Ellos sienten curiosidad por todo y nos llenan de preguntas, además que copian todo lo que los adultos hacen a su alrededor, por eso te contamos algunas acciones para cuidar al medio ambiente que podes poner en práctica desde casa.
Desde explicaciones simples hasta juegos, a los más pequeños del hogar se les puede inculcar hábitos ecofriendly para que aprendan desde temprana edad a tratar el planeta con respeto y entender porqué tomar ciertas decisiones en el futuro.
Alguna vez se ha escuchado en algún salón de clases decir a una maestra: “¿en tu casa también tiras la basura en el piso?”. Es una reflexión tanto para los niños como los adultos. Es algo tan simple que muchos lo omiten, por eso enseñarles a los más peques a guardar los papelitos en los bolsillos hasta tener un tacho de basura cerca, puede evitar muchos problemas de contaminación y el día de mañana tener ciudades más limpias.
Otra forma de enseñarle ecotips es llevando una bolsa y guantes, y si hay desechos en el lugar donde vamos, tomar unos minutos para recogerlos y explicarles porqué no hay que tirar basura en cualquier parte.
Aprender a reciclar no es tan complicado como parece, y si a nosotras nos hubieran enseñado desde chicas en forma de juego ya lo tendríamos incorporado como un hábito más. Las “tres R”: reusar, reducir y reciclar, son muy importantes para disminuir los residuos.
Desde casa se puede tener tres tachos de basura diferentes y divididos por colores, por ejemplo: el verde para los desechos orgánicos (frutas, verduras, cáscaras de huevo), amarillo para los inorgánicos (papeles, vidrios, latas) y por último rojo para los desechos.
Tal vez no todas tenemos “mano” para la jardinería o tiempo para cuidar de un huerto, también puede ser que no lo tengamos en cuenta porque no contamos con un jardín para plantar semillas pero enseñarle a los niños a cultivar es un acto de bondad y amor.
Con unas macetas, o incluso recipientes que no usamos, un poco de tierra y algunas semillas podemos enseñarle a los peques a conectar con la naturaleza. Desde su perspectiva, contemplar el proceso de ver germinar una semilla, observar cómo la plantita que ellos mismos cultivaron va cambiando y siguen cuidando será asombroso.
Algo que cambió mucho en las últimas décadas es pasar tiempo en la naturaleza. Compartir tiempo de calidad con los niños al aire libre, caminar descalzos en la tierra, andar en bici, hacer un picnic en un parque es algo que debemos hacer tan seguido como podamos.
Aprender a aprovechar y no desechar el agua y la comida también es un hábito que hay que enseñarles desde temprana edad. Casi el 8% de la emisión de gases efecto invernadero provienen de los desperdicios alimenticios. Nosotras debemos aprender a preparar las porciones justas de comida para que no haya sobras y a los niños hay que enseñarles a servirse la cantidad que realmente van a consumir. En el caso de que queden sobras no hay que tirarlo, sino inculcar que se puede comer en la próxima colación.
Por último, y no menos importante, hay que enseñarles a no usar pajita. A muchas nos gusta pero la realidad es que son innecesarias y contaminan. Su durabilidad es de algunos minutos y cuando se desechan implica un daño severo para la fauna. En el caso de que quieran usar pajita se puede optar por las reutilizables de acero inoxidable, bambú o silicona.