Si alguna vez tus pies, piernas, manos, o incluso tus párpados se hincharon, probablemente fue por retención de líquidos. Son varias las causas que pueden generarlo, desde enfermedades hasta lo más común: tomar poca agua, una mala dieta o no hacer actividad física.
La retención de líquidos se trata de un aumento del volumen del líquido intersticial, es decir, una acumulación excesiva de líquidos en los tejidos, según los especialistas. Los síntomas son visibles y se puede notar un aumento de peso, inflamación de las extremidades y hasta abultamiento en el abdomen.
Como siempre comentamos, ante cualquier malestar lo mejor es consultar con un médico que busque la razón del problema e indique un tratamiento personalizado, pero mientras tanto, te brindamos una lista de alimentos que te ayudarán a combatirla y cuales deberías evitar.
Desde la Fundación Española del Corazón explican que lo primero que hay que disminuir y hasta eliminar de la dieta es la sal. La ingesta diaria para personas que tienden a sufrir retención de líquidos debe ser baja, este compuesto “atrae” al agua, y cuando más la consumimos, más agua vamos a retener. En su reemplazo se pueden incorporar especias, limón, vinagre, picantes, y aceites aromatizados con ajo, orégano y otros.
Por otro lado, es fundamental aumentar la cantidad de líquidos que se bebe por día para promover la desintoxicación del cuerpo, al menos 2 litros de agua por día y además infusiones diuréticas como la cola de caballo, el té verde, romero e hinojo.
Una alimentación equilibrada incluye frutas y verduras. Y si hacemos la elección de aquellas con poderes diuréticos mejor: piña, pepino, sandía, berenjenas, mamón, pomelo, naranja, perejil, entre otros. Además de agua, estarán aportando fibra y otros nutrientes que ayudarán a fortalecer el sistema inmune.
Hábitos que se deben evitar
Es muy importante tratar de realizar actividad física, el sedentarismo favorece mucho la retención de líquidos, más aun si pasamos muchas horas sentadas. Se debe disminuir todos los alimentos altos en sodio y más aun los procesados como: los snacks, galletitas, gaseosas, el alcohol, embutidos, salsas preparadas, incluso los calditos saborizantes de comidas y aderezos.
Algo que ayudará a disminuir la inflamación de las piernas es elevarlas un poco. Si pasas muchas horas en la oficina, procurá tomarte pequeños breaks para caminar y estirar las piernas, dormir con una almohada a los pies también ayuda bastante. Y apenas puedas, andá a consultar con el doctor y hacete un chequeo completo.