La serie no es nueva ni original de Netflix, pero se mantuvo dos semanas en el puesto número 1 del Top 10 de la plataforma -hasta ayer sábado- aunque sigue integrando los primeros lugares del ránking. ¿Será que lo que vemos en las plataformas puede reflejar la realidad social?
Por: Jazmín Gómez Fleitas
Si nos refugiásemos de la realidad en el entretenimiento, función por la cual es más conocida, entonces me pregunto por qué la mayoría de los paraguayos suscriptos la eligieron como para que alcance integrar el Top 10 en las últimas semanas. Resulta, curioso, por decir lo menos, cuando justamente la molestia ciudadana ante la gestión del gobierno respecto a la crisis sanitaria estalló en 9 días de manifestaciones, contando 10 si se realiza hoy.
1.En New Amsterdam el protagonista es el Dr. Max Goodwin (Ryan Eggold) que tiene la misión de ocupar el puesto de director del hospital público más antiguo de los Estados Unidos, el New Amsterdam en Nueva York. Pero contrario a lo que todos se esperan que sea, un traspaso más de mando sin mejora alguna, el Dr. Goodwin sorprende a todos tomando medidas para desbaratar la burocracia y el sistema instalado hace años, y así poder mejorar el servicio hospitalario para los pacientes.
La serie está catalogada en la plataforma como “emotiva y optimista”. En Paraguay venimos con 9 días de manifestaciones para reclamar qué pasó con esa promesa del gobierno hace un año atrás de que la cuarentena estricta era para “ganar tiempo” para ellos y para nosotros, ante la inminente situación que se venía: contagio comunitario. ¿Qué pasó con los 1.600 millones de dólares del préstamo para preparar a la infraestructura en salud? Sí, se duplicaron las camas en UTI. En marzo del año pasado en el sector público habían 380, ahora, un año después son 647 en total. Sin embargo, ¿de qué nos sirven que hayan duplicado la cantidad si no hay medicamentos, si no hay vacunas suficientes? ¿Si pudiendo conseguir las vacunas antes, decidieron especular con los precios? ¿Si las camas siguen siendo insuficientes? Porque la precariedad en salud ahora ya no se puede obviar más.
2.El Dr. Max Goodwin toma medidas drásticas. Todo el departamento de cardiología es reestructurado porque si bien eran los que más ingresos daban al hospital con las operaciones que realizaban, se trataban de operaciones “innecesarias” que podían tratarse de otra manera. ¿No les suena conocido el lucro con la vida humana? Porque el paralelismo entre esta serie médica y los políticos/gobernantes de turno tienen que ver con el servicio. ¿A quiénes sirven? ¿Se sirven de la población? ¿De nuestros impuestos? ¿Sirven a sus bolsillos? ¿Cuánto vale una vida? ¿Vale obligar a que los médicos deban elegir a quién darle camas en UTI? ¿Deberíamos reclamar que la vida humana esté en primer lugar antes que la riqueza ilícita?
3.La Dra Sharpe es una de las caras más visibles del hospital porque se encarga de ir a conferencias, entrevistas en televisión y programas masivos para conseguir donantes. A pesar de que el hospital le pague para que sirva a sus pacientes oncológicos, nunca está disponible para ellos. Sin embargo, regresa. Reconoce haber pedido la empatía hacia el sufrimiento humano y que era más fácil abstraerse de la realidad. ¿En qué momento un corazón se endurece y deja de sufrir con el que sufre?
Un sistema está compuesto de muchas partes. Así como un cuerpo. Muchas partes pequeñas que forman a un todo y hay muchas no visibles que también conforman ese sistema de corrupción. Qué dicen: ¿les recomendamos a los políticos de turno/gobernantes y a los demás no visibles que también la vean? ¿Podemos soñar, así como los médicos de New Amsterdam, con qué veremos cómo se desmantela ese sistema? ¿Será que así la empatía encuentre algún resquicio por el cual renacer y efectivamente se vuelvan a interesar por el valor de una vida humana?