Si queremos bajar de peso y optamos por una dieta “milagrosa”, lo más seguro es que después tengamos un “efecto rebote”, por eso indagamos en sus causas y aquí te contamos.
La mayoría de estas dietas se basan en la restricción de grupos alimenticios y si bien son efectivas para perder varios kilos de forma rápida, no son muy saludables ni sostenibles a largo plazo. De eso se trata el temido “efecto rebote”, que cuando seguimos dietas hipocalóricas bajamos pronto de peso, pero al volver a nuestros viejos hábitos alimenticios subimos más de lo que pesábamos antes de hacer la dieta.
Un cambio en el metabolismo
Cuando comemos menos calorías nuestro metabolismo se vuelve más lento, podemos sentirnos sin energía para realizar nuestras tareas habituales y como nuestro organismo entra en modo de “reserva”, el gasto calórico es menor. Nos vemos más delgadas y la balanza marca menos peso porque en realidad lo que perdimos fue agua y músculo, algo totalmente negativo para nuestro cuerpo.
Al volver a la dieta habitual, ya sea porque renunciamos al régimen restrictivo o llegamos a nuestro objetivo, nuestro metabolismo sigue lento y esto hace que acumulemos más grasa que antes, por eso, las dietas milagrosas nunca son una buena opción.
Un estudio realizado por “Obesity Reviews” demostró que la mayoría de las personas que siguen dietas a corto plazo para adelgazar rápido, terminan ganando entre el 30% y el 65% más del peso que tenían al principio.
¿Cómo evitar el efecto rebote?
Primero debemos reprogramar nuestra mente y entender que el sentido original de la palabra “dieta” es un estilo de vida. Una vez que captemos esta idea será más fácil empezar a realizar los cambios necesarios para llegar a nuestros objetivos.
Lo ideal en principio, es consultar con un médico y que nos hagan un chequeo integral, así sabremos como se encuentra nuestra salud, si tenemos algún problema hormonal que nos pueda impedir bajar de peso o si necesitamos ajustar nutrientes.
Un nutricionista nos dará un plan acorde a ello, a nuestra rutina y objetivos, nos enseñará a elegir los mejores alimentos para nuestro cuerpo, así como el tamaño de las porciones. Al principio, debemos tener mucha paciencia ya que los cambios pueden ser lentos, pero eso sí, serán sostenibles en el tiempo.
También es importante realizar actividad física con regularidad, esto nos ayudará a eliminar grasas y a crear músculos, muy importantes para regular nuestro peso ya que cuanto más músculo tenemos, más calorías gastamos. Además nos ayudará a eliminar el estrés y a sentirnos relajadas, fundamentales para el buen funcionamiento del metabolismo.