se puede cortar la preparación.

Ajo y yogurt natural

Esta seria una versión “fit”, además es más ligera en textura y sabor. Vas a necesitar: 4 dientes de ajo, 1 vaso de yogurt natural, zumo de 1 limón, perejil, pimienta y sal a gusto.

Pela y machacá los ajos, luego colocalos en la licuadora junto al jugo del limón, licuá hasta que quede homogéneo y aplicale el yogurt, la sal, pimienta (opcional). Por último agregale el perejil, batí unos segundos más y listo.

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