Después de una larga jornada llena de actividades, no hay nada más placentero que llegar a casa para relajarse. Y esta sería una buenísima idea para automimarse y desconectarse, te contamos todos sus beneficios.

Uno de los síntomas del cansancio es tener molestias en los pies, especialmente cuando se usan calzados cerrados y se pasa mucho tiempo parada o se camina largas distancias, incluso el propio peso del cuerpo puede ocasionar este malestar. Por eso resulta tan relajante y reconfortante sumergir los pies en agua caliente, a una temperatura tolerable.

Aunque parezca algo común, esta práctica tiene su origen ancestral en China y los primeros registros documentados se encuentra en el Zhou Hou Bei Ji Fang en la dinastía Jin. Acorde a esta Medicina Tradicional, en los pies se reflejan varios órganos vitales del cuerpo y cuando se sumergen en agua caliente, estas áreas de reflexión se estimulan para mejorar la circulación sanguínea, lo cual ayuda a regular el sistema endocrino y la función del organismo.

Entre sus beneficios se destaca que favorece la eliminación de los residuos sanguíneos gracias a que mejora la circulación, también ayuda a depurar el cuerpo, acelera la microcirculación y abre los poros, y no solo ayuda a paliar las molestias de los pies, sino que también relaja todo el cuerpo favoreciendo el descanso.

El agua caliente por sí sola ya es beneficiosa, pero en caso que se decida aplicarle agregados podes optar por sales, aceites esenciales o hierbas. La manzanilla, por ejemplo, disminuye la inflamación y mejora el aspecto de los pies.

La lavanda es relajante y ayuda a conciliar el sueño, los pétalos de rosa hidratan la dermis, el romero y la menta son favorables para la circulación, además de fortalecer las uñas. Basta con sumergir los pies durante 20 minutos antes de ir a dormir para gozar de sus bondades.

Si bien esta práctica es recomendable para todos, aquellas personas que tengan problemas como: hongos, heridas, várices y otras afecciones, deben evitar este método o consultar previamente con un especialista.

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