Casi todas las mañana ocurre lo mismo: suena la alarma, apenas podemos abrir los ojos, pensamos: “cinco minutos más” y postergamos la alarma. Para cuando llega el momento de levantarnos, sentimos que nuestra mente y cuerpo no responden.
Nos sentamos al borde de la cama, miramos una zapatilla por un rato, y luego de unos minutos, por fin salimos de la habitación. Al día siguiente se repite la misma situación, incluso hay días que ni escuchamos el despertador, pero ¿por qué ocurre esto?
La dysania se puede definir como: “un estado de conciencia alterado en el que cuesta trabajo despertar a la realidad, es decir, el cuerpo llama a seguir durmiendo, a pesar de que sabes que es hora de levantarse”, afirma la Clínica de trastornos del sueño.
Los que no sufren de esa situación pensarán que es sólo pereza, pero no, según la ciencia la dificultad para despertarnos a la mañana es un trastorno más del sueño y, afortunadamente, tiene solución. Según el Colegio de Psiquiatras del Reino Unido, la dysania se da frecuentemente en personas que padecen ansiedad y depresión.
¿Cómo diferencio la dysania de la holgazanería?
Este trastorno del sueño está vinculado a problemas emocionales, psicológico o incluso físicos. Si este es el caso, lo recomendable es consultar con un especialista que ayudará a que aliviemos todos los síntomas y hasta este problema matutino.
En cambio, cuando no existen estos síntomas, está relacionado a los hábitos del sueño. Puede ser que no duermas lo suficiente, duermas en exceso o tengas una rutina muy pesada y exigente, incluso, que estés estresada.
Si esa es la situación, podes probar: cenar liviano antes de acostarte a dormir, incluir un poco de actividad física durante el día, dejar la siesta (en el caso de que lo hagas), evitar los celulares y las pantallas antes de irte a dormir, leer un libro y beber infusiones que estimulen la melatonina y relajen tu cuerpo.