¿Sabés si roncas? Muchas de nosotras no lo sabe. Aunque sea inofensivo -salvo que se trate de apnea del sueño- es algo que nos puede generar ciertos complejos. Por eso, aquí reunimos algunas ideas prácticas.
Los ronquidos se producen cuando el aire fluye en los últimos tejidos relajados de la garganta, provocando que estos vibren al respirar y creando sonidos roncos o fuertes. Al respirar, las paredes de la garganta comienzan a vibrar, generalmente cuando respiras pero también, en menor medida, al exhalar. Estas vibraciones conducen al característico sonido.
Existen muchos factores que lo pueden provocar y entre ellos los más habituales son los problemas en las vías respiratorias, boca y garganta. Por ejemplo: amigdalas inflamadas, tener garganta estrecha, paladar grueso, lengua muy grande, entre otros.
La sinusitis, las alergias y el resfrío también promueven los ronquidos, así como el sobrepeso, tabaquismo y algunas drogas. Puede parecer que sea algo que no tiene solución, pero con la modificación de algunos hábitos se puede palear.
Evitá beber alcohol, o si lo haces, procurá acostarte al menos tres horas después. Estas bebidas hacen que los músculos de las vías respiratorias se aflojen durante el sueño y promueve los ronquidos.
Tampoco ingieras medicamentos ansiolíticos para dormir, salvo que se un médico quien te lo indique, estos también relajan los músculos de la garganta.
Si tenes sobrepeso, por tu salud integral es importante que te pongas en forma. Los kilos demás producen tejido adiposo adicional en el cuello y la garganta, esto estrecha las vías respiratorias y no solo te hacen roncar, tampoco recibís buena oxigenación.
Si se te tapa seguido la nariz, algunas infusiones antes de ir a la cama te pueden ayudar a respirar mejor, podes optar por té de menta piperita, té verde, jengibre, manzanilla, tomillo, todas tienen propiedades antiiflamatorias y sirven para combatir la rinitis, también podes hacerte vapores con eucalipto.
Dormir boca arriba también promueve los ronquidos, es preferible hacerlo de costado, en caso de que no te relajes en esta posición, elevá un poco tu cabeza con ayuda de una almohada.
Si el problema persiste, o tenes alteraciones del sueño que te están afectando, lo mejor es que consultes con un médico que te indique un tratamiento adecuado y personalizado.