Si algo se puso muy de moda entre jóvenes y adultos es el uso de los cigarrillos electrónicos. Muchos lo prueban por curiosidad, mientras que otros lo utilizan como una alternativa para dejar el cigarrillo convencional. Lo cierto es que vapear no es más sano y trae consecuencias para la salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cigarrillos electrónicos son la forma más común de sistema electrónico de administración de nicotina (SEAN) y sistema electrónico sin nicotina (SESN).
El mecanismo de funcionamiento implica el calentamiento de un líquido o esencia saborizada que, normalmente, tiene diferentes porcentajes de nicotina y al ser inhalados por el consumidor producen el vapor. Estas también poseen otras sustancias tóxicas como el formaldehído que son dañinas para las personas y para quienes están expuestas al vapor, recuerda el organismo.
La doctora Zunilda Palacios, directora del Programa Nacional de Control del Tabaquismo y Enfermedades Respiratorias Crónicas explica desde el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social que el cigarrillo electrónico, al igual que el convencional, es altamente adictivo y riesgoso para la salud por las sustancias carcinógenas contenidas en el dispositivo, como las nitrosaminas y otros químicos como el dietilengico. Estas pueden afectar el cerebro, así como cualquier tejido del organismo y producir trastornos y enfermedades que pueden llegar a ser letales.
También agrega que, como muchos desconocen, no solo afecta a quien esté vapeando sino también a quien inhale este vapor de forma indirecta. Actualmente, en nuestro país cerca del 12,5% vapea y esta cifra va en ascenso.
Los líquidos de cigarrillos electrónicos también contienen sustancias químicas únicas que alteran el microbioma oral y promueven la disbiosis, un desequilibrio constante de la flora intestinal. Un estudio realizado por la Universidad de Nueva York analizó el impacto que tiene este hábito sobre la salud bucal y descubrieron que quienes vapean tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades en las encías y periodontitis.
La doctora Palacios hace énfasis en evitar estos dispositivos y en el caso de querer dejar de fumar, antes de optar por esta alternativa, lo mejor es pedir ayuda a un especialista. Según expone no hay evidencias que estos dispositivos electrónicos sean realmente efectivos para abandonar el tabaquismo, e igualmente son malos para la salud.