Es muy común beber esta infusión para digerir mejor o simplemente porque gusta su sabor, pero lo cierto es que esta planta medicinal se usa desde la antigüedad por sus potentes y versátiles bondades para el cuerpo.
Habitualmente se consume para depurar el organismo después de los excesos, trata el insomnio, problemas hepáticos y como hepatoprotector, también posee propiedades diuréticas. Esta planta tiene varios componentes, entre ellos: el cineol, el eucaliptol, los ascáridos, acaloides, taninos y flavonoides.
Todo este cóctel de componentes lo vuelve estimulante, protector del hígado, expectorante, fungicida, antiséptico, sedante, antiinflamatorio y antioxidante. Los alcaloides actúan sobre el hígado y la vesícula, aumentando y favoreciendo su eliminación y la expulsión de toxinas, también previene la formación de cálculos.
Los aceites esenciales que posee esta planta medicinal (cimeno, eugenol y limoneno) ayudan a relajar el sistema nervioso y a controlar el estrés, la ansiedad y el nerviosismo; factores que nos impiden el buen descanso, por eso, un tecito de boldo antes de ir a la cama te ayudará a dormir bien.
Esta infusión alivia los dolores de estómago, la gastritis y los problemas digestivos, también elimina las flatulencias, la inflamación abdominal, estimula el apetito, el transito intestinal y previene la halitosis, todo esto gracias a la boldina y los alcaloides que posee.
Su acción diurética ayuda a prevenir y combatir las infecciones urinarias, la retención de líquidos y favorece la pérdida de peso. También fortalece el sistema inmune, combate los catarros, resfriados y dolores de garganta. Por último, el boldo favorece la eliminación de ácido úrico, mejora la mala pigmentación de la piel y ayuda a combatir las enfermedades infecciosas vaginales.
Si bien son muchísimas las bondades de esta planta, tiene ciertas contraindicaciones. No está indicado para mujeres embarazadas, especialmente en el primer trimestre de gestación, tampoco está aconsejado para personas con problemas hepáticos graves o enfermedades renales. Además, no está recomendado hacer un tratamiento con boldo que dure más de cuatro semanas. Lo mejor siempre es consultar con un especialista que brinde las indicaciones necesarias.