Esta verdura herbácea se destaca por ser depurativa, reguladora del tránsito intestinal y antioxidante. Quizás no sea la favoritas de muchas ya que su sabor no es muy apetecible, pero sí es rico en nutrientes y beberlo a primeras horas de la mañana brinda grandes beneficios.
El apio nos aporta vitaminas C, B y K, fibra, ácido fólico, minerales y cuenta con una gran cantidad de polifenoles, taninos y flavonoides que cumplen un función muy importante para nuestro cuerpo: protegerlo de enfermedades.
Su consumo frecuente ayuda al estreñimiento, la inflamación abdominal, mejora el funcionamiento de los riñones, purifica la sangre, renueva las articulaciones y tejidos, controla la presión alta, la piel, reduce la acidez, protege al corazón y la inflamación crónica, entre muchas otras acciones. Se puede consumir en ensaladas, sopas, estofados, aunque los especialistas resaltan que cruda se aprovecha más la fibra.
Si te animás a tomarlo en ayunas puede ayudar a:
1.Reforzar la barrera natural del sistema digestivo contra bacterias, parásitos, virus y otros microorganismos patógenos que dañan la salud, esto se debe a que fortalece el ácido clorhídrico que tiene el estómago y regula el pH.
2.Mejorar el pH y la barrera de protección, también se beneficia nuestra digestión. Esto previene y combate todo tipo de malestar estomacal, especialmente la gastritis, los cólicos y demás dolencias.
3.Como todo el sistema digestivo se beneficia, también se mejora la absorción de fitonutrientes, lo que deriva a un sistema inmune más resistente.
4.A depurar nuestro organismo eliminando toxinas y todos sus aportes nutricionales. Gracias a la hidratación que aporta, ayuda a mejorar la apariencia de nuestra piel notablemente, incluso previniendo arrugas.
5.Es un potente antiinflamatorio. Regula los líquidos en el organismo, actúa como diurético natural y sus antioxidantes combaten no solo la hinchazón abdominal, sino también enfermedades como la artritis.