Como vivimos en un mundo acelerado, entre el trabajo, la familia, los amigos y los múltiples imprevistos que surgen a lo largo del día, se instaló un cambio para contrarrestar la cultura del ajetreo: la vida lenta.
Ya se explica por sí mismo, pero el concepto básico de “la vida lenta” es que en lugar de ceder a la presión social para participar en un estilo de vida acelerado, reduce la velocidad y se enfoca en apreciar incluso lo simple del día a día. Es por eso, que de manera a contrarrestar los efectos del ajetreo, incorpora la atención plena, los pasatiempos y a disfrutar de la naturaleza.
La vida lenta tiene como principal misión funcionar como antídoto de la cultura acelerada, que conscientes o no apoyamos a diario con cada mínima acción que realizamos. Sin embargo, este cambio invita a hacer cosas que nos hagan sentir bien, reducir la velocidad cuando ya se compromete el bienestar y detenerse en pequeños descansos de disfrute.
Los propulsores de la vida lenta dicen que los beneficios son casi infinitos e incluyen sentirse más felices, menos estresados y con mayor paz interior. Pero ¿cómo vivir una vida lenta? Aquí cinco cosas que puedes hacer para comenzar a vivir una vida más lenta.
1. Relájate a través de la atención plena. Busca un área tranquila donde puedas sentarse cómodamente sin interrupción durante cinco minutos. Configura tu temporizador y cierra los ojos. No te preocupes demasiado por la postura correcta y, en cambio, concéntrate en estar cómoda y relajada.
Prueba la técnica escaneo corporal que se trata de prestar atención a las partes individuales de tu cuerpo, desde la cabeza a los pies con la respiración, haciendo un inventario de cómo te sientes sin juzgar. Observa cómo se sienten las partes de tu cuerpo individualmente y en relación entre sí. Repite un par de veces a la semana.
2. Sentite libre de decir “no”. En un mundo perfecto seríamos capaces de dar una mano a cualquiera que lo pida, pero en realidad, el trabajo, la familia y otras obligaciones hacen que decir que no sea un mal necesario. Un artículo del Journal of Consumer Research motiva a decir no a todo, desde las distracciones diarias hasta los planes para después del trabajo, ya que así puede ayudarte a enfocarte y alcanzar tus objetivos más rápido.
3. Prioriza tu descanso. Ya sabes que dormir lo suficiente está relacionado con una mejor calidad de vida, y es que también puede tener un efecto muy positivo en tus niveles de felicidad. Al descansar como corresponde, reparas tu cuerpo y recargas las energías para el día siguiente.
4. Tomate tu tiempo durante las comidas. La alimentación consciente puede hacerte sentir más feliz, tranquilo y seguro. Una manera fácil de comenzar a comer de manera más consciente es concentrándote en masticar la comida, mastícalo el doble de tiempo como lo harías normalmente, pero prestando atención en el acto de masticar y disfrutando el sabor de tu comida. Esto le da a tu mente un descanso del día y también es la forma más beneficiosa para que tu cuerpo se recargue.
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5. Reducí el tiempo frente a la pantalla. Si te sientes fatigada, con dolores de cabeza o notas un declive general en tu estado de ánimo, es hora de una desintoxicación digital. Escribe una lista de las cosas que te gusta hacer que no involucren una computadora, un televisor o un teléfono, al cumplir con el listado podrás darte cuenta de lo libre que te sientes y hará que el tiempo sin usar el teléfono sea algo más regular en tu vida.