El cepillo dental es nuestro mejor aliado para mantener una buena higiene bucodental y prevenir enfermedades dentales. Además, también tiene un papel importante en el aumento del riesgo de infección, al servir como depósito de microorganismos.
Esto se debe a que una de las vías de entrada de los virus que causan las enfermedades respiratorias (entre ellas el coronavirus) es la mucosa oral. Entonces, una boca enferma corre el riesgo de causar varias infecciones porque las bacterias van al torrente sanguíneo, pudiendo complicar cualquier otra enfermedad de base como las cardiopatías o la neumonía.
“Realmente, hay que cambiar el cepillo de dientes después de una gripe fuerte o infecciones de la garganta. Es para evitar que por la acumulación de las bacterias en las cerdas de los cepillos, se favorezca una recaída. No debemos olvidar que nuestras defensas están para pelear ante cualquier infección, pero solo si hay ese riesgo”, explica la odontóloga y cirujana dental Nicelly Argüello García.
Por lo tanto, no alcanza solo con desinfectar el cepillo con el alcohol al 70% como se hace con otros objetos o superficies. “Se puede desinfectar, eso elimina un porcentaje de gérmenes, pero no completamente. Yo le recomiendo cambiar a mis pacientes”, recalca la especialista.
Al mismo tiempo, sugiere que también se puede sumergir el cepillo en clorhexidina que es un antiséptico de uso tópico para curar heridas. Como es un bacteriostático, (es decir, evita la reproducción de las bacterias), puede actuar como desinfectante. Pero eso no reemplaza el hecho de que el cambio de cepillo es la mejor medida de protección.
Errores comunes en el cepillado
“La gente usa un mismo cepillo hasta que las cerdas se inclinen. Lo recomendable es cambiar cada dos meses o después de algún resfrío porque con el paso del tiempo, las cerdas ya no cumplen la misma función de eliminar la placa bacteriana, que es el principal causante de la enfermedad periodontal”, detalla la doctora Argüello García.
Además, otra equivocación es usar las cerdas duras. Este tipo de cerdas pueden provocar desgaste en el esmalte dental, debido a la fuerza aplicada en la hora del cepillado. El cepillo ideal es el de cerdas suaves a media. Es ideal para limpiar los residuos de alimentos y espacios interdentales, según la recomendación de la odontóloga.
Enjugues bucales, ¿sí o no?
El enjuague bucal es una solución que suele usarse para mantener la higiene bucal después del cepillado de dientes, para eliminar las bacterias y microorganismos causantes de caries y eliminar el aliento desagradable.
Existen enjuagues con funciones específicas según su composición. Por eso, antes de utilizarlos es recomendable consultar siempre con un especialista. Hay de distintas composiciones, hasta como para algunas afecciones como la gingivitis o la periodontitis.
“La gente compra sin consultar o sin leer. Hay algunos enjuagues que contienen clorhexidina que es indicado por el odontólogo en algunos casos, pero por un determinado tiempo. También al ser usado sin consultar, puede causar manchas en los dientes”, advirtió la doctora.
A partir de ahora, ya sabés como cuidar mejor tu salud bucal.