Los cactus en miniatura imprimen encanto a los espacios que habitan, exigiendo muy poco a cambio. Estos consejos te ayudarán a cuidarlos adecuadamente.
Hallar la maceta ideal
Los cuidados que requieren este tipo de plantas son mínimos. Se pueden cultivar en pequeñas macetas de plástico, pero lo ideal es hacerlo en planteras de barro o cerámica, materiales que permiten a la planta respirar mejor. Al igual que otros recipientes utilizados en jardinería, es esencial que las macetas de cactus cuenten con uno o más agujeritos de drenaje en la base. De lo contrario, la planta corre riesgos de morir por exceso de agua.
Escoger el sitio adecuado
A diferencia de otras especies de mayor tamaño, los pequeños cactus no requieren de mucho espacio por lo que son ideales para los departamentos, las oficinas o los ambientes reducidos. Además resisten muy bien a las altas temperaturas, de hecho ¡aman el sol! por lo que pueden ser ubicados en espacios sin una pizca de sombra.
No exagerar con el agua
Aunque están repletas de minúsculas espinas, por lo general los cactus no requieren de mucha manipulación. Pero quien tiene a su cargo uno o mas ejemplares de esta plantita debe tener mucho cuidado con el riego excesivo. En verano conviene regarlo una vez la semana, como máximo dos; mientras que en invierno una o dos veces al mes bastan. Los cactus almacenan agua en grandes cantidades, por lo que son capaces de resistir a la falta de riego durante largos periodos.
Disfrutar cuando florecen
Existen alrededor de 200 especies de cactus y no todas tienen flores. Es más, algunas variedades pasan la vida entera sin florecer. Otras florecen por lo menos una vez al año, inesperadamente. Una sugerencia para lograr que florezcan en primavera es añadir a la tierra un poco de abono rico en potasio.