Los abrazos aportan muchos beneficios en la salud física y psicológica. Este gesto afectivo libera oxitocina, serotonina y dopamina, lo que fortalece nuestras relaciones interpersonales, generando una sensación de bienestar y felicidad.
Todos sentimos sus efectos reconfortantes inmediatos, pero no somos conscientes de cuán positivo son para llevar una vida equilibrada y saludable. Con el simple hecho de abrazar a los demás obtenemos y transmitimos varios beneficios.
Abrazar es un acto terapéutico que contribuye en nuestro bienestar de diversas formas, tanto a nivel físico como psicológico. El abrazo es un gesto muy común, en el que a menudo nos solemos reparar sin necesidad de acudir a terapia.
Es considerado una forma de expresar nuestros afectos, pero ¿qué tan importante puede ser este acto? Varios estudios experimentales respaldan las consecuencias positivas que los abrazos tienen en los seres humanos.
Una investigación desarrollada por la Universidad de Carnegie Mellon en Estados Unidos demuestra que el abrazo es medicina contra el estrés crónico, el cual genera un estado continuo de alerta e inflamación a nivel celular, que debilita nuestro sistema inmunológico, por lo que nos deja expuestos a infecciones, enfermedades de tipo autoinmune e incluso al cáncer.
Cuando abrazamos liberamos dopamina, un neurotransmisor relacionado al sentirse bien, que además mejora nuestra memoria, atención, sueño y el comportamiento motivado por las recompensas, según confirma el ensayo clínico.
Otra de las virtudes del abrazo es que segrega oxitocina y endorfinas que reducen los niveles de cortisol y adrenalina, y nos ayudan a sentirnos más relajados. También mejora la autoestima, ya que aumenta nuestro buen estado de ánimo.
En el mismo momento estamos liberando serotonina y dopamina que contribuyen al bienestar y calma de nuestro interior. Como los abrazos nos ayudan a relajar nuestros músculos, nos recargamos positivamente al instante.
A su vez activa nuestro sistema límbico, encargado de la regulación emocional, lo que logra reforzar las relaciones interpersonales desde la confianza y el amor.
20 segundos de abrazo
Otro ensayo clínico demostró que un abrazo estimula la liberación de oxitocina, y que en 20 segundos del contacto físico hasta la activa, lo que equivale a un mes de terapia.
La duración estimada de un abrazo es de cinco segundos, pero una investigación sobre sus efectos en nuestro organismo comprobó que en unos 20 segundos se produce un efecto terapéutico sobre el cuerpo y la mente, producido por dicha hormona que logra disminuir el dolor emocional.
El Día Internacional del Abrazo se recuerda cada 21 de enero. Esta conmemoración fue instalada en 1986 por el estadounidense Kevin Zaborney. Celebrar este símbolo de cariño nació como una excusa para hacer algo que a todos nos gusta, pero que no nos atrevemos tanto: dar y recibir abrazos.