Se viene el Especial de Navidad de Lego Star Wars en Disney+ el 4 de diciembre. Aquí te compartimos el tráiler de este divertida propuesta que mezcla pasado y presente de los personajes.
La plataforma de Disney+ llega el 17 de noviembre y normalmente siempre había una película de Star Wars que llegaba en diciembre, sin embargo, ahora que no lo hay la plataforma preparó para el el 4 de diciembre esta divertidísima propuesta navideña.
Es la celebración del Día de la Vida de los Wookies cuando Rey encuentra un curioso artefacto. Este raro objeto resulta ser una llave para viajar al pasado y allí se encuentra con todos los antepasados que no conoció: el joven maestro Luke, Yoda, Han Solo, a Darth Vader, incluso a Palpatine.
¿No les parece súper divertido? Ambientada después de la derrota de la Primera Orden en The Rise Of Skywalker, es el evento cruzado más emocionante desde Avengers: Infinity War, con una aparición de Mando y el propio Baby Yoda derrochando ternura.
Seguro que estará repleto de referencias nerds y devoluciones de llamada divertidas de todos los rincones de la galaxia de Star Wars, nosotros ya nos hemos reído a carcajadas escuchando al Emperador Palpatine diciendo: “less talkie-talkie, more fighty-fighty”. ¿Qué más podríamos querer los fans por fin de año?
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“Interior Chinatown” satiriza los estereotipos de los asiáticos en Hollywood
“Interior Chinatown”, una serie detectivesca en la que un mesero asiático se convierte en el improbable héroe de una conspiración criminal policíaca, satiriza el tratamiento estereotipado que Hollywood le da a las minorías al tiempo que muestra el progreso que ha dado la industria con cierto retraso. La nueva serie de Disney está basada en la aclamada novela de Charles Yu, autor estadounidense de ascendencia taiwanesa.
El éxito de ventas de 2020 trajo una bien humorada perspectiva del racismo en la sociedad estadounidense a través de las aventuras de Willis Wu, un extra de Hollywood que sólo conseguía roles como un oriental de fondo, pero quien soñaba con convertirse un día en algo como el hombre del Kung Fu. Yu figura como el director creativo de la serie de televisión.
“Crecí viendo televisión en los años 1980 y 1990, y nunca veía a asiáticos. Era como si no existieran”, dijo en julio en una rueda de prensa. “Existían en la vida real, cuando salía a la calle, pero no en mi pantalla. Y eso me impulsó a querer contar esta historia”. Apenas una década atrás, la creación literaria de Yu habría sido ignorada en Hollywood.
Pero recientemente, exitosas producciones asiático-estadounidenses como “Locamente millonarios” y “Todo en todas partes al mismo tiempo”, sin contar la oscarizada “Parásitos” y el fenómeno “El juego del calamar”, probaron el apetito comercial para diversas narrativas. Jimmy O. Yang, actor estadounidense de origen hongkonés, que trabajó en “Locamente millonarios”, encarna a Wu en “Interior Chinatown”. Y el cineasta ganador del Óscar, Taika Waititi (“Jojo Rabbit”) dirige el episodio piloto.
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“Metáfora”
Wu es presentado como un mesero cualquiera de un restaurante en el Chinatown de Los Ángeles. Pero, rápidamente se le muestra como parte de una operación policíaca. En estas escenas, “Interior Chinatown” adopta los códigos visuales de un drama policial de televisión. Wu permanece relegado al personaje de fondo, mientras que el dúo de policías -uno blanco y uno negro- resuelve los crímenes.
Y lo que es aún más extraño, aparecen cámaras inexplicables filmando a Wu y sus colegas, lo que recuerda a “The Truman Show. Historia de una vida”. La distorsión de la realidad se hace eco de la premisa de la novela original, escrita a su vez en forma de guion televisivo. “Es una gran metáfora de lo que significa ser asiático-estadounidense en este país”, dijo Yang.
“Pero al mismo tiempo, es una historia universal, la de alguien que ansía ser más, alguien que se encuentra a sí mismo en su carrera”. Cuando Wu es testigo de un secuestro, los giros de la trama llevan a este actor de fondo a tomar roles cada vez más importantes en la intriga criminal. “Pasa a ser como una estrella invitada. Y luego el tipo de técnica, que claro, yo interpreté antes. La verdad es que tiene muchos paralelismos con mi propia carrera”, afirma Yang.
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“Sueño hecho realidad”
La serie cuenta con diálogos en inglés, mandarín y cantonés. Entre sus personajes está Lana Lee, una policía novata asiática-estadounidense, a quién sus jefes le asignan un caso en Chinatown tras asumir de forma incorrecta que ella debe conocer el barrio chino. La ironía no pasó desapercibida para la actriz Chloe Bennet, nacida Chloe Wang de padre chino y madre blanca estadounidense, que en la vida real tuvo que cambiar su apellido para conseguir papeles en Hollywood.
“Mi trayectoria en la industria es tan intrínseca para Lana”, dijo refiriéndose a su personaje en una rueda de prensa. “Al principio de mi carrera literalmente me dijeron ‘no eres suficientemente blanca para ser la protagonista, pero no eres suficientemente asiática para ser la asiática’”. Fatty Choi, el mejor amigo de Willis interpretado por el comediante Ronny Chieng (“The Daily Show”), ofrece un divertidísimo contrapunto a las nociones preconcebidas del público sobre los asiáticos como “minoría modelo”.
Adicto a los videojuegos y a la marihuana, Choi regaña de forma agresiva a los clientes blancos del restaurante diciéndoles que “no son el centro del universo”. “Hacer algo con un comentario social, tan divertido, tan meta, tan alucinante y tan inteligente, pero sin martillar a la gente con el mensaje, es un sueño hecho realidad”, dijo.
Fuente: AFP.
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South 2024: Eduardo Noriega y la historia de Julia Pastrana
Por David Sánchez, desde Cádiz (España), X: @tegustamuchoelc (*).
Durante el South International Series Festival de Cádiz, Eduardo Noriega compartió con el público los detalles de su próxima serie para Disney, “La increíble historia de Julia Pastrana”, una producción que promete explorar uno de los relatos más trágicos y desconocidos de la historia mexicana. Con estreno previsto para 2025, esta serie narra la vida de Julia Pastrana, una mujer indígena mexicana del siglo XIX, quien, debido a una condición de hipertricosis que cubría su cuerpo con vello, fue explotada y exhibida como atracción en circos de todo el mundo.
Noriega, quien interpreta a Teodoro Landa, un personaje inspirado en el hombre que realmente explotó a Pastrana, profundiza en la complejidad de esta relación abusiva. “Mi papel es el de Teodoro Landa, quien se encarga de explotar a esta mujer y, a lo largo de 20 años, mantiene con ella una relación de dependencia tóxica espantosa”, explicó el actor. En la serie, Teodoro es un personaje cruel y manipulador que utiliza la imagen de Julia como espectáculo, al tiempo que desarrollan una conexión distorsionada que culmina en un matrimonio sin amor, basado en intereses de control y explotación.
El personaje de Julia Pastrana, interpretado por Fátima Molina, es descrito por Noriega como “una historia maravillosa, muy dura y muy cruel”. Para él, la serie presenta una oportunidad de abordar temas de discriminación y humanidad, ya que Pastrana, a pesar de su enorme sufrimiento, se convierte en símbolo de resistencia ante una sociedad que la veía como una rareza sin alma. “Era una mujer que, en el siglo XIX, ni siquiera se consideraba que tuviera alma”, comentó Noriega, subrayando la brutalidad con la que era tratada.
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Un proyecto internacional con raíces en México
La serie, bajo la dirección de Rafael Lara, es un proyecto que, según Noriega, conecta profundamente con la audiencia latinoamericana, especialmente al explorar una historia de origen mexicano que se expande a nivel global. “Es una historia preciosa que va para Disney en 2025″, destacó, visiblemente emocionado por llevar esta narrativa a las pantallas de todo el mundo. La historia de Pastrana, poco conocida, no solo es un reflejo de las injusticias de su tiempo, sino también un recordatorio de cómo los prejuicios y la explotación han afectado a muchas comunidades a lo largo de la historia.
Una conexión entre España y Latinoamérica
Para Eduardo Noriega, trabajar en una historia con raíces mexicanas y latinas es un privilegio y una responsabilidad. Aunque él es español, ha comentado en varias ocasiones su interés por colaborar en producciones latinoamericanas, pues ya ha trabajado en México, Argentina y Guatemala. “Yo estoy deseando trabajar en Latinoamérica… Y esta historia, en particular, me conmueve mucho por su conexión con la realidad de muchas personas que han sido marginadas”, expresó Noriega.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.
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De cuando en Europa se propagó la noticia de que en el Paraguay había sido proclamado un rey
- Por Gonzalo Cáceres
- Periodista
- Fotos: Gentileza
Eran tiempos en que España y Portugal buscaban acordar los límites de sus colonias en América del Sur, pero la noticia de que un cura jesuita levantó en armas a los guaraníes causó un revuelo tal que el mismísimo Voltaire lo vio como una oportunidad de hacer dinero.
Sacudidos por las intrigas políticas y las fricciones con las autoridades coloniales, los últimos años del dominio jesuita al frente de las reducciones fueron bastante agitados. Mientras la resistencia de los sacerdotes paraguayos y de los guaraníes amenazaba con hacer fracasar la aplicación del Tratado de Permuta (siete pueblos jesuíticos pasarían a manos de los portugueses a cambio de la devolución de la colonia de Sacramento), surgió en Europa la versión de que los religiosos habían elevado a uno de los suyos a la dignidad de rey.
Ricos, influyentes y con feroces milicias de nativos a su disposición, los jesuitas no tardaron en levantar el recelo de propios y extraños, ganándose poderosos enemigos en América y Europa.
La creencia de un incipiente “Estado cristiano” entre las comunidades guaraníes, fuera del control tanto de portugueses como españoles, despertó suspicacias e intrigas. Cuando se acordó que Portugal devuelva a España la provincia de Sacramento a cambio del territorio cercano al río Paraguay, donde había reducciones con más de 30.000 nativos, los jesuitas se negaron a abandonarlas, iniciándose la guerra entre las tropas hispano-portuguesas y los guaraníes.
Tras estos enfrentamientos, las reducciones no volverían a recuperarse y la reacción jesuita fue tomada como una afrenta a la Corona de España. Los padres fueron acusados de querer acabar con la autoridad del rey.
INICIO DE LOS RUMORES
El 25 de noviembre de 1755, la Gazette d’Amsterdam informaba que un cura jesuita llamado Nicolás había sido coronado “rey del Paraguay” por sus propios compañeros. “Algunas personas de la Corte tienen en su poder monedas venidas del Paraguay, mandadas a acuñar por Nicolás I. Este nuevo monarca es un jesuita que sus cofrades han puesto en el trono y quien seguidamente los echó del país”, relató.
La noticia fue negada por los representantes de la orden a través del padre Carlos Gervasoni, procurador de la Provincia del Paraguay.
La situación escaló porque no tardaron en aparecer los explosivos números de la “Historie de Nicolás I”, la supuesta biografía del ponderado monarca. En tanto, el Mercure Historique et Politique, otro influyente pasquín de la época, aseguró que las monedas eran reales y que eran de oro y plata.
NICOLÁS I
Según Historie, Nicolás Roubiouni nació hacia 1710 en una aldea de Andalucía llamada Taratos, “la cual abandonó a los 18 años tras ser acusado de matar a un hombre”. Al no tener ocupación ni oficio, nuestro protagonista sobrevivió gracias a la caridad de los feligreses instalándose “frente a las iglesias”.
La personalidad altanera y prepotente de Roubiouni le generaría conflictos allí donde iba y le hizo ganar mala fama. Luego de dedicarse al traslado de mercaderías, pasó por Zaragoza y en Aragón, cansado “por años y años de vida errante”, decidió entrar al servicio de la Compañía de Jesús.
Historie alega que Roubiouni contaba ya con 39 años y “arrastrando los vicios de siempre”, a pesar de haber hecho sus votos, contrajo matrimonio con “una joven de 15 años, hija de un comerciante de Huesca, a la vista de toda la ciudad”. Estas versiones llegaron a oídos de los curas jesuitas que, primero, lo enviaron en 1752 “a cuarenta leguas de Zaragoza como portero de un noviciado” para, poco después, dejarlo en Cádiz, de donde partió su misión a las Américas.
Siempre según la versión de Historie, Nicolás Roubiouni se instaló primero en Buenos Aires y allí tomó conocimiento de “un tratado firmado por Madrid y Lisboa (1750) según el cual el rey fidelísimo cedía al rey católico la isla de San Gabriel y la Corte de España entregaba a cambio algunas provincias cercanas al Brasil”.
UN “MALHECHOR”
Historie retrata a Nicolás como un malhechor que prácticamente se valió de la bondad de la Compañía para ganar prestigio, al tiempo de escalar en la organización y hacerse de la influencia necesaria como para ganar espacio en la isla de San Gabriel, donde lideró un salvaje levantamiento de los nativos, para luego hacerse arrogar “el nombre de rey del Paraguay”.
“Los indios, que se creían liberados para siempre de la dominación de los europeos, le dieron el título con gran criterio y vivas demostraciones de alegría. En la misma ocasión se acuñaron varias medallas que han sido vistas con indignación en Europa. La primera de estas medallas representa, de un lado, a Júpiter fulminando a los gigantes, y en el reverso se ve el busto de Nicolás I con estas palabras: Nicolás I, rey del Paraguay. La segunda medalla representa un combate sangriento con los atributos que caracterizan al furor y la venganza. En la orla se leen estas palabras: la venganza pertenece a Dios y a sus enviados”.
Los siguientes números de Historie, divulgados a través de la Gazette d’Amsterdam, relatan que Nicolás I, “animado por esta primera victoria”, volcó sus armas contra el territorio del actual Uruguay, para cuya invasión preparó un ejército de 5.000 guerreros guaraníes. Sin embargo, al verse imposibilitado de marchar, se centró en conquistar otras cuatro reducciones.
Este increíble rumor siguió creciendo al punto de que se menciona que los mamelucos, “asombrados por las victorias de Nicolás I, decidieron ofrecerle la ciudad de Sao Paulo y la Corona imperial”, siendo llamado “Nicolás I, rey del Paraguay y emperador de los mamelucos”.
REPERCUSIONES
El rumor fue de tal magnitud que el mismísimo François-Marie Arouet –el famoso Voltaire– se refirió al asunto en cuatro cartas escritas a lo largo de seis meses (15 de octubre de 1755 - 12 de abril de 1756). En la última de ellas, dirigida a la condesa de Luxemburgo, niega la existencia del rey Nicolás, pero no pierde la oportunidad de analizar el trabajo de los jesuitas y comparar su disciplina con el dominio de Esparta sobre los ilotas.
“¿Es verdad que los jesuitas eligieron a uno de sus padres como rey del Paraguay? ¡Un maldito hereje!”, comentó Voltaire en una carta al banquero Tronchin de Lyon, en la que disponía del uso de sus fondos para financiar un barco llamado Pascal, que sería enviado como parte de la flota del rey de España a las Américas, para aplacar el supuesto levantamiento de Nicolás I.
Las direcciones de Voltaire demuestran cuán seriamente se tomó el asunto en principio. “En cartas que recibo de Buenos Aires se ratifica plenamente que los jesuitas pueden mantener una respetable guerra contra el rey de España”, escribió. Sin embargo, el filósofo anticlerical cambió de parecer con el desmentido publicado en el Avertissment du Libraire, en el que se declaran falsas todas las noticias anteriormente publicadas sobre Nicolás I.
¿MALENTENDIDO?
El misionero austriaco Martín Dobrizhoffer ofrece en su “Historia de los abipones” otra visión de Nicolás I. Según esta, toda la parafernalia se debe a una confusión lingüística. “La palabra guaraní ‘mburuvichá’ significa cacique-capitán, pero también rey. Los españoles de Asunción habían oído hablar del mburuvichá de los indios y estos entendieron que se trataba del rey de los indios. Toda esta fábula merece ser objeto de burla antes que de refutación”, comentó.
Aseguró además que las comentadas monedas acuñadas en oro y plata no podían ser genuinas, pues “el Paraguay carecía de metales preciosos y de casas de moneda”.
El planteamiento de Dobrizhoffer encontró respaldo en la “Breve relación de las misiones jesuitas del Paraguay”, escrita por el general de la orden, el jesuita español José Cardiel, quien dedicó un apartado para las “dudas”.
Aquí incluyó lo de Nicolás I y lo vincula con el cacique Nicolás Ñeenguirú, a quien se presenta como un corregidor “de la reducción de la Concepción, un gran músico y locuaz de facilidad para hacer arengas”.
Cardiel cuenta que Nicolás Neenguirú fue nombrado “comisario general” de su zona en la “época de las rebeliones”, siendo “muy respetado por todos los indios” y “cabecilla de sus tropas (de la reducción, a merced de la autoridad jesuita)”.
INVESTIGACIÓN
El 24 de enero de 1755, un oficial de las tropas españolas de nombre Nicolás Elorduy informó que “por orden del gobernador de Buenos Aires” interrogó a indígenas sobrevivientes de un alzamiento conjunto entre las reducciones de Santo Tomé, Yapeyú, la Cruz y San Borja. Según Elorduy, los nativos dieron fe de que unas tropas llegadas “desde la Concepción” estaban encabezadas por el capitán Nicolás Ñeenguirú”.
Este informe difundió la idea de que la figura de Nicolás I estaba realmente basada en la del cacique Nicolás Ñeenguirú, quien para ese entonces “gozaba de fama y respeto entre las naciones guaraníes”.
Por la misma época, el padre Florian Paucke informó a sus superiores que conoció al mismísimo Nicolás Ñeenguiró, quien no era más que “el jardinero del padre Tuk”.
“Hubo un Nicolás Ñeenguirú, indio del pueblo de la Concepción que en las turbulaciones de 1754 y 1755 mandaba a otro llamado Sapé á los indios alzados por los padres. Más jamás tuvo tal arrojo de tomar dictado de Nicolás I, pues fue un infeliz mandatario de los jesuitas y se volvió á su casa tranquilamente, como ellos y sos (sus) parciales, pasadas aquellas resistencias, suscitadas por la Compañía para oponerse á las órdenes del rey”, conforme se constata en la Colección General de Documentos y la Causa Jesuítica.
LA EXPULSIÓN
En 1767, el rey Carlos III de España decretó la expulsión de los jesuitas de todos los territorios de la Corona. Muchos de los misioneros volvieron a sus respectivas sedes. Tras los procesos correspondientes, los jesuitas expulsados del Paraguay atacaron a quienes propagaron los rumores y negaron su participación en los alzamientos de las reducciones.
La investigación de la orden, acompañada por la autoridad papal, encontró evidencias que hacían suponer que “los padres proporcionaron pólvora, distribuyeron armas, dirigieron la construcción de cañones, realizaron negociaciones con indios infieles e instruyeron a los indígenas (en tácticas militares)”.
“En ocasiones, las tropas indígenas obtuvieron la victoria con el comando directo de los padres”, por lo que los investigadores dedujeron que Nicolás I, o Nicolás Ñeenguirú, fue una invención de los sacerdotes para hacer de chivo expiatorio con el fin de escapar del castigo por sus acciones contra la reputación de la Compañía y la autoridad de la Corona.
El historiador inglés Robert Southey afirmó haber leído en 1817 en Ginebra un compilado de la “Historia de Nicolás I”, calificando la obra de “producto de un ignorante que esperaba ganar unas monedas con ella”. Southey entendió que todo se trató de “un movimiento mucho más amplio contra la Compañía de Jesús para desacreditarla ante los reyes de España y Portugal” a fin de expulsarlos y hacerse con sus propiedades, lo que efectivamente terminó ocurriendo.
Por su parte, el renegado jesuita Bernardo Ibáñez, expulsado de la Compañía y luego acérrimo enemigo de la misma, señala que fueron los jesuitas mismos quienes “crearon la fábula del rey Nicolás I para evitar que se supiera que eran ellos los únicos autores de la resistencia de los pobres indios”.
Sea como sea, lo único cierto es que, entre la enorme ola de rumores, quedó sin clarificar si el caso se trató de una campaña de desprestigio, una vendetta de los esclavistas, una ocurrencia de los hacendados o una invención de los propios padres jesuitas.
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El Rey recibe cartas credenciales del nuevo embajador paraguayo en España
El nuevo embajador de Paraguay ante España, Justo Pastor Apodaca Paredes, presentó ayer lunes sus cartas credenciales al rey Felipe VI, en un acto desarrollado en el Palacio Real de Madrid. Posterior a la ceremonia en que también se oficailizaron a los representantes de Egipto, Catar, Australia, Paraguay, Perú y Palestina; el diplomático paraguayo y el monarca mantuvieron una reunión donde conversaron sobre las excelentes relaciones bilaterales, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El rey Felipe VI recibió las cartas credenciales de seis embajadores acreditados en España, incluido el embajador de Palestina, que ha vuelto a cumplir con este acto protocolario tras haber cambiado su estatus como resultado del reconocimiento del Estado palestino el pasado mes de mayo. El primero en acudir al Palacio Real, donde se ha venido celebrando esta ceremonia casi inalterada desde el siglo XVII, ha sido el nuevo embajador de Egipto, Ehab Ahmed Badawy.
Tras él, ha sido el turno del de Qatar, Salem Mubarak al Shafi, seguido por la nueva embajadora de Australia, Rosemary Ann Morris-Castico. A continuación, ha acudido a presentar el documento por el que se oficializa su cargo el nuevo embajador de Paraguay, Justo Pastor Apodaca Paredes, y tras él ha acudido el de Perú, Luis Carlos Antonio Iberico Núñez. El último en llegar al Palacio Real ha sido precisamente el embajador palestino, Husni Abdel Wahed, quien ya había cumplido con esta formalidad como jefe de la Misión Diplomática de Palestina el 19 de mayo de 2022.
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El reconocimiento de Palestina como Estado el pasado 28 de mayo elevó el rango de la representación diplomática en Madrid al de Embajada, después de que en 2010 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero la hubiera reconocido como misión diplomática. Con ello el representante palestino pasó a ser tratado como embajador, a presentar cartas credenciales ante el Rey y a asistir a la recepción del Cuerpo Diplomático, como hacen el resto de embajadores.
Felipe VI ha recibido de todos los embajadores las cartas que les acreditan como representantes de su país en España, por lo que a partir de ahora podrán acudir a actos oficiales. Además, ha mantenido con todos ellos un breve encuentro, acompañado para la ocasión por primera vez por el nuevo subsecretario de Exteriores, Xavier Martí.
Con información de Europa Press.
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