Los rulos son hermosos y no pasan desapercibidos, pero si se te complica cuidarlos se puede convertir en una cabellera rebelde y difícil de manejar. Por eso te compartimos una guía fácil para cuidar de tus rizos.
Para mantener los rulos saludables es importante establecer una rutina de cuidado que sea suave con la estructura del cabello. La mayoría de los shampoos convencionales lo sobrecargan y debilitan su resistencia natural, por eso es mejor optar por productos naturales o que no contengan sulfato, parabenos, detergente ni siliconas.
Los rizos no se peinan o en caso de hacerlo, lo mejor es utilizar los dedos o un peine especial cuando el cabello esta húmedo, por ejemplo, cuando nos aplicamos un acondicionador natural. Si pasas el peine mientras está seco, los mechones individuales se van a desarmar y como resultado perderá estructura e incluso, puede volverse quebradizo.
La temperatura del agua al momento de lavarlo también es muy importante y no solo con los rulos, en cualquier tipo de cabello. Las altas temperaturas pueden dañar las hebras capilares y el cuero cabelludo por eso lo mejor es optar por agua tibia o fría.
Lo mismo sucede si queremos usar secador, primero se debe ajustar la temperatura al nivel más bajo y aplicar un difusor de aire. O en el caso de que no se cuente con este aparato, lo aconsejable es que el cabello se seque solo o envolverlo en un turbante de tela suave y sacarle el agua con cuidado.
Las toallas comunes tienen una estructura gruesa que daña el cabello ondulado, si a esto le sumamos la fricción y el frote que normalmente hacemos por desconocimiento, los rulos se enredan y se genera un problema mayor después.
Otro consejo vital es que para evitar que se nos formen porras, el secreto es usar almohadas de satén de algodón, un gorro para dormir de seda o envolver el cabello con una bufanda de tubo de material suave.
Es importante cortar las puntas del cabello una vez al mes para que siga creciendo saludable y fuerte, también para evitar puntas abiertas. Para finalizar, hay que tener mucha paciencia con nuestro cabello, y entender que lo que para algunas funciona, tal vez para otras no, por eso hay que ser pacientes buscando el tipo de cuidado ideal.