Ser socialmente consciente te convierte en un buen amigo, una mejor pareja y un compañero laboral confiable, porque te hace prestar atención a los sentimientos de los demás. Te contamos cómo ponerlo en práctica.
Combina varias competencias, incluida la inteligencia emocional y las habilidades de comunicación. Y es que la conciencia social permite a las personas practicar la autorregulación y sintonizar sus acciones en función a cómo se comportan los de su entorno.
Es importante desarrollarla porque te convierte en un buen amigo, una mejor pareja y un compañero laboral confiable. Las personas tienden a asociarse con aquellos con los que les resulta fácil llevarse bien, sin embargo, cuando no se practica la conciencia social suele ser más difícil establecer relaciones interpersonales.
Otras competencias que provienen de la conciencia social son el respeto, la amabilidad y la generosidad. Todo esto te convierte en una persona más amigable, agradable y completa. Por eso, cuando converses trata de escuchar activamente y prestar atención a las emociones de los demás para captar las señales sociales y mantener la comunicación fluida.
Hay tres facetas principales de la conciencia social: escucha activa, señales no verbales y respuestas informadas. En el primero, los oyentes activos no hablan por encima de los demás, por el contrario, escuchan su punto de vista y se mantienen respetuosos en la conversación.
Y no todas las formas de comunicación son verbales, por lo que las señales no verbales también son esenciales para la conciencia social, como el lenguaje corporal y las expresiones faciales que informan la comprensión social de cada uno. En cuanto a las respuestas informadas, las personas pueden hacerlo a través de la escucha activa y la lectura de señales no verbales.
¿Cómo son las personas socialmente conscientes?
Muestran empatía hacia los demás cuando las situaciones lo requieren, comprenden las emociones de otros, son capaces de relacionarse cómodamente en su entorno o fuera de él, independientemente de los diferentes orígenes. Tienen una habilidad importante y demuestran una personalidad tranquila que puede moverse libremente entre varios grupos sociales.
Las personas socialmente conscientes son de evitar conflictos en entornos familiares, grupos de amigos o lugares de trabajo. Practican la conciencia social respetando las perspectivas de los demás y respondiendo a ellos con amabilidad y apertura.
Formas de mejorar la conciencia social
1. Prioriza tu salud mental y bienestar emocional. Practica el cuidado personal puede ayudarte a ser más compasivo con los demás. Al comprender tus propias emociones reconoces los sentimientos de otros, así que escribe en un diario tu sentir, practica la meditación y realiza otras actividades para recargar y regular tus emociones.
2. Rodéate de personas de diversos orígenes. La apertura a las experiencias puede apoyar la conciencia social. Aprender nuevas costumbres y culturas abren tu mente a nuevas formas de pensar y comportarte con los demás.
3. Agradece a los demás por sus esfuerzos. Expresar gratitud puede recorrer un largo camino. Agradecer a otros por su trabajo o actos de servicio es una forma de demostrar humildad cultural y comprensión de los esfuerzos de los demás.
4. Piensa antes de hablar. Deja que otros compartan sus pensamientos antes de intervenir y nunca hables por encima de otras personas.
5. Practica el autocontrol. Ofrece a los demás la oportunidad de compartir sus emociones y experiencias. Evita actuar por impulsos y no tomes decisiones sin haber analizado los pro y contras. Esto contribuye en las interacciones sociales de manera más productiva.
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