La mayoría asocia a los lentes de sol con estilo y si bien puede ser un factor importante, el enfoque principal es qué tan bien protege la vista. No es necesario que sean de marcas renombradas, pero sí de buena calidad.

Por: Verónica Giménez

Los ojos también pueden ser afectados por la exposición al sol, por eso es necesario elegir unos lentes que cumplan con las normas de seguridad y protejan la vista. Si usas unos de mala calidad o fantasía, a pesar de ser oscuros o polarizados no protegen los ojos de los rayos UV, incluso podrían causar daños severos en los ojos.

Y es que los lentes de sol están diseñados para ayudar a proteger nuestra vista de la luz solar excesiva, porque los ojos son extremadamente sensibles a la luz y pueden dañarse fácilmente por la sobreexposición a la luz ultravioleta (UV). Deben tener la capacidad de absorber o reflejar ciertas frecuencias de luz para realmente resguardar la salud de los ojos.

Originalmente se inventaron para reducir el deslumbramiento que distrae, razón por la cual genera una visualización más cómoda a pesar de la luz solar en exceso, y con el tiempo, se convirtieron en los elementos más adecuados para bloquear los rayos dañinos del sol que podrían perjudicar a la vista.

La Asociación Americana de Optometría indica que los lentes de sol oscuros que no bloquean la radiación ultravioleta pueden ser más dañinos porque tienden a abrir la pupila, y así permiten la entrada de los rayos UV en los ojos, lo que podría causar varios problemas en la vista, como fotoqueratitis, maculopatía, ceguera parcial, cataratas y cáncer ocular.

¿Por qué evitar los lentes de sol truchos?

Si solo elegimos los lentes de sol por el marco, tamaño, forma, color o costo, pero no prestamos atención a los más importante: su protección contra la radiación solar, estamos cometiendo un grave error para la salud. El oftalmólogo Luis Zeman señala que usar lentes de baja calidad puede ocasionar cefaleas, visión de halos o luces y distorsión en la vista.

Y es que para que sea de buena calidad no necesariamente tiene que ser un lente de costo elevado. De hecho, una forma de asegurar el control en la calidad es adquirirlos en lugares habilitados y no en la calle ni negocios de venta de mercaderías genéricas, porque el problema no solo es que sean truchos, sino también que tengan grados de aumento fijos.

“Los lentes de sol comprados sin receta tienen la misma corrección en ambos ojos y en la mayoría de los pacientes siempre existe una pequeña diferencia entre un ojo y el otro que es importante corregir. Por otro lado, estos anteojos son producidos de manera masiva y no tienen en cuenta la distancia interpupilar de cada individuo”, explicó el oftalmólogo Ribes Escudero.

Ambos especialistas recomiendan evitar el uso de los lentes de sol de fantasía, es más, antes de comprarlos primero consultar con un profesional para adquirir el más adecuado. También aprovechar la visita al médico para controlar la presión ocular y la retina en busca de patologías que, diagnosticadas a tiempo, pueden prevenir una pérdida de visión.

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