Estamos en una estación del año donde podemos encontrar esta fruta con facilidad, muchas hasta tenemos un árbol de pomelo en casa o cerca. Aunque comúnmente lo disfrutemos en jugos, su versatilidad va más allá, adaptándose a preparaciones dulces como saladas.
Por: Natalia Delgado
A esta fruta se le atribuyen muchas propiedades benéficas para la salud, además de ser un cítrico que aporta vitamina C y ácido fólico que fortalecen el sistema inmune, suele utilizarse mucho en dietas para bajar de peso por sus efectos laxantes y su buen aporte al tránsito intestinal.
Su principal componente es el agua, tiene muy pocas calorías, nos brinda betacarotenos que al consumirlos se convierten en vitamina A y que es esencial para la salud de la piel, la vista, el cabello, la mucosa, huesos y sistema inmunológico. Contiene potasio, mineral necesario para el funcionamiento del sistema nervioso y la actividad muscular.
La Organización Mundial de la Salud recomienda el consumo diario de cítricos para aumentar las defensas y prevenir enfermedades como algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares. Este alimento también previene la anemia, ya que favorece la absorción de hierro, es astringente y antibacteriano, combate los radicales libres e incrementa la producción de colágeno, también mejora la salud de las encías.
¿Cómo podemos consumirlo?
Algo que sucede de manera muy frecuente cuando tenemos este árbol en casa es que nos sobra en grandes cantidades y hasta se hecha a perder. Para evitar que esto pase, te contamos otra manera de incluir el pomelo a tus preparaciones.
Aderezo para ensaladas: Mezclá el zumo del pomelo con oliva, sal y pimienta para condimentar tus preparaciones.
Bizcochuelo: Reemplaza la leche por jugo del pomelo en tu preparación tradicional, también añadile la ralladura de la cascara y listo.
Mermelada de pomelo: Esta es una excelente opción para desayunos y meriendas, acompaña muy bien unas tostadas de pan o sobre el yogurt.
Mousse de chía y pomelo: Mezcla en una taza de yogurt 3 cucharadas de chía, el jugo de un pomelo y la ralladura de su cáscara, dejalo reposar toda una noche y antes de consumir agregale la pulpa de la fruta por encima y unas cucharadas de miel.