Desde el inicio de la pandemia, el distanciamiento social es una de las pautas para combatir el Covid-19 y a consecuencia, nos vimos obligados a adaptarnos al confinamiento y seguir siendo funcionales en nuestras diversas tareas.
Los dispositivos electrónicos como: computadoras, tablets y celulares se volvieron una herramienta indispensable para el trabajo y el estudio. Esta transición no fue solo para los adultos, también les tocó a niños y adolescentes. Pero, ¿cuántas horas deberían estar los pequeños del hogar frente a las pantallas?
En el 2019, la Organización Mundial de la Salud dio pautas acerca del tiempo que deben estar los niños y adolescentes frente a las pantallas y cómo supervisarlos.
Cuando se trata de niños menores de 2 años de edad, la OMS recomienda que se los mantenga alejados de los dispositivos. Durante esta etapa es fundamental que los bebés interactúen con las personas y su entorno, y no con una pantalla.
De los 2 a los 5 años las indicaciones cambian levemente, ya que se les puede permitir a los niños que usen una pantalla, pero por un tiempo máximo de 30 minutos al día y siempre en compañía de un adulto.
A partir de los 6 hasta los 12 años, el tiempo prudente es de dos horas. La recomendación es que los menores pasen más tiempo haciendo actividad física, que desarrollen buenos hábitos y autocontrol, especialmente con los celulares y los videojuegos.
La sugerencia para adolescentes y adultos es prácticamente la misma, lo ideal es que el tiempo de exposición no supere las 4 horas diarias. Las consecuencias del exceso influyen en una especie de adicción, el ocio favorece al sobrepeso, la vista se ve perjudicada, la persona puede tener alteración de las horas de sueño y nerviosismo.
No se trata de la prohibición del uso de tecnologías, sino de fomentar hábitos saludables en los menores y que entiendan que no es bueno para su salud usar demasiado tiempo las pantallas.