Por: Luis Ríos Florentín
El debut del hombre de Marte cumple 10 años, por lo que está completamente habilitado para esta sección. Una revolución de soul matizada con pop suave y otros elementos que concluyen en un hermoso revival del R&B de los 60. De eso se trata Doo-Wops & Hooligans, el primer disco de Bruno Mars.
Bruno ya había co-escrito canciones con varios artistas destacados, lo que quizás le abrió esa puerta para meter tantas colaboraciones de alto vuelo nada menos que en su disco debut. La voz de Mars es tan versátil que fusiona de manera homogénea todos los estilos y tiene la capacidad de llevar a dar un paseo a quien lo escucha. Un paseo descalzo por el jardín de la casa, en una mañana fresca de domingo.
Un disco adulto que se disfraza inocentemente de niño y va mostrando “crecimiento” conforme avanza la lista de canciones. Mars ya era una estrella y este trabajo solamente consolidó su dominio en la industria musical. Debutó en la tercera posición de la lista Billboard 200 y varios de sus sencillos treparon a la primera posición (de 10 canciones, seis fueron sencillos).
Sin dudas, fue el comienzo de una exploración musical que le dio resultados y fue en ascenso. Una construcción meticulosa y hasta maniática para alcanzar la perfección.
Canción necesaria: Runaway Baby, por la vertiginosidad, el impulso, las ganas y la alegría que transmite para arrancar un día cualquiera u olvidarse de eso que no nos dejaba sonreír.