Una corta semana de la moda en París recibió a los dos diseñadores libaneses con vestidos dignos de la alfombra roja. La pedrería y las lentejuelas fueron sus protagonistas.
Zuhair Murad fue uno de la decena de creadores que en la corta Semana de la Moda de París -desde el lunes hasta el jueves- optaron por un desfile presencial, en este caso en el jardín del Instituto Louis Le Grand, un emblemático edificio junto a la sede central de la Sorbona.
En la colección reinó el dorado, el plateado, el blanco, el malva y el verde, que dibujaron vestidos sirena con transparencias. Los escotes de los vestidos largos, muchos de ellos con largas colas, se llevaron en “V” y muy pronunciados, a menudo cerrados con un cinturón joya.
En las siluetas imperó el minimalismo, con cortes rectos, algún vestido asimétrico y cortes muy pegados al cuerpo donde el volumen lo ponían las colas, añadidas en la parte trasera. Así como también un mono de cristales parecía convertir a la modelo en una visión futurista, mientras que las faldas plisadas inspiradas en la Antigua Grecia se transformaban con incrustaciones y destellos metalizados.
Por su parte, Elie Saab mantuvo su presentación virtual, opción elegida por la mayoría, con un vídeo difundido en la plataforma de la Federación de Alta Costura y Moda, organizadora de la pasarela.
“Es el momento del éxito, de prosperar y de florecer”, destacó la firma en un comunicado a sus espectadores, ya que Saab se inspiró en la primavera y el renacer de las flores -para los anhelados meses poscovid- que tradujo en tonos pasteles y en espectaculares vestidos hollywoodienses con faldas traslúcidas bordadas, volantes en forma de pétalos y minivestidos con larguísimas colas en la parte trasera.
Espaldas abiertas, transparencias, brillos y suntuosos tejidos fueron parte de su propuesta alta costura otoño-invierno 2021/2022.