Se necesita mucha valentía para salir de la zona de confort porque requiere autodesafiarse, lo que puede ser incómodo e incluso generar miedo. Sin embargo, es una búsqueda que vale la pena de innumerables formas.
El dar solo unos pequeños pasos hacia adelante cada día puede impulsar nuestro crecimiento personal y lograr cosas que nunca hubiéramos imaginado. Y es que la zona de confort es el área de nuestra vida en la que sentimos que todo está en el lugar correcto y abarca desde nuestros comportamientos, hábitos y lugares a los que recurrimos cuando estamos en piloto automático.
Es un lugar metafórico donde hay poco o ningún riesgo y donde nunca tenemos que enfrentarnos a nuestros miedos. Permanecer en nuestra zona de confort puede manifestarse de diferentes maneras, por ejemplo cuando preferimos quedarnos en un trabajo estable en lugar de emprender camino para perseguir un sueño o un deseo.
Y no hay nada de malo en tener una zona de confort, pero para evolucionar debemos salir de ella de vez en cuando y explorar cosas nuevas. Dejar la comodidad, ayuda a alcanzar nuestro máximo potencial, lograr nuestros sueños y desarrollar la autoconfianza, pero para conseguir todo esto necesitamos actuar con valentía.
Si tu modo predeterminado es huir de tus miedos, no estás solo. Los seres humanos estamos programados para permanecer en nuestras zonas de confort, sin embargo, es esencial ir en contra de esa programación biológica innata para vivir nuevas experiencia y animarse a otras aventuras.
Establecer metas, enfrentar el miedo al fracaso y salir de la zona de confort puede parecer una amenaza directa para nuestro bienestar. En realidad, hacer estas cosas nos permite maximizar nuestro sentido de realización personal, siempre y cuando nos acompañen: el coraje, la tenacidad y la apertura al riesgo.
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Cómo salir de tu zona de confort
1. Adopta una mentalidad de crecimiento. Deja atrás tu mentalidad fija sobre cómo es o debería ser la vida. Para crecer, debes creer que es posible que las cosas sean mejores de lo que son ahora. El desarrollo personal requiere prueba y error, así que debes estar tan preparada para fallar como lo estás para tener éxito. Aún así, es la única forma de salir de la rutina y alcanzar tu potencial.
2. Busca nuevos desafíos. El mismo camino te llevará siempre al mismo destino, deberás tomar diferentes rutas para lograr resultados distintos. Es importante tener en cuenta la Ley de Yerkes-Dodson que establece que somos capaces de rendir al más alto nivel en escenarios que nos ponen a prueba o nos estresan un poco. Pero, evita situaciones que te abruman por completo.
3. Establece metas manejables. Divide cada objetivo en una serie de pequeños pasos. Recuerda siempre que un solo paso adelante es una mejora del cien por cien en comparación a no hacer ningún movimiento.
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