“El Niño” sorprende a sus fans con el lanzamiento de su nuevo single, finalizando así un 2021 cargado de éxitos y reconocimientos. Para cerrar el año, quizo dar el mejor regalo a sus fans antes de la Navidad.
Mientras muchos nuevos artistas de la música latina buscan continuar con la oleada global de Reggaetón, LatinTrap y otros estilos de música rítmica en español, se ha hecho evidente que Lunay, el dinámico “niño prodigio” musical de Puerto Rico de tan sólo 20 años, es la indiscutible superestrella de la nueva generación del género.
Con esta nueva canción, el artista sigue posicionándose entre los favoritos demostrando su talento en componer y crear temas que se convierten rápidamente en hits.
En “787″, apuesta por cantarle a ese amor que comenzó como un juego, pero que con el tiempo se convirtió en su obsesión y no puede sacarla de su cabeza, así que llama al 787 para confesar todos los sentimientos que esa persona genera en él.
El videoclip fue grabado en diversas locaciones de un hotel en donde el artista apuesta por mostrar fotografías de lo que fue el proceso de grabación, mientras recorre varios lugares del hotel intentando tener un contacto con ese amor que no ha podido olvidar.
Lunay actualmente cuenta con más de 10,1 millones de seguidores en Instagram, más de 1,9 millones de seguidores en Facebook, y sigue arrasando en cifras con grandes números en Tik Tok cuenta con más de 3,5 millones de seguidores, y acumula a su vez más de 1,3 millones de reproducciones en Spotify, sumado a sus 4,88 millones de suscriptores en Youtube.
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¿Te animás con la salsa agridulce? Aquí va una receta con pollo
Pese a estar en otoño y a punto de entrar en invierno, en estos días se dieron jornadas calurosas. Un plato ideal para días como estos, en donde perdemos el apetito y estamos sin muchas ganas, es preparar algo rápido, sencillo y sobre todo liviano.
En esta receta se destaca, por ejemplo, los beneficios del vinagre, que se incluye entre los ingredientes, entre los cuales están: ser un excelente antioxidante, un fantástico limpiador de bacterias y hongos, además de estar recomendado para diabéticos.
Para esta receta te dejamos los ingredientes sencillos y que casi siempre los tenemos en casa, porque forma parte de platos que a diario se preparan.
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Ingredientes
1 muslo de pollo
3 cucharadas de salsa de soja
1 cucharada de azúcar
3 cucharadas de vinagre
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Cocinar no te llevará mucho tiempo, quizás, lo que más demore sea deshuesar. Abajo te contamos los pasos que debes seguir para deleitarte con este delicioso plato con sabor oriental.
Preparación
- Preparar el muslo de pollo sin hueso.
- En una sartén, añadir aceite y cocinar ambos lados del pollo.
- Una vez dorado, agregar: salsa de soja, azúcar y vinagre.
- Dejar reducir y ¡listo el plato!
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Brasil tiene ahora dos veces más riesgo de sufrir inundaciones a causa del cambio climático
El cambio climático duplicó las probabilidades de que ocurrieran las inundaciones que devastaron en mayo el sur de Brasil e intensificó las lluvias causadas por el fenómeno de El Niño, dijeron científicos este lunes.
El equivalente a tres meses de lluvia cayó sobre el estado de Rio Grande do Sul en dos semanas en un “evento extremadamente raro, que se espera que ocurra solo una vez cada 100-250 años”, según un estudio publicado por el grupo World Weather Attribution (WWA).
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El diluvio, que se prolongó varios días desde finales de abril, sumergió ciudades, incluida la capital del estado, Porto Alegre, y su aeropuerto internacional. Afectó a más del 90 % de los municipios de esa región del tamaño de Ecuador. La catástrofe dejó 172 muertos y 600.000 desplazados.
“Los investigadores estimaron que el cambio climático hizo el evento más del doble de probable y entre 6 % y 9 % más intenso”, dijo en un comunicado el WWA.
Por otra parte, los efectos del fenómeno de El Niño hicieron que las precipitaciones fueran hasta un 10 % más intensas, agregó la red mundial de científicos que evalúa la relación entre los fenómenos meteorológicos extremos y el calentamiento.
“Lo aterrador de estas inundaciones es que nos muestran que el mundo necesita estar preparado para eventos tan extremos que no se parecen a nada de lo que hayamos visto antes”, dijo Maja Vahlberg, consultora de riesgo climático del Centro del Clima de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
Regina Rodrigues, investigadora de la Universidad Federal de Santa Catarina, dijo que el desastre mostró que incluso cuando El Niño está en una fase de debilitamiento, como ocurre actualmente, puede ser extremadamente peligroso.
“El cambio climático está intensificando el impacto de El Niño en el sur de Brasil al hacer que un evento extremadamente raro sea más frecuente e intenso”, afirmó.
De las cuatro mayores inundaciones que ha sufrido en su historia Porto Alegre, “tres ocurrieron en los últimos nueve meses”, dijo Rodrigues en una conferencia de prensa. “Esto es muy raro”, precisó.
No hay seguridad
Rio Grande do Sul es particularmente vulnerable a las inundaciones, al albergar un vasto sistema fluvial que recorre buena parte de su territorio.
Porto Alegre se encuentra a orillas del Guaiba, donde convergen cinco ríos antes de desembocar en una de las lagunas de agua dulce más grandes de Sudamérica, la Laguna de los Patos. Pero hasta 2023, la región llevaba seis décadas sin sufrir ninguna inundación importante.
Ello puede haber dado a sus habitantes una falsa sensación de seguridad, estimó Vahlberg.
Un amplio sistema de protección contra inundaciones en Porto Alegre, construido después de graves inundaciones en 1941 y 1967, fue diseñado para soportar niveles de agua de hasta seis metros.
Sin embargo, Vahlberg sostiene que la falta de mantenimiento hizo que comenzara a fallar a los 4,5 metros.
Criticado por algunos habitantes de la ciudad por obstaculizar la vista del Guaiba, hubo falta de inversión y, en los últimos años, presión para desmantelarlo por completo.
Deforestación y urbanización
Una semana antes del evento en Rio Grande do Sul se emitieron alertas, pero es posible que no llegaran a la mayoría y “la población puede no haber comprendido la gravedad del impacto esperado”, sostuvo Vahlberg.
Los científicos subrayaron que la deforestación para dar paso a la agricultura y a la rápida urbanización también “empeoró los efectos”.
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El estudio de WWA citó datos que muestran que el 22 % de la vegetación nativa del estado se ha perdido en menos de cuatro décadas, gran parte de ella sustituida por plantaciones de soja.
Al menos 240 asentamientos informales, 80 comunidades indígenas y 40 de descendientes de africanos esclavizados (conocidas como quilombolas) se vieron gravemente afectadas por las inundaciones.
“Implementar políticas que hagan menos vulnerables a las personas, aumentar la protección contra las inundaciones y restaurar los ecosistemas naturales para amortiguar el impacto de las fuertes lluvias son algunas formas en que los gobiernos pueden evitar pérdidas humanas y limitar los daños de estos eventos”, subrayó Vahlberg.
Fuente: AFP
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La Niña aparecería desde julio con temperaturas más frías
El fenómeno meteorológico La Niña podría llegar próximamente, acompañado de temperaturas más frescas, después de los máximos de calor alimentados por El Niño y batidos mes tras mes desde hace un año. Hay un 60 % de probabilidades de que La Niña aparezca en el periodo julio-setiembre y un 70 % en agosto-noviembre, según la OMM, que considera que “el riesgo de reaparición de El Niño es insignificante durante ese periodo”.
“El fenómeno El Niño 2023/24, que contribuyó a alimentar el aumento de las temperaturas globales y de las condiciones meteorológicas extremas en todo el mundo, muestra signos de estar llegando a su fin. Es probable que haya un regreso a las condiciones de La Niña más adelante este año”, indica la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en su último informe sobre estos dos fenómenos meteorológicos mundiales, que tienen impactos casi opuestos.
Antes, en el periodo junio-agosto, la organización estima que existe la misma probabilidad (50 %) de que se den condiciones neutras -ni Niño ni Niña- o de que se produzca una transición a La Niña. La Niña designa el enfriamiento a gran escala de las temperaturas de la superficie de los océanos en el centro y el este del Pacífico ecuatorial. Este fenómeno está asociado a cambios de la circulación atmosférica tropical: vientos, presión y precipitaciones.
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Los efectos precisos varían en función de la intensidad y la duración, así como de la época del año en que se produce el fenómeno y la interacción con otros fenómenos climáticos, señala la organización de la ONU. Los efectos también varían según las regiones. En los trópicos, La Niña produce impactos climáticos opuestos a los de El Niño.
Sin embargo, estos fenómenos climáticos naturales “se producen ahora en el contexto de un cambio climático inducido por el hombre, que aumenta las temperaturas mundiales, exacerba las condiciones meteorológicas y climáticas extremas y repercute en los regímenes estacionales de precipitaciones y temperaturas”, recuerda la OMM.
Calor y huracanes
Cada mes desde junio de 2023 marcó un nuevo récord de temperatura, y 2023 fue con diferencia el año más cálido jamás registrado. “El final de El Niño no significa una pausa en el cambio climático a largo plazo, ya que nuestro planeta seguirá calentándose debido a los gases de efecto invernadero que atrapan el calor”, declaró Ko Barrett, secretaria general adjunta de la OMM, citada en el comunicado.
La Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA) ya incorporó La Niña a sus previsiones para la temporada 2024 de huracanes en el Atlántico Norte. Esta comenzará a principios de junio y se anuncia “extraordinaria”, con la posibilidad de entre cuatro y siete huracanes de categoría 3 o más, según la NOAA. La OMM también señala que los últimos nueve años fueron los más cálidos jamás registrados, pese al efecto de enfriamiento de una larga La Niña, que duró desde 2020 hasta principios de 2023.
Enfriamiento de temperaturas
El fenómeno meteorológico La Niña regresa al planeta y traerá un enfriamiento de las temperaturas, tras un periodo de El Niño que provocó, junto al cambio climático, récords de calor en 2023. Pero el impacto de este enfriamiento podría ser en promedio muy débil, advierten los climatólogos, a causa del impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero, ya responsables de un aumento de las temperaturas mundiales de al menos 1,2° C en promedio en comparación con finales del siglo XIX. Así es como el ciclo El Niño-oscilación del sur (ENSO, en inglés) influye en el clima mundial.
El Niño se refiere al fenómeno cíclico de calentamiento del agua en el centro y el este del océano Pacífico tropical, que influye en las precipitaciones, los vientos y las corrientes oceánicas, y hace subir el promedio de las temperaturas mundiales. Ocurre cada dos a siete años y generalmente dura de nueve a doce meses. El último El Niño, que comenzó en junio de 2023, se encuentra entre los cinco más intensos jamás registrados, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). En condiciones normales, los vientos alisios sobre el Pacífico soplan hacia el oeste a lo largo del ecuador, llevando las aguas cálidas de Sudamérica hacia Asia.
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Para reemplazarlas, el agua fría asciende desde las profundidades. Pero durante El Niño, estos vientos alisios se debilitan y el agua caliente regresa hacia América, alimentando un calentamiento adicional de la atmósfera y el desplazamiento de la corriente en chorro del Pacífico (o jet stream: vientos poderosos situados a la altura donde vuelan los aviones) hacia el sur.
Este desplazamiento de la corriente en chorro generalmente provoca un clima más seco en el Sudeste Asiático, Australia, Sudáfrica y la región septentrional de Sudamérica y, por el contrario, provoca condiciones mucho más húmedas en el Cuerno de África y el sur de Estados Unidos. El cambio climático influye en el ciclo ENSO, pero su efecto aún es incierto, explica Michelle L’Heureux, especialista del fenómeno en la agencia meteorológica estadounidense NOAA.
Las condiciones más secas o más húmedas provocadas por el ENSO “pueden amplificarse” debido al calentamiento global, explica. En todo caso, ese aumento de las temperaturas mundiales sirve como una “ventana al futuro” del cambio climático: “al dar un impulso temporal, el ENSO ofrece un vistazo de cómo es un mundo más cálido”, cuenta la meteoróloga, tras un año sin precedentes.
Período neutro
Aunque El Niño se ha atenuado, los primeros cuatro meses de 2024 han continuado rompiendo récords de calor, lo cual no es una sorpresa ya que su ciclo generalmente hace subir las temperaturas el año siguiente a su aparición. El ENSO no funciona “como un interruptor”, explica Michelle L’Heureux. “Se necesita un tiempo para que la circulación atmosférica mundial se adapte”. Según la OMM, hay una probabilidad del 50 % de que el trimestre junio-agosto sea un período neutro, entre los dos ciclos, o bien se inicie La Niña.
La Niña
El fenómeno La Niña se traduce en un enfriamiento del océano Pacífico oriental durante un período de aproximadamente uno a tres años, produciendo los efectos inversos de El Niño en el clima mundial. La Niña provoca condiciones generalmente más húmedas en algunas regiones de Australia, el Sudeste Asiático, India, el sureste de África y el norte de Brasil, pero condiciones más secas en algunas regiones de Sudamérica. También puede contribuir a una temporada de huracanes más violenta en el Atlántico. La agencia estadounidense NOAA anticipa una temporada 2024 excepcional, con entre cuatro y siete huracanes de categoría 3 o superior.
Un posible regreso de La Niña desde el verano no es suficiente para alimentar la esperanza de un alivio rápido para regiones como el Sudeste Asiático, golpeadas ya desde esta primavera (boreal) por olas de calor extremo. “El planeta se está calentando y el ENSO solo juega un papel secundario”, insiste Michelle L’Heureux. “Incluso con el posible desarrollo de La Niña a partir de este año, todavía esperamos que 2024 se sitúe entre los cinco años más calurosos jamás medidos”.
Fuente: AFP.
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El Niño y el cambio climático causan un récord de desastres en Latinoamérica
El fenómeno natural El Niño y el calentamiento global debido a la actividad humana provocaron un récord de desastres climáticos en Latinoamérica y el Caribe en 2023, indicó el miércoles pasado la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que expresó su solidaridad por la actual “catástrofe” en Brasil.
- Alina Dieste AFP
- Fotos: AFP
En su último informe sobre el estado del clima en la región, esta agencia de la ONU resaltó que el año pasado fue el más cálido del que se tiene registro. Además, señaló que se ha acelerado la subida del nivel del mar y el retroceso de los glaciares, y que se produjo “un gran cambio” en la distribución de las precipitaciones que causó sequías e incendios forestales y también inundaciones y deslaves.
“En todos los tipos de variables climáticas y ambientales se han batido récords durante 2023″, dijo la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, al presentar el reporte. “América Latina y el Caribe se han visto gravemente afectadas por los efectos de El Niño que se suman, por supuesto, a los de cambio climático inducidos por la presencia humana”, agregó.
La OMM describe a El Niño como un patrón climático natural asociado al calentamiento de la superficie oceánica en el Pacífico tropical, que suele producirse cada dos o siete años y durar entre nueve y doce meses, pero remarca que actualmente ocurre en el contexto de un clima alterado por las actividades humanas.
“CATÁSTROFE” EN BRASIL
En la presentación del informe hubo múltiples mensajes de solidaridad para Brasil por las históricas inundaciones en el sur del país, que han provocado más de un centenar de muertos, cientos de heridos y desaparecidos, y decenas de miles de desplazados. “Esta catástrofe es un trágico recordatorio de cómo los peligros climáticos cada vez más intensos y frecuentes socavan el desarrollo socioeconómico”, destacó Saulo.
Paola Albrito, directora de la Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), dijo que unos 11 millones de personas en Latinoamérica y el Caribe se vieron afectadas por desastres en 2023, la mayoría relacionados con el clima, “lo que resultó en pérdidas económicas de más de 20.000 millones de dólares”. “Lamentablemente, estamos viendo cómo esto ocurre ahora en Brasil”, apuntó, y felicitó al Gobierno brasileño por la operación de socorro.
Entre los desastres climáticos de 2023, la OMM destacó el huracán Otis, que devastó el balneario mexicano Acapulco en octubre. También mencionó la falta y el exceso de agua. Por un lado, dijo, una intensa sequía redujo a un mínimo histórico el nivel del río Negro en la Amazonía brasileña; perturbó “gravemente” el tráfico por el canal de Panamá; y golpeó el norte de Argentina, el sur de Brasil y Uruguay, que vivió su verano más seco en 42 años y sufrió un déficit hídrico crítico.
Por otro lado, la OMM recordó que copiosas lluvias dejaron decenas de muertos por deslizamientos de tierra e inundaciones en febrero en el sudeste de Brasil, y en noviembre en Jamaica, Haití y República Dominicana.
EL AÑO MÁS CÁLIDO
En 2023, la temperatura media fue la más alta registrada hasta ahora en Latinoamérica y el Caribe, indicó la OMM. Estuvo 0,82 °C por encima de la media del período 1991-2020, y 1,39 °C por encima del valor de referencia del período 1961-1990. En México, el verano boreal fue excepcionalmente tórrido, con una máxima de 51,4 ºC en agosto.
En tanto, de agosto a diciembre la región central de Sudamérica experimentó un calor abrasador. En algunas zonas de Brasil el termómetro marcó 41 ºC en agosto, en pleno invierno austral.
Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Perú registraron sus temperaturas más altas para un mes de setiembre y hubo grandes incendios forestales.
La OMM advirtió también que el ritmo de incremento del nivel medio del mar en el Atlántico sur y en las zonas subtropical y tropical del Atlántico norte supera la media mundial. Y apuntó que en Chile, el glaciar Echaurren Norte, de referencia para el servicio de vigilancia de glaciares WGMS, perdió unos 31 metros de equivalente en agua entre 1975 y 2023.
La OMM subrayó los “progresos para aumentar la resiliencia del sector de la salud al cambio climático”, y apuntó que 12 de los 35 países americanos están elaborando planes de adaptación.
Pero consideró “insuficientes” los servicios meteorológicos y climáticos prestados en la región. Albrito recordó que solo cerca del 1 % de la asistencia oficial para el desarrollo en Latinoamérica y el Caribe se destina a la prevención de desastres. “Este bajo nivel de inversión aumenta las vulnerabilidades y deja a muchos de los países menos desarrollados de la región en un estado constante de recuperación de desastres”, dijo.