“Esta película es probablemente la más intimidante de mi carrera. Amor sin barreras es, posiblemente, la mejor banda sonora jamás escrita para el teatro”.
Steven Spielberg adapta este clásico del teatro musical -como director y productor- y que además cuenta con un guion galardonado con un premio Pulitzer y Tony. Su legado es innegable y él director oscarizado es muy consciente de ello. Desde hoy, jeuves 9 de diciembre en cines, y cuenta más al respecto.
“Me encanta la película original [West Side Story en su titulo original, 1961] hecha por Robert Wise con Jerome Robbins. Wise fue un amigo cercano durante muchos, muchos años, y hablé con él sobre la película hasta la saciedad. Y Walter Mirisch, que la produjo, es otro querido amigo que me contó todo tipo de grandes historias sobre la realización de la película”.
Y agrega: “El riesgo que conlleva este proyecto no se nos escapa, pero todos los involucrados ingresaron a él con tremendo amor y respeto, rayando en la reverencia, por la obra y obviamente por sus legendarios creadores. De todas formas, también sabíamos que teníamos que hacer una película para nuestro tiempo y hacerla con una comprensión contemporánea, y con los valores contemporáneos a los que nos suscribimos”.
Traerla de vuelta
“Amor Sin Barreras es profundamente cierta acerca del amor, la vida y la muerte. Quería que todos en el equipo creativo se sintieran parte de llevar las profundas y hermosas verdades de esta historia a las audiencias contemporáneas. Es muy intimidante tomar una obra maestra y hacerla a través de diferentes ojos y sensibilidades, sin comprometer la integridad de lo que generalmente se considera la mejor música jamás escrita para el teatro. Pero creo que las grandes historias deben contarse una y otra vez, en parte para reflejar en el trabajo las diferentes perspectivas y los distintos momentos en el tiempo”.
Un sueño de infancia
“Mi madre tocaba el piano y la música era un gran amor para mis padres. Mis hermanas y yo crecimos escuchando el repertorio de mi madre: Schuman, Beethoven, Brahms, Chopin y Shostakovich. Creo que fue su amor por la música, combinado con mi apetito insaciable por entender todo sobre las películas y la realización de películas, lo que me llevó a comenzar a coleccionar álbumes de bandas sonoras de películas cuando era joven, alrededor de los diez u once años”.
“No estoy seguro de quién consiguió el álbum de la banda sonora de Amor Sin Barreras, pero sé que me encantó la primera vez que la escuché. Cuando era niño podía cantar cada una de sus canciones de memoria, y las cantaba en la cena hasta agotar la paciencia de todos en mi familia. La partitura parece que siempre ha sido parte de mi ADN. No sabía exactamente cómo, pero siempre me pareció inevitable que eventualmente encontraría alguna forma de trabajar en Amor Sin Barreras”.