Una travesía que lleva cinco décadas de folk-fusion-rock-progresivo. La banda sueca sigue haciendo música, sacando discos y aquí te contamos su historia.
Por: Luis Ríos
Suecia siempre se distinguió por su particular folclore con instrumentos tan diversos como el nyckelharpa (viola de teclas), el violín y el acordeón, que tienen armonías de composición muy cercanas a la Polka.
Ese folclore se fusionó con el rock y dio origen a su propia versión del rock progresivo, con bandas que no lograron éxito mundial. Solamente algunas como: Kaipa, Samla Mammas Manna y Kebnekaise, consiguieron ingresos suficientes para vivir de sus obras gracias a cosechar un grupo fiel de fanáticos.
Más adelante, la escena empezó a ser reconocida gracias a la agrupación Opeth y uno de esos casos es el de “Kaipa”, la banda que fue formada originalmente como “Ura Kaipa” por Hans Lundin (teclados) y Tomas Eriksson (bajo). En 1974, poco después de eliminar “Ura” del nombre de la banda, lanzaron su álbum debut homónimo.
Kaipa asumió el liderazgo de la escena progresiva escandinava de la década de los ‘70. Entre 1975 y 1982 grabaron cinco álbumes, tomando su inspiración musical del folk sueco y complementando su estilo con un elaborado sonido sinfónico.
La banda tuvo buena puntería para expresar las emociones y el sentir de un estilo estético en la búsqueda formal de la perfección. Siempre intentaron diferenciarse produciendo música original inspirada en el pasado, pero viendo hacia el futuro.
El nuevo disco
Hoy la banda lanza “Urskog”, su disco número 14. Esta pieza lleva al oyente a un viaje a través de la naturaleza sueca y al cambio de estaciones. Las seis nuevas composiciones de Hans Lundin obtienen influencias de los paisajes que presencia durante sus pedaleads por el campo, así como de una parte menos conocida de su vasto catálogo de canciones. Hablamos de una agrupación que está llegando a los 50 años de carrera.
“Nunca decido de antemano una dirección específica para un nuevo álbum. Simplemente dejo que la inspiración me lleve, a veces por caminos familiares y otras en direcciones totalmente nuevas. Siempre quiero que una buena melodía sea el centro y el núcleo de una nueva canción”, le cuenta Hans a VOS sobre la producción de este nuevo trabajo.
La mayoría de las canciones se escribieron en 2018. En ese momento, el músico estaba trabajando en un boxset de seis discos llamado “Hans Lundin: The Solo Years 1982-1989″, y revisar esos viejos álbumes en solitario influyó en el proceso de composición para “Urskog”. También sampleó algunos sonidos de los 80 que se pueden escuchar en el nuevo álbum.
“A menudo vienen a mí en las situaciones más inesperadas. A veces, cuando tomo mi café de la mañana, otras cuando doy un paseo. De repente unas notas comienzan a sonar en mi cabeza formando una melodía. Cuando esto sucede, voy a mi estudio y grabo un boceto simple para no olvidarlo. Luego puedo regresar después de una semana más o menos y escucharlo de nuevo”, agrega al respecto.
El nuevo álbum abre con “The Frozen Dead of the Night”, es una epopeya de 19 minutos que nos lleva desde el frío y sombrío invierno hasta la primavera y su promesa de comenzar una nueva vida.
“Si todavía me gusta la melodía, empiezo a convertirla en una canción. Puede tomar algunos días o algunos meses terminar la canción. A veces se convierte en una canción corta y otras en uno de esos largos temas épicos de Kaipa”, detalla el tecladista.
La canción de cierre del álbum “The Bitter Setting Sun” refleja este tema, ya que es hora de decir adiós al verano, mientras vemos caer las hojas y recordamos las noches cuando el sol se negaba a ponerse. La canción principal “Urskog” nos lleva al corazón del bosque primitivos suecos, evocando imágenes del folclore antiguo.
“Estoy orgulloso de ser parte de la industria de la música progresiva sueca y creo en la cooperación. Los miembros de Kaipa también están tocando en otras bandas. Patrick Lundström con Ritual, Per Nilsson con Scar Symmetry y Jonas Reingold con Karmakanic y Flower Kings”, refiere el veterano artista.
Inspiración
Luego de casi 50 años de carrera solamente con esta banda, despierta curiosidad saber cómo conseguir inspiración después de tanto tiempo. Sobre todo, en un contexto actual en el que parece que todo ya se inventó y el formato a explotar que quedan son las mezclas. “Hoy siento que tengo una gran biblioteca llena de experiencias en algún lugar de mi universo interior”, afirma el músico.
Hans Lundin empezó a tocar en su primera banda St. Michael Sect en 1964. Los años entre 1964 y 1973 fueron, según él de mucho trabajo duro y mucha diversión. Insiste en que en ese tiempo tuvo la mejor educación que pudo recibir y por eso aprovechó todo ese conocimiento cuando decidió iniciar Kaipa en 1973.
“He dicho muchas veces en el pasado que tal vez este sea el último álbum de Kaipa, pero de alguna manera lo uso para encontrar inspiración, generar nuevas ideas y comenzar a trabajar en un nuevo álbum. En este caso se convirtió en nuestro álbum número 14. Si esto volvería a suceder, el futuro lo dirá”, señala sobre el paso del tiempo y las ganas de volver a hacer un nuevo disco.
Además, sus canciones tienen un estrecho vínculo con la naturaleza sueca. Es que el territorio sueco está cubierto de bosques por el 80%. La parte sur de Suecia se caracteriza por llanuras y zonas de montañas bajas. Hay grandes lagos que son su característica geográfica de la era glacial. “Es muy difícil describirlo con palabras, deberías mirar las imágenes o, por qué no, escuchar a Kaipa y nuestra interpretación musical del desierto y el bosque primitivo”, invita.
El valor de los nuevos miembros
Mientras que el resto de la formación de la banda permanece intacta desde hace casi 20 años, el nuevo disco presenta al baterista Darby Todd de Londres como novedad en la alineación.
“Nuestro guitarrista Per Nilsson conoció a Darby hace unos años en una feria de música cuando estaba haciendo una demostración de Strandberg Guitars. Se hicieron amigos y más tarde, Per tocó en el álbum solista de Darby ‘The Reality Of Zeros And Ones’. Cuando necesitamos un nuevo baterista, Per me sugirió a Darby. Fue una buena decisión y está haciendo un gran trabajo en nuestro nuevo álbum”, relata Hans sobre esta incorporación.
Su rutina de trabajo es casi un hábito. Graba todos los teclados en su estudio y a eso se le suman las grabaciones de todas las voces y violines allí. Los otros músicos tienen sus propios estudios profesionales donde graban sus partes. Al ser el miembro más antiguo y el encargado de escribir las canciones, no se siente como el jefe.
“Solía decir ‘Estoy escribiendo música como un dibujo en blanco y negro y los otros músicos llenan todos los colores’, pero definitivamente no me siento como un jefe. Jonas Reingold, Aleena Gibson y Patrik Lundström han estado en la banda desde 2002 y Per Nilsson se unió a nosotros en 2006. El resultado de nuestra colaboración es el sonido que uno puede escuchar en los discos y estoy muy feliz de tener a todos estos músicos extremadamente talentosos a bordo del barco Kaipa”, analiza.
Hoy, Hans de casi 75 años de edad, sigue activo en su natal en Suecia, desde donde continúa protegiendo su estrecha conexión con la naturaleza y de la cual se nutre para seguir componiendo nueva música. “Yo suelo decir que Kaipa es una banda de folk-fusión-rock progresivo. Espero que siempre haya un interés en la música que se inspira en varias fuentes diferentes y forma algo nuevo”.