Solamente existen dos estudios en el mundo que dan vida al planeta tierra con sus propias manos. Sus globos terráqueos son piezas de arte hechas a medida, que se cortan, pegan, tallan y pintan a mano. Conocelos. Foto: Bellerby Globemakers.
El arte de hacer globos terráqueos a mano aún no murió
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Solamente existen dos estudios en el mundo que dan vida al planeta tierra con sus propias manos. Sus globos terráqueos son piezas de arte hechas a medida, que se cortan, pegan, tallan y pintan a mano. Conocelos.
Loraine Rutt es una artista y cartógrafa con base en Londres que lleva haciendo mapas desde hace 25 años. Empezó con la arcilla, sin embargo, luego pasó a la porcelana. Desde The Little Globe le surgió la idea de recrear los Pocket Globes de los siglos XVIII y XIX para los coleccionistas modernos. Descritos por el Museo de Ciencias de Londres como “Novedades para caballeros”, estos pequeños globos eran mundos en miniatura hermosos y muy detallados que, literalmente, podían sostenerse en una mano.
Centrándose en los detalles en relieve, sobre todo los topográficos, no los nombres de las capitales, montañas o ríos; Loraine desarrolló una gama de diminutos globos de porcelana a una escala de 1: 170 000 000, que también se pueden montar y girar en pequeñas cajas de roble. En su página web destaca que espera se conviertan en codiciados Pocket Globes contemporáneos. Su trabajo se encuentra en colecciones privadas en todo el mundo y es un arte para sentir -literalmente- en la palma de la mano.
Bellerby Globemakers
Para Peter Bellerby, el fundador de Bellerby Globemakers, crear el perfecto globo terráqueo es una pasión personal. Cuando quiso regalar a su padre un globo terráqueo por su 80 años, se encontró con el gran problema de que no existía alguien que los haga con datos precisos. Sí, se comían latitudes o partes del mapa, o bien, hacían desaparecer ciudades o países po completo. Esa primera hazaña le tomó 18 meses en realizar.
Ahora, son los referentes en realización artesanal precisa en datos de globos terráqueos. Sus modelos se pueden elegir por tamaños, siendo el más el modelo Churchill que lo encargó nada menos que el Louvre; como también por tipos de mapas: celestiales o contemporáneos. Y en distintos colores y bases. Una obra de arte que admirar y contemplar por horas, y que lleva el trabajo de meses de todo un equipo que no deja ningún detalle al azar.
La pandemia fue un impulso para muchos emprendedores y De la Abuela Petronila también se inspiró para plasmar hasta retratos en caricaturas. Foto: Gentileza.
Joven emprendedora: Pasó de pintar macetitas para la casa a plasmar su arte en guampas
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La idea de emprender generalmente surge por algún interés, ganas, motivación propia o la necesidad de tener un negocio, otras veces por situaciones adversas o también por estimulación de terceros para sacar afuera el potencial bruto. Así surgió el emprendimiento De la Abuela Petronila, de la mano de una joven de profesión abogada, Pamela Zárate, que tomó el gusto a la pintura tras la insistencia de la madre para que le pintara algunas macetitas para la casa.
Hoy, a poco más de un año de arrancar con el emprendimiento, ya cuenta con una línea de producción no solo de macetas para tunitas o suculentas, sino también de materos de palo santo pintados a mano, que fue la innovación más reciente al que volvieron un negocio familiar, ya que ella realiza las pinturas a mano, mientras que su mamá se encarga de cultivar las plantitas en la casa y la hermana del marketing de los productos.
“Esto surgió a mediados de mayo del 2019 cuando mi mamá, amante de las plantas y macetas, me pedía que le pinte para la casa. Luego, como a la gente le gustaba y preguntaba de dónde adquiría sus macetas y plantas, fue lo que nos motivó para emprender en este rubro, que por cierto lleva el nombre en honor a mi abuela materna, ya que es un negocio familiar”, expresó Pamela.
Y así, el interés de las personas en sus coloridas y alegres pinturas en macetitas decorativas, ideales para los rincones a los que se quieren dar un toque de color y vida, así como para obsequios, ya que el gusto por las tunitas y suculentas es una tendencia que empezó a expandirse rápidamente entre los apasionados por las plantas y los detalles especiales.
Pamela Zárate es abogada de profesión y trabaja en su rubro por las mañanas, y ya por las tardes y noches se dedica a pintar. Foto: Gentileza.
Algunos quizás como objeto decorativo, pero también están las personas que llevan muy en cuenta algunas creencias, como lo es el Feng Shui, que induce a que la presencia de plantas en espacios de interior del hogar equilibran las energías, mejoran el estado de ánimo y la concentración de las personas, y hasta que reduce el número de dolencias y enfermedades.
Puntapié
El rubro de las macetas solo fue el puntapié inicial del emprendimiento De la Abuela Petronila, ya que Pamela siempre tuvo pensando implementar las pinturas en guampas de palo santo, y así fue que comenzó a innovar con los materos en plena pandemia, ya que a más de estar en confinamiento en la casa y poder dedicarle más tiempo a las pinturas, las personas también empezaban a pedir para sus materos personalizados y así evitar contagios del virus.
“Siempre tuve pensado en pintar guampas sin dejar de lado las macetitas, pero desde el primer día que implementé las pinturas en los materos, los pedidos no cesaron hasta hoy en día”, acotó la emprendedora.
Las coloridas macetitas plasman los pedidos más intrínsecos de los clientes. Foto: Gentileza.
En ese sentido, la emprendedora indicó que justamente tratan de que los precios se ajusten al contexto de la pandemia, ya que lo que más quieren es llegar de todas formas a las personas que aprecian el arte, las plantitas, los detalles decorativos y en especial un artículo personalizado, que es lo que más le gusta a la gente, agrega.
“Lo que más le gusta a la gente es que es un producto muy personalizado, y pueden elegir el diseño, los dibujos, los colores, hasta incluso retratos en forma de caricaturas se empezó a pedir y fue un boom. Lo que más se pide son las guampas de palo santo, que al tener materia prima de calidad más el detalle creativo lo vuelve muy original y es muy aceptado”, prosiguió.
Precios
En cuanto a los precios, que son de una escala económica y accesible, pero de calidad y dedicación especial, como ya mencionó que la idea es llegar a más personas, se puede acceder a las minimacetitas pintadas a mano desde G. 20 mil y G. 25 mil, las guampas para mate G. 35 mil que incluye una bombilla de regalo, el kit matero que incluye la guampa personalizada pintada a mano, una bombilla y un termo de litro por G. 110 mil, y próximamente ya apuntando a la temporada de calor lanzarán las guampas para tereré de palo santo, que tendrían un precio de G. 40 mil.
La emprendedora siempre tuvo la idea de pintar guampas sin dejar de lado las macetitas. Foto: Gentileza.
“No hay que hacerle esperar mucho al cliente”
Ante la consulta sobre si como negocio es un rubro rentable, la emprendedora señaló que lo es una vez que ya se puede acceder fácilmente a la materia prima, sin mucha intermediación, más la técnica que implementó para pintar, de modo de acumular pedidos, y que la estrategia es no hacerle esperar mucho tiempo al cliente; es decir, cuanto más rápido pueda realizar sus entregas también puede tomar más pedidos, con lo que se vuelve rentable al acelerar la producción. Actualmente, entre macetas y guampas pintadas a mano, lleva una producción promedio de 20 pinturas por semana, ya que por la mañana se dedica a su rol de abogada y por las tardes y noches a pintar.
Con ayuda de su mamá con las plantas, y su hermana Gabriela en las redes y el marketing, emprendieron en el negocio familiar. Foto: Gentileza.
Sobre el canal de ventas, las redes sociales por supuesto son las aliadas perfectas, ya que a más de la recomendación directa de los clientes, es el siguiente medio de difusión en el que las personas pueden ver en la fanpage de De la Abuela Petronila las variadas creaciones en dibujo plasmados tanto en macetitas como en las guampas. Cuentan con delivery para la entrega, o bien las personas también pueden buscarlo en su domicilio que es donde realizan la producción.
Estructura del negocio
Así, De la Abuela Petronila se convirtió en un negocio familiar, impulsado por su mamá Estela, quien es peluquera y tiene un salón de belleza, amante de las plantas. Pamela (33), quien además de ser profesional de leyes ahora es jugadora amateur de handball, ya que hace 3 años dejó de hacerlo profesionalmente, es mamá de Antonella con casi 11 años. Y su hermana mayor Gabriela, apasionada por los detalles y obsequios que la motivan a transmitir sentimientos en cada uno de los productos a través de las redes sociales, que es como más llegan a la gente.