En un hecho que puede conside­rarse de gran valor ciudadano por su trascendencia en la cali­dad de vida de muchas perso­nas, el Gobierno lanzó programas sanita­rios que abarcan el bienestar mental en general y el tratamiento de las adiccio­nes. Con ellos se espera iniciar de manera orgánica la ayuda del Estado en un tema muy delicado que afecta a la sociedad paraguaya, cuya incidencia va creciendo por diversos factores y que anterior­mente no tenía la atención que corres­ponde debido a su importancia. En ese sentido se trata de un hecho de relevan­cia en un asunto de mucho cuidado, que merece la atención especial de los orga­nismos estatales.

En un acto presidido por las autorida­des sanitarias se lanzó la aprobación de la Política y el Plan Nacional de Salud Mental 2024-2030, además del Manual Organizacional de la Red de Salud Men­tal y Adicciones. Con estos documentos el Estado pretende avivar y transformar el abordaje de la prevención, el tratamiento y la rehabilitación de las personas que sufren las diferentes formas de trastornos mentales. Hasta la actualidad en nuestro país no se contaba con documentos oficia­les actualizados que unifiquen y den sufi­ciente rigor al tratamiento de las personas que sufren las mencionadas afecciones. Situación que tendrá un cambio impor­tante con las nuevas disposiciones.

Con los tres elementos: la política gene­ral, el plan nacional de salud mental y el manual organizacional respectivo, se espera poder abordar adecuadamente los problemas que afectan a la gente del país en la mencionada especialidad. La minis­tra de Salud Pública, María Teresa Barán, quien presidió el acto del lanzamiento, destacó la trascendencia de los menciona­dos documentos explicando que son “una herramienta clave para construir un sis­tema de salud mental sólido, accesible y cercano a las comunidades”.

La secretaria de Estado admitió que toda­vía queda mucho por avanzar y que con este plan se podrá brindar una atención más integral. “Falta muchísimo por hacer, pero si no se comienza a construir este sistema de salud mental que todos los paraguayos nos merecemos, no se podrá avanzar”, reconoció. En medio de las explicaciones que brindó, dijo que, con los tres documentos apuntados, de ahora en más se contará con una herramienta para continuar en la tarea de mejorar la salud. Apuntó que uno de los propósitos del Ministerio de Salud es brindar la atención a la gente dentro de las redes de los servi­cios que ofrece.

Hay que resaltar las disposiciones adop­tadas por Salud Pública para buscar la atención a estos problemas muy delica­dos que afectan a muchas familias y que condicionan a cada vez mayor número de personas. La sociedad paraguaya requiere de un buen cuidado de la salud mental y sus conexiones de parte del Gobierno nacional, porque es un requeri­miento que se hace cada vez más fuerte. En ese sentido es un gran acierto de la administración sanitaria, que requiere el apoyo de la ciudadanía.

La salud mental nunca ha sido la priori­dad de los gobiernos anteriores y en esta ocasión, la administración actual está tomando cartas en el tema para cubrir esa falencia. No hay que olvidar que el cuidado y la promoción de la salud están entre las obligaciones fundamentales del Estado. El artículo 68 de la Constitución Nacional establece que: “El Estado prote­gerá y promoverá la salud como derecho fundamental de la persona y en interés de la comunidad”, y que por ello “Toda per­sona está obligada a someterse a las medi­das sanitarias que establezca la ley, den­tro del respeto a la dignidad humana”.

Lo realizado por el Ministerio de Salud está dentro de lo que pide la Carta Magna cuando dice que el Estado debe articular programas de bienestar social con estra­tegias basadas en la educación sanitaria y en la participación de la comunidad.

Por ello en la tarea emprendida por la secretaría de Estado se requiere la activa participación de la ciudadanía, pues su colaboración hará que fructifique el tra­bajo encarado oficialmente. Como el cui­dado y la preservación de la salud afec­tan directamente a los individuos, todos están obligados a procurar ese propósito partiendo de la protección adecuada de su persona particular para extenderse hacia los otros miembros de la sociedad. Solo así se puede llegar al alcance social que se requiere.

La falta de equilibrio entre el trabajo y la vida personal, no dormir lo suficiente y el agotamiento laboral son algunas causas de la fatiga mental, que puede afectar negativamente en nuestra vida diaria.

La fatiga mental es una forma de agotamiento que puede desarrollar cualquiera y, por lo general, produce desmotivación y mal humor. Pasar demasiado tiempo trabajando en la computadora, procesando papeleos o pensando creativamente, hacen que experimentes este cansancio extremo.

El exceso de trabajo y no descansar lo suficiente son dos de las principales causas a corto plazo de la fatiga mental. Los cambios significativos en la vida o el estrés también pueden provocar este agotamiento crónico. Una ruptura, un nuevo trabajo con presiones adicionales, una mudanza o lidiar con problemas de salud incluso pueden prolongar su condición.

Te puede interesar: ¿Cómo evitar que el estrés laboral domine tu vida?

Priorizar el autocuidado y la salud mental es esencial para prevenirla, ya que incluso puede afectar mucho en el estado emocional y físico. Por eso, aquí te compartimos algunas señales para tratar la fatiga mental lo antes posible.

1. Mayor sensibilidad. Cuando se lucha contra la fatiga mental, las emociones de lucha o huida se agudizan. Esto puede hacer que seamos más propensas a experimentar ansiedad o miedo y que tomemos decisiones imprudentes.

2. Enfermedad. El sueño rejuvenece el sistema inmunológico. Por ejemplo, es más probable que te resfríes cuando no duermes lo suficiente. Al lidiar con la fatiga mental, considera tu cuidado personal y tómate un tiempo para descansar, recuperar el sueño y despejar la cabeza.

3. Función cerebral irregular. También puede influir en la actividad cognitiva. Si te sientes estresada por los cambios en el estilo de vida o las largas horas de trabajo, es posible que procrastines más y hagas menos cosas.

4. Bajos niveles de energía. Este agotamiento puede afectar significativamente tu salud física, especialmente cuando la falta de sueño está causando una confusión mental. Sentirás que te mueves más lento y te sentirás más letárgico.

5. Mal humor. Puede ser además emocionalmente agotadora, lo que significa que podemos estar más irritables de lo habitual con familiares, amigos y seres queridos.

6. Agotamiento físico. Los síntomas de fatiga incluyen el cansancio extremo. Cumplir con las tareas importantes te parecerá más complicado y tendrás menos ganas de ir al gimnasio, caminar o levantarte de la cama. Toda la actividad física que antes parecía factible ahora se sentirá más desafiante.

7. Mala toma de decisiones. La lógica y la emoción juegan papeles iguales en la toma de decisiones. La fatiga mental disminuye la capacidad de pensar con claridad y puede verse afectada en la toma de decisiones con sensatez.

¿Cómo superarla?

Practica pasatiempos que distraigan tu mente del estrés para que puedas recibir el trabajo con una mente fresca y clara todos los días, establece límites para mantener un equilibrio saludable entre la vida laboral y lo personal, y trata de evitar el exceso trabajo. Además, siempre que puedas, dedica un tiempo a tu sano descanso.

Tomar aire fresco para despejar la cabeza y pasar tiempo en la naturaleza puede ser rejuvenecedor. Es más, los ejercicios de respiración profunda también pueden ayudar a controlar el estrés durante el día, y otro punto muy importante, es contar con el apoyo social.

Por eso, dedica tiempo también a tus seres queridos, principalmente a tus personas vitaminas, para recuperar tu alegría y buen humor. En el caso que no logres salir de dicha condición mental, acude a un profesional para identificar formas de establecer límites personales y profesionales, de manera a aliviar la fatiga mental.

Lee más sobre: Cinco consejos para superar el “burn out”