Muchas cafeterías la incluyeron en sus menús, ya sea fría o caliente, incluso en postres. En los últimos años se vieron también a varias celebrities paseándose con sus vasos llenos de esta bebida, así que ha estado causando bastante curiosidad.
Su origen es chino pero está más posicionado como parte de la cultura japonesa. Su origen se remonta a la época de la dinastía Song, entre los años 960 y 1279. En esos tiempos había una corriente migratoria muy fuerte a China, los japoneses se acercaban a aprender sobre el budismo Chan, que es el predecesor del budismo Zen, y fue ahí donde se empezó a intensificar el consumo de matcha.
Para los monjes esta bebida ayudaba a mantener la mente alerta y favorecía los procesos de meditación, fue así entonces que se expandió a otros países, cuando los jóvenes migraban y se llevaban con ellos la costumbre de beberlo.
La matcha es té verde, pero con un proceso diferente, se obtiene machacando las hojas hasta volverlas un polvillo. Algo que la diferencia notablemente del tradicional es que su cultivo, recolección, secado y triturado es muy específico para obtener un polvo fino e intenso, esto aumenta hasta diez veces más sus bondades.
Esta bebida ayuda a disminuir los niveles de estrés y ansiedad gracias a su compuesto de L-teanina, que además es bueno para mejorar el estado de ánimo, la concentración y la memoria. Como también tiene una dosis de cafeína activa el organismo, pero no al punto del café, lo cual es bueno por que no te limita en la cantidad de tazas que quieras beber al día.
Como el té verde tradicional, la matcha es un fuerte antioxidante que previene enfermedades y el envejecimiento prematuro, contiene catequina que actúa como quemador de grasas natural y acelera el metabolismo. Otra de sus bondades es que previene la artritis, fortalece el sistema inmune y evita las alergias.
Es rica en fibra, lo que favorece su absorción y el tránsito intestinal, también regula los niveles de azúcar en sangre y el colesterol. Tiene importantes nutrientes como vitamina C, selenio, cromo, magnesio y zinc, además de clorofila que ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo.