Desde hace tiempo que este ingrediente forma parte de las rutinas de K-beauty y recientemente se volvió sumamente popular. Gracias a sus compuestos, la leche funciona como exfoliante e hidratante natural, además que es muy sencilla de emplear.

La leche ya se usaba desde la antigüedad e incluso existen teorías que señalaban que la misma Cleopatra se bañaba en leche para cuidar su dermis. En la actualidad, son las mujeres coreanas las que siempre están a la vanguardia en el skincare, ellas probaron este producto y lo recomiendan en redes.

Gran parte de la población incluye la leche de origen animal en su dieta por sus aportes nutricionales. Contiene proteína de alto valor biológico, carbohidratos, lípidos, yodo, calcio, fósforo, vitaminas A, del grupo B, D y E.

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Todas estas características la vuelven apta para emplearla sobre la dermis y los resultados son muy prometedores. La leche puede ayudar a exfoliar, hidratar, suavizar y tonificar la piel, además el ácido láctico ayuda a combatir el acné, la inflamación y promueve la formación de colágeno, eliminando manchas y unificando el tono general.

Al ser rica en proteínas, disminuye la aparición de líneas de expresión y arrugas, también ayuda a eliminar ojeras y la inflamación alrededor de los ojos producidos por el cansancio. Sus aportes de ácido fólico nutren la piel dejándo un acabado radiante, liso y terso, mientras que el calcio le brinda la elasticidad y las vitaminas retrasan el envejecimiento cutáneo.

¿Cómo utilizarla?

Emplear este ingrediente es mucho más sencillo y rápido de lo que parece. Basta con comprar leche entera y servir un poco en un recipiente. La calentas durante 15 segundos en el microondas o en la hornalla, hasta que entibie.

A continuación, con la ayuda de algodón, esparcís el líquido por todo el rostro. Lo ideal es dejar que la leche actúe entre 15 a 20 minutos. Luego enjuagas la piel con abundante agua fresca o fría (el frío ayudará a que los poros disminuyan su tamaño).

También se puede preparar una mascarilla a base de leche en polvo, miel y un chorrito de agua. Se mezclan estos tres ingredientes en proporciones iguales para formar una pasta y luego esparcirla por el rostro. También se la deja actuar de 15 a 20 minutos, se retira con agua y listo. Estas mascarillas se pueden emplear dos veces por semana.

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