Puede que no sea tan cómodo pero es una excelente práctica con beneficios evidentes en la salud. La movilidad nos mantiene fuerte con el paso de los años.
El fundador de Blue Zones, Dan Buettner, explica que las personas que viven en Okinawa, Japón, mantienen los muebles al mínimo en sus hogares, por lo que, naturalmente, pasan la mayor parte de su tiempo sentado en el suelo. Y resalta que los beneficios para la salud son evidentes.
“Las mujeres más longevas de la historia del mundo vivieron en Okinawa, y sé por experiencia personal que se sentaron en el suelo. Pasé dos días con una mujer de 103 años y la vi levantarse y bajarse del piso 30 o 40 veces, así que eso es como 30 o 40 sentadillas diarias”.
Algunos investigadores no se sorprenderían al saber que una mujer que es capaz de pararse repetidamente desde una posición sentada en el suelo haya vivido hasta los (al menos) 102 años, ya que afirman que su capacidad para pararse desde una posición sentada, sin usar ninguna de sus extremidades (conocida como la prueba de sentarse y levantarse) es un buen indicador de su longevidad.
Un estudio publicado en el European Journal of Preventive Cardiology sugiere que los menos capaces de completar este movimiento tenían cinco o seis veces más probabilidades de morir que aquellos que estaban en mejores condiciones para completar la tarea.
“Es bien sabido que la aptitud aeróbica está fuertemente relacionada con la supervivencia, pero nuestro estudio también muestra que mantener altos niveles de flexibilidad corporal, fuerza muscular, relación potencia-peso corporal y coordinación no solo es bueno para realizar las actividades diarias, también influyen favorablemente en la esperanza de vida”, señaló en un comunicado de prensa el investigador principal del estudio, Claudio Gil Araújo.
Los beneficios diarios
Pasar de una posición sentada en el suelo a una posición de pie, varias veces al día, fortalece los músculos centrales y trabaja el equilibrio, los cuales pueden mejorar y extender la condición física y la movilidad esquelética-muscular en general.
También puede ayudar a evitar las caídas cuando sume años, que es una de las principales causas de muerte relacionada con lesiones no intencionales para las personas mayores de 65 años. Otro gran beneficio es cuando puede sentarse y volver a levantarse desde el suelo con relativa facilidad, es un signo maravilloso de la salud estructural, esquelética general y del equilibrio y alineación muscular, destaca la especialista en alineación corporal, Lauren Roxburgh.
Muchos de nosotros fuimos sedentarios durante demasiado tiempo y probablemente en entornos poco ergonómicos. “Levantarse de la silla y sentarse con las piernas cruzadas en el suelo puede ayudar a realinear el cuerpo, centrar los huesos del asiento y activar la estabilidad de su núcleo, mejorando la fuerza, la flexibilidad natural y el movimiento general”, dice.
Cómo sentarse en el piso
Dicho esto, Roxburgh señala que si va a sentarse en el piso, es importante que prestes atención a tu postura: “Evitá encorvarte, que puede aumentar la presión y el dolor lumbar. Asegurate también de mantener tu peso centrado sobre las caderas para reducir la presión en los tobillos y los pies”.
En su opinión, la mejor manera de sentarse en el suelo para una alineación óptima es sentándose en un almohadón, el borde de una manta doblada o una pelota blanda. “Esto ayuda a elevar ligeramente las caderas para una mejor alineación”, explica.
Nadie dice que tengas que estar todo el día en el piso, aunque Buettner insta a comprar muebles más bajos o deshacerse de algunos muebles por completo. Afortunadamente para quienes no van a limpiar sus hogares de asientos en el corto plazo, Roxburgh dice que es más importante simplemente mezclarlo.
“La clave para la longevidad, mantenerse flexible, fluido y mantener un cuerpo sano es crear cambios posturales continuos a lo largo del día [según sea posible]. Por lo tanto, sentarse en el suelo y hacer sentadillas largas y profundas periódicamente es una excelente manera de estimular la circulación, el flujo sanguíneo y la energía, así como aumentar la flexibilidad y el rango de movimiento, crear espacio y desarrollar una conciencia más profunda del cuerpo mientras lo ayuda a sentirse conectado a tierra”.