Mburucuyá o mbaracuyá. Esta deliciosa fruta exótica tiene varios nombres, entre ellos también nos encontramos con: calala, parchita y fruta amarilla de la pasión. Todos alguna vez la probamos y su sabor se destaca por ser dulce y ácido a la vez.
Se presume que es originaria de Brasil, aunque también crece en Centroamérica y el sur de África. Lo cierto es que este alimento posee múltiples bondades para la salud y su uso se extiende hasta en diferentes cosméticos. Por eso, te contamos sus propiedades y por qué deberías incluirla seguido a tu dieta.
El mburucuyá es sedante, calmante, analgésico y refrescante. Reduce la presión alta, fortalece y estimula al corazón, relaja los vasos sanguíneos, es diurético y antioxidante. Según un estudio publicado por la revista American Journal of Lifestyle Medicinem el betacaroteno, así como la vitamina A y C que posee son esenciales para la vista, la piel, el cabello, la mucosa, huesos y sistema inmune.
También combate la tos y previene las infecciones respiratorias gracias a su contenido de flavonoides. Como es un alimento rico en fibra, tanto en la pulpa como la cáscara, facilita los procesos digestivos, el tránsito intestinal, limpia los vasos sanguíneos y elimina el exceso de colesterol.
Es fuente natural de minerales como el potasio, fósforo y magnesio, necesarios para la salud del sistema muscular, la formación de huesos y dientes, y el funcionamiento del intestino, además de los nervios y músculos. Una porción de esta fruta brinda la ración de potasio que el cuerpo necesita diariamente.
Por otro lado, su contenido alto en carbohidratos y azúcares ayuda a subir el estado de ánimo. Comer un alimento rico en carbohidratos genera que los niveles de azúcar en la sangre aumenten elevando la energía.
Para terminar, esta fruta es buena para combatir los cólicos menstruales, gracias a su efecto antiespasmódico. También ayuda a controlar otro tipo de dolores como los son estomacales o bronquiales.