La historia de la banda uruguaya con nuestro país incluye desde su primer show multitudinario hasta presentaciones regulares cada año. Y aquí Rafael Di Bello repasa algunas de esas anécdotas y analiza “Discopatico”, su nuevo disco de estudio.
Por: Luis Ríos
“Rafa” como le dicen todos, toca la guitarra en La Vela Puerca desde su formación en 1995. La música cambió tanto su vida, hasta el punto de tener que dejar su profesión y dedicarse de lleno al arte. De eso, ya pasaron casi 30 años en los que recorrió toda Latinoamérica y Europa. Y todavía hay combustible en el tanque.
“Discopático” es el octavo álbum de estudio que salió el 6 de mayo. El título se refiere a “aquel que ostenta la enfermedad de los discos. Ésta afecta al disco intermusical que se encuentra formado por una sustancia vinílica llamada LP. Está alojada entre cada surco y su función es proporcionar felicidad a los oídos”, en palabras de los músicos.
Di Bello confiesa que en un principio se pensó en “Discopatía” como nombre del disco, pero que hacía referencia a una enfermedad o una patología relacionada con la lumbalgia (con o sin ciática), motivada por la pérdida de altura o grosor de uno o varios discos de la columna vertebral. Y que como parte del envejecimiento natural del organismo, esos discos van perdiendo elasticidad y es ahí cuando se produce la discopatía.
“Por mi formación profesional -orque además es veterinario- les dije a los chicos que no estaba tan bueno ese nombre por lo que significaba. Ahí se tiraron varias ideas alrededor de esa palabra. Todo arranca en las canciones del disco. Son canciones bailables, pero no de discoteca. La idea era quedarnos con ese concepto”, destaca a VOS el guitarrista.
“Discopático” reafirma el camino musicalmente recorrido por La Vela Puerca durante más de 25 años. Es un disco de rock sincero y revitalizante que le canta al mundo de hoy con voz crítica, mirada abierta y esperanza feroz. Son 12 nuevas canciones envueltas en un sonido cristalino que refleja la amplitud musical que la banda fue cosechando a lo largo de los años.
La amistad como valor agregado
¿Qué los motiva a seguir lanzando música después de tantos años? “Me motiva la música. Amo la música, es algo que no puedo evitar, que está dentro mío y me genera endorfinas. Es una adicción como el deporte para algunos, las drogas para estos. Eso para empezar. Por suerte, la música siempre estuvo conmigo y no me veo no haciendo eso”, asegura Rafa.
Después, también pesa que el grupo humano que conformaron es un pilar fundamental. Como cualquiera, tiene sus vaivenes y aún así es una de las bandas más longevas y con menos cambios de integrantes en toda su carrera.
“Yo creo que todos hemos compartido con otras bandas, con otros músicos, grabado en otras situaciones, y que es por supuesto gente buenísima y con experiencia, pero que también sirve para valorar lo que uno tiene y como lleva eso a la música; como lo baja a los instrumentos y el resultado final”, reflexiona.
La clave para ‘aguantarse’ durante tiempo es “no verse” según Di Bello y en tono de broma. “Es inevitable -que haya malestares- porque estamos muchos días del año compartiendo juntos. Yo creo que tenemos cosas que nos juegan a favor y al mismo tiempo, que nos juegan en contra”.
Uno de los factores es que, al ser ocho miembros en la banda, eso juega a favor porque es un grupo muy heterogéneo y “podés jugar ciertas cartas por algún lado”, ya que hay una variedad de personalidades. “Cuando se dice ‘tal mes vamos a empezar a grabar o a presentar canciones’, es buenísimo porque es como hacer un hijo de vuelta, pero más fácil”, cuenta entre risas.
“Lo segundo, es que realmente somos amigos desde hace muchos años. Pasamos por un montón de peleas y un montón de cosas, pero siempre buscándole la solución. Si hay algún problema, se confronta y se busca llegar a buen puerto. No siempre se logra, pero es la idea, no somos de distanciarnos cuando pasa eso”, comenta Rafa.
Un disco de amigos para amigos
El tercer single oficial del disco es “Tormenta” en colaboración con Andrea Echeverri de Aterciopelados y quien con su arrolladora impronta y energía femenina eleva la canción a otro nivel.
La canción exhibe todo el carácter rockero de la banda y la combinación de voces se resignifica en cada palabra. “Con Aterciopelados tenemos mucha admiración. Andrea que es una crack, se re copó con el tema y le puso tremenda onda. Yo creo que su participación elevó el tema a un nivel más y te das cuenta que lo hace con cariño y con respeto”, describe Rafa.
Además de ella, está presente el considerado mayor exponente del rap y hip hop de la nueva generación en Uruguay: Diego Arquero en “La Pastilla”. Y el álbum cuenta con más invitados especiales como: Tito Fuentes (Molotov) quien suma su guitarra en “El Paraíso”, Mauricio Ortiz (No Te Va Gustar) con su saxo barítono en varias canciones, Lucía Vecino en coros, Patricio Villarejo en Cello y Martín Morón en trombón.
“Ocurre que todas esas amistades nos nutrieron muchísimo durante muchos años y lo sigue haciendo. Suma mucho a lo que es el disco y ese valor agregado para la relación personal. Esta historia, que es sobretodo latina, tiene tantos años de curtirnos pero de no poder compartir este tipo de cosas. La verdad que está increíble”, destaca agradecido el guitarrista.
La amistad que más sienten es la que les une con los mexicanos: “Particularmente con Tito Fuentes y Molotov tenemos una adoración y un respeto mutuo. A lo largo de nuestra existencia nos hemos cruzado con ellos un millón de veces y nunca se había dado el momento para colaborar”.
“El Paraíso” se dio además gracias a que Sebastián “El Cebolla” Cebreiro estaba con ganas de hacer una participación para Fuentes y él se puso a disposición desde el primer momento. El problema fue que Molotov también estaba grabando su nuevo disco y las distancias se hacían largas porque todavía había restricciones debido la pandemia. “Pero igual hizo su participación, desde su estudio. Metió unas guitarras muy preciosas y muy locas como es él”, asegura.
El orden en el trabajo
El proceso creativo para Discopático se desarrolló entre agosto 2021 y febrero 2022. La grabación fue realizada por Alejandro Vázquez en Estudio Mi Semilla de Montevideo y las voces en chacra San Benito de Colonia del Sacramento. Mezclado por el mismo Vázquez en el Estudio Van Vliet de Buenos Aires. El mastering fue realizado por Greg Calbi y Steve Fallone en Sterling Sound, New Jersey, USA. La producción artística corrió por cuenta de Alejandro Vázquez y La Vela Puerca.
“Imagínate a ocho o nueve músicos opinando sobre un arreglo. Por eso, particularmente en este disco está la importancia de Ale Vázquez. Él es un gran timón porque te guía en momentos de definir. A mí me pasó que para este disco hice un montón de guitarras, pero dudaba si iban a quedar en las canciones o no y en eso Ale fue un gran guía para mí”, comenta acerca de las decisiones creativas.
Sobre los roles y la manera de resolver situaciones, Di Bello relata que todo se discute, pero en caso de empate técnico hay alguien que desempata. “Es un poco de ambas cosas. Tenemos que encontrar constantemente una manera de ser resolutivos porque justamente nos damos el pie para discutir todas las cosas. Entonces muchas veces queda en la nada. Después de horas de discutir sobre algún tema, alguien pregunta ‘¿a que llegamos?’ y no se sabe”.
Ahí es donde salta una figura estelar en la banda. “Tenemos un jefe que termina de resolver las situaciones cuando la cosa está muy dividida y ese es Sebastián, el enano (Teysera). Él es nuestro capitán en ese sentido, para definir desde aspectos en la banda como donde girar, qué hacer, qué no hacer hasta el aspecto musical”.
Esto último es muy importante según el veterano guitarrista porque cuando uno duda de una canción o de algún arreglo, se trata de que alguien tenga la última palabra porque de lo contrario no se llega a nada y al ser tantos en el grupo, es más difícil con gustos tan distintos. “Si bien todos opinamos y aportamos, necesitás a alguien que te guie tanto en el acierto como en el error porque nadie tiene la bola de cristal, pero necesitás a alguien que te centre en algunos momentos”, recalca.
El doctor de la banda
Antes de ser músico, Rafael Di Bello estudió veterinaria. Ama a los animales de la misma forma que ama a la música y a los humanos. La vida le tenía otros planes lejos de los consultorios y los diagnósticos. “Soy el médico de la banda. Los atiendo yo a ellos directamente (risas). Me pasó algo muy lindo: que la profesión de veterinario pasó a ser un hobbie”, bromea el hombre que no dejó completamente de lado esta vocación.
Cada vez que puede, Rafa vuelve a pasar un tiempo cerca de los animales. “Es algo que realmente me gusta. Siempre me gustaron los animales, los grandes animales y nunca lo abandoné. Siempre estuve en contacto con amigos y colegas. En la medida de lo posible, siempre que tengo un tiempo libre, me dedico a eso porque conlleva muchas cosas. Pero mi vida se la dediqué a la música. Tuve que optar y desde veinti-pico de años que me dedico solamente a la música”, afirma el músico.
Agrega que es una actividad que lo libera de las tensiones de su trabajo principal. “Digo que tiene cosas buenas porque el hecho de que vos te vas al campo a trabajar, hace que salgas de la ciudad y ese es un ambiente que a mí me encanta porque trabajas al aire libre. Trabajas con gente que no tiene nada que ver con nada porque es otra forma de vida, otra idiosincrasia y otro lenguaje. Disfruto mucho de esa dicotomía porque los tipos no pueden creer”.
También suele ocurrir que algún fanático lo reconozca estando con los guantes y los insumos de veterinaria. “Mucha gente me dice ‘¿Y usted que hace acá? ¿No es roquero?’ Y yo digo que lo hago porque realmente lo disfruto. Va mucho más allá de lo económico. Mi vida está 100% dedicada a la música y si tengo algún hueco libre –después de mi familia- se lo dedico a la veterinaria”, subraya el doctor de La Vela Puerca.
Una conexión fuerte con Paraguay
La Vela Puerca, al igual que la otra potencia uruguaya No Te Va Gustar, son dos bandas a las que regularmente se los puede ver encabezando festivales (o presentándose en solitario) en Paraguay. Incluso llegaron a tener más de un show por año. Sin dudas, nuestro país es clave para los uruguayos, pero hay algo más.
En el 2004 se realizó el primer Pilsen Rock, el 25 de setiembre en Paraguay Beach Park (hoy Rakiura). En ese festival, La Vela Puerca llegaba acompañada de sus compatriotas de Hereford, fue cabeza de cartel junto con Molotv, La Bersuit Vergarabat y La Mosca. Además de los locales Revolber, Cecilia Henríquez, Paiko y Deliverans. Según diferentes estimaciones, hubo entre 40 y 50 mil personas.
La Vela ya era la banda de mayor convocatoria dentro de Uruguay, con algunos shows en otros países de Latinoamérica, pero fue en Paraguay que Rafa y compañía se presentaron ante tamaña cantidad de gente en lo que iba de su carrera. “Por supuesto que me acuerdo de ese show. No me olvido más. Era un Pilsen Rock y había gente hasta donde se podía ver. Fue una locura y a nosotros siempre nos han pasado esas cosas porque era como ir de 0 a 100″, recuerda.
“Nunca habíamos tocado para un mar de gente así tan grande y encima era la primera o la segunda vez que íbamos a Paraguay. Fue increíble y la pasamos muy bien. Obviamente estar en ese momento, en ese lugar y ante esa cantidad de gente es una gran vidriera. Sobre todo, porque el vivo es quizás lo más fuerte que tenemos. Más allá de los discos, la banda en vivo es otra cosa, tiene otro viaje. Eso después lo vimos reflejado con los años que seguimos yendo (a Paraguay) incluso más de una vez por año. Uno también vuelve porque se siente bien, se siente cómodo, se siente como en casa”, asegura el guitarrista.
A principios de este 2022 la banda tenía previsto presentarse en el Asuncionico pero debido a las complicaciones climáticas y la cancelación definitiva, no pudo darse. Sin embargo, La Vela se sumó a los artistas que pidieron lugares para tocar e improvisaron un íntimo set en el escenario del Sacramento Brewing Co para unas 400 personas aproximadamente.
“Lamentablemente lo del Asunciónico no pudo ser, pero después armamos un show en una tarde y las entradas se agotaron en dos horas. También un poco hay que creérsela porque decíamos ‘cómo vamos a hacer algo sin avisar, va ser un desastre’ y al final salió buenísimo. Por lo menos pudimos tocar. Vamos a estar de nuevo en Asunción presentando el disco nuevo”, anticipa.
La Vela Puerca continúa girando por el mundo para presentar su nuevo disco. Recientemente estuvieron por España en donde tenían varias fechas para distintas ciudades. Mientras tanto, una legión de ‘discopáticos’ los espera para cuando nuevamente aterricen aquí y compartan las nuevas canciones.