Una de las peores sensaciones es querer mirar a un costado y sentir la tensión y el dolor en el cuello. Las abuelas siempre dicen: “te sopló aire”, pero en realidad se trata de una lesión cervical que causa rigidez, dolencia y dificultad para movernos.
La tortícolis puede aparecer por muchas cuestiones, por ejemplo: mala postura, movimientos bruscos, malos esfuerzos, dormir en una mala posición y estrés. Esta contractura involuntaria es sumamente molesta e incluso afecta a nuestras tareas diarias, los analgésicos no siempre la alivian del todo por eso te contamos algunos remedios caseros para ayudar a palear esta dolencia.
Los relajantes musculares, así como los analgésicos suelen ser efectivos, pero hay muchos remedios naturales al alcance de nuestra cocina con las mismas propiedades. Por ejemplo:
Compresas caliente con agua de orégano. Aunque originalmente lo utilizamos para darle un toque a nuestras comidas, esta especia tiene componentes relajantes y antiinflamatorios. La manera de emplearlo es muy simple: Aplica dos cucharadas de orégano en un vaso de agua hirviendo, dejalo reposar por varios minutos hasta que tenga la temperatura adecuada. Colá la infusión y mojá una toallita en el líquido, posteriormente aplicalo en la zona cervical durante 5 minutos y descansa. Podes repetir el procedimiento varias veces al día.
Los masajes suaves en la zona también ayudan a relajar los músculos, podes emplear aceite esencial de romero. Este posee efectos analgésicos, estimula la circulación sanguínea y relaja la zona. Combina 5 gotas de aceite de romero con una cucharada de aceite de coco y masajeá con cuidado la zona hasta darle calor. Es importante dejar que la piel absorba el óleo y reposar. Se puede repetir el procedimiento varias veces.
Otro aceite muy efectivo es el de lavanda. Tiene activos antiinfamatorios que favorecen el alivio de las contracturas y lesiones musculares. De hecho, se destaca como uno de los tratamientos para la tortícolis más efectivos y utilizados. El procedimiento es el mismo que con el de romero. Podes combinar el oleo de lavanda con aceite de almendras y aplicar sobre la zona.
Otro ingrediente destacado es el vinagre de manzana, pero no suele ser el preferido por su olor fuerte. Lo cierto es que es un producto orgánico que puede calmar varios tipos de dolencias. Sus compuestos mejoran el flujo sanguíneo y disminuyen la severidad de los espasmos.
Podés emplearlo mezclando media taza de vinagre de manzana en una taza de agua caliente. Luego, con la ayuda de una compresa, aplicar el liquido caliente (a una temperatura tolerable) sobre la zona afectada durante 10 minutos.
Las compresas de agua caliente son muy efectivas, en el caso de que no tengas alcance a ninguno de estos producto, también es una opción valida para mejorar las molestias de la tortícolis.