La edad para esta mujer fashionista no es un impedimento para derrochar estilo, por eso enamoró a las grandes casas del mundo de la moda, se convirtió en la musa de fotógrafos y en influencer para sus miles de fans.
“La belleza pasa y el estilo queda. Hay que ser curiosa y tener sentido del humor para vestirse”, dice una de sus frases célebres. Iris Apfel lleva vistiendo cómo quiere durante toda su vida, siendo todo un ícono en la sociedad neoyorquina y dedicándose a diseñar interiores -trabajando para la Casa Blanca- pero la fama le llegó a partir de una exposición de su guardarropa.
En el 2005, el Metropolitan Museum of Art de Nueva York le dedicó una exposición a su armario. Ya tenía 83 años. En el 2014, el director Albert Maysles estrenó el documental Iris acerca de su historia y el filme pasó primero por el Festival de Cine de Nueva York para luego, estrenar en Netflix al año siguiente.
“Más es más, menos es aburrido”, asegura sobre su estilo colorido y arriesgado. Vivió bastantes dificultades durante su infancia y adolescencia, y a eso atribuye que haya usado su creatividad para arreglárselas con lo que encontraba.
Ya tiene su propia Barbie con sus gafas carácterísticas, colecciones cápsulas con diseñadores, invitaciones a programas de moda como Project Runway, una línea propia de maquillaje, etc.
“Las tendencias vienen y van. Me gusta la ropa atemporal, lo simple, lo que puedas llevar mucho tiempo, aunque actualmente todo es usar y tirar”, destaca. Y por eso seguirá siendo ejemplo de derribar prejuicios porque como señala, el envejecimiento es inevitable pero hay que disfrutar de cada etapa de la vida.