El Ártico se calienta dos veces más rápido que el resto de la Tierra, confirmó un informe sobre la degradación de esta remota región del norte elaborado por un grupo de científicos.
Aunque 2020 no ha batido el récord de 2012, se acerca, dice el documento, que se elabora cada año y en el que participa la Agencia Atmosférica y Oceánica de Estados Unidos (NOAA).
La banquisa, es decir el hielo que flota en el agua, se derrite en verano y se vuelve a formar en invierno, pero cada año tiende a derretirse un poco más durante el verano y a reconstituirse un poco menos durante el invierno.
Los datos son muy precisos debido a que los satélites han estado fotografiando y midiendo el Ártico de forma continua desde 1979. Sus observaciones no dejan ninguna duda sobre la realidad del deshielo.
El final del verano de 2020 fue el segundo peor año registrado después de 2012: la mitad del hielo marino ya se ha perdido en comparación con su nivel histórico.
Desde 2010, una nueva generación de satélites ha podido medir el espesor del hielo, y aquí tampoco hay buenas noticias: el hielo es más delgado, más joven, menos compacto.
El informe, denominado Arctic Report Card 2020 y publicado por la NOAA, compila una gran cantidad de cifras que ilustran la complejidad del sistema climático: lo que sucede en el Ártico no se queda en el Ártico, y el clima del resto del planeta, los vientos, las corrientes marinas influyen en lo que sucede en el Polo Norte.
El Polo Sur está comparativamente más aislado. “Hay que entender que el Ártico es un sistema de componentes interconectados”, dijo a la AFP Donald Perovich, profesor de la Universidad de Dartmouth y coautor del capítulo sobre el hielo marino. “Cambias una cosa y esto genera un efecto dominó en todo el sistema”.
La banquisa es un símbolo de estos cambios, al ser a la vez un indicador y un amplificador del calentamiento global.
Su deshielo no contribuye directamente al ascenso del nivel de los océanos, pues ya está en el agua, pero incide indirectamente en ello al calentar las aguas informó AFP.