Todos sabemos que beber agua es bueno para nosotros. Ayuda a mantener la piel radiante, da energía y ayuda en la digestión. Y debido a que le hace tantas cosas buenas al cuerpo, también ayuda con el envejecimiento saludable en general.
El agua está en todas nuestras células y esas células necesitan agua para funcionar de manera eficiente. Desde lubricar las articulaciones hasta bombear sangre a los músculos, se necesita agua para realizar casi todas las funciones corporales.
“Si mantenés un estilo de vida activo, está comiendo una variedad de alimentos y bebiendo mucha agua, tendrás una salud óptima”, explica Niti Patel, nutricionista en Nueva York para Weell+Good.
Y es que también dependiendo del nivel de actividad física y de cualquier condición crónica, las necesidades de ingesta de agua pueden disminuir a medida que se envejece. Pero también, a medida que envejecemos, perdemos la capacidad de sentir sed.
La edad y la sensación de sed
“Los ancianos a veces pueden perder esa capacidad de decir: ‘Debería tomar un sorbo de agua o debería comer algo que contenga mucho líquido’”, detalla Patel. “Cuidaba a un miembro anciano de la familia y siempre tenía que ser muy enérgico, decir: ‘Está bien, tomemos un vaso de agua ahora. Está bien, bebamos un poco de agua’. Eso es algo que se debe hacer a medida que se envejece”.
Además, la deshidratación es un problema común pero a menudo pasado por alto para las personas mayores. Naturalmente, el cuerpo retiene menos agua que el cuerpo de los jóvenes. Y los síntomas de deshidratación (boca seca, fatiga, mareos y calambres musculares) a menudo se pueden atribuir a otros problemas o efectos secundarios de los medicamentos.
Para tratar de evitar esta parte inevitable del envejecimiento, se pueden establecer buenos hábitos para incluir al agua a diario cuando se es joven. Aunque no se sienta sed de la misma manera, si uno acostumbrado a beber agua regularmente y a comer alimentos ricos en agua, puede que no sea tan difícil mantenerlo a medida que envejece.
¿Agua tibia?
Patel resalta que si hay una cosa que deberíamos intentar es comenzar a beber agua tibia con limón justo cuando nos despertamos. “Adquirir el hábito de tomar agua tibia con una pizca de limón o lima, o incluso solo agua tibia en general, es excelente.
Sentirás una diferencia porque durante toda la noche te deshidratas porque no bebes nada. Ahora estás bebiendo este vaso de agua tibia y podes sentir que nutre tu cuerpo. Como una flor marchita, podrás sentir que te levantas de nuevo”.
Además, Patel recomienda adquirir el hábito de tener siempre agua cerca. “No esperes hasta que tenga sed para tomar agua. Siempre es bueno tener la práctica de tomar agua o alguna bebida que sea buena, durante todo el día. Tratá de agregar líquidos a lo largo del día. Y los líquidos podrían masticarse como pepinos y hummus porque los pepinos son una gran fuente de agua”.