Algunas vez sin darte cuenta, habrás dejado sobras de pizza en el horno, un bizcochuelo sobre la mesada o microondas y te encontraste después con la sorpresa de un caminito de hormigas yendo directo a la comida.
Si bien es más común que abunden en ciertas estaciones del año, lo cierto es que pueden aparecer siempre y es algo muy molesto en general por que da un aspecto desagradable para quienes las vean, especialmente si aparecen en la cocina.
De todos modos hay que entender que es normal que estos bichitos se hagan ver por la casa, están por todas partes y durante los climas cálidos salen a recolectar. Hay muchos productos químicos para eliminarlas e incluso se puede optar por un fumigador, pero en el caso que prefieras soluciones más naturales y sostenibles en el tiempo, te contamos una lista de ingredientes que te ayudarán a eliminar las hormigas de tu hogar.
- Vinagre. No sólo es excelente para desinfectar y desengrasar la cocina, también repele a las hormigas. Estos bichitos sueltan feromonas para llamar a otras y así formar esos caminitos que siempre arman, el olor fuerte del vinagre tapa estas hormonas y las desorientan. Podes limpiar los pisos de tu casa con agua y vinagre o simplemente aplicarlo en todos los rincones y zonas donde éstas se paseen.
- Limón. Cumple una función similar al vinagre, el ácido de esta fruta cítrica las perturba y desorienta. Se puede emplear el zumo para limpiar y la cáscara en los lugares donde estos bichos se junten.
- Talco. Es un repelente natural de hormigas, cualquier tipo de talco las ahuyenta. La aplicación es simple, basta con esparcir el polvo por donde las hormigas se paseen.
- Bicarbonato de sodio y azúcar. Esta combinación fulmina a las hormigas, naturalmente huyen de ella.
- Granos de café. A las hormigas no les gusta el aroma de los granos de café, este ingrediente es especial para esparcir en la parte exterior del hogar.
- Cáscaras de pepino. Es tóxico para los tipos de hongos de los que se alimentan las hormigas, y por lo tanto, ellas las evitan.
- Menta. Poné hojas de menta o las bolsas de té alrededor de las ventanas y puertas, y los lugares por donde entren estos insectos.