Reconocer las señales internas de nuestro cuerpo al momento de comer evita conductas nocivas que puedan perjudicar nuestra salud, por eso la especialista en alimentación consciente, Camila Ortiz, nos enseña cómo lograrlo.
Por: Verónica Giménez
El mindful eating o alimentación consciente consiste en dedicar atención plena a nuestra alimentación para ser capaces de escuchar nuestras sensaciones, tanto físicas como mentales.
“Prestar atención no solo a la comida, sino también al acto de comer que empieza por la elección de alimentos, y continúa por cocinar y consumirlos, nos hace identificar nuestras emociones y señales internas, como el hambre, la saciedad y la plenitud”, explica la licenciada en Nutrición, Camila Ortiz.
Y agrega: “Cuando aprendemos a comer así, es como si se abriera un mundo nuevo ante nosotros que había permanecido oculto, ya que vamos descubriendo porqué comemos como comemos y las creencias que guían nuestro comportamiento con la comida”.
Esta práctica proviene del mindfulness que consiste en prestar atención al presente, siendo conscientes de todo lo que sucede en nuestro interior y en el mundo que nos rodea. La especialista en Trastornos de la Conducta Alimentaria y Gestión de Emociones, señala que todos tenemos la capacidad de cultivar la atención y que esta práctica debe realizarse todos los días para cumplir con el objetivo: un mejor bienestar.
“La mente es un músculo que podemos moldear, así como los brazos y las piernas cuando vas a un gym, con el tiempo y la constancia vas viendo los resultados. Con el mindful eating entrenamos a la mente para poder conectarnos con la comida amablemente”, describe.
Menciona además que al hablar de mindful eating no se puede asegurar que una persona vaya a perder peso corporal sí o sí, pero se puede asegurar que perderá toda inseguridad, insatisfacción e infelicidad mental respecto a la comida y su alimentación. A su vez, señala que hay personas que llevan muchos años en conflicto con la comida: viviendo a dieta, limitándose o restringiendo alimentos y pasando hambre.
Otras evitan comer por culpa o vergüenza, dándose atracones los fines de semana o comiendo emocionalmente porque no conocen de qué manera gestionar sus emociones. “Todos tenemos derecho a comer, es una necesidad básica para estar vivos. Con esta práctica aprendes verdaderamente a comer y haces las pases con la comida”, puntualiza.
¿Qué efectos tiene en nuestro bienestar?
La alimentación consciente además nos permite hacer elecciones más conscientes e intuitivas, mejorando nuestros hábitos y cuidando nuestro cuerpo y mente. “El mindful eating te acerca a tu interior y a la comida desde un nuevo enfoque, aprendes a comer con hambre y podes parar cuando ya no la tenés”, sostiene.
Entre sus beneficios, la especialista destaca que a partir de su práctica uno ya no compara ni juzga los alimentos, incluso deja de ver a las comidas como “malas o buenas”, por lo tanto, ya no se come con culpa. También, disminuye el comer emocional, que es cuando comemos por estrés, ansiedad, tristeza, aburrimiento y otras emociones.
Otro de los puntos que resalta es que la persona deja de usar a la comida como una herramienta de control de peso. “Aprendes a comer de manera intuitiva, lo que tu cuerpo necesita en ese momento. Esto lleva a una alimentación saludable que no depende de gráficas, tablas, mediciones o porciones”, indica.
Asegura que iniciar en esta práctica es más sencillo si evitas el uso de aparatos electrónicos, como televisores, celulares, computadoras o tablets, para que con el pasar del tiempo puedas lograrlo a pesar de estar en un ambiente con más distracciones y ruidos.
Formas correctas de aplicar la alimentación consciente
1. Buena postura. A la hora de comer, sentate con la espalda recta y los dos pies en el suelo, hacé tres respiraciones profundas y mirá tu plato de comida.
2. Hacete preguntas. Algunas preguntas que ayudan a meditar en el momento que vamos a comer son: ¿tengo hambre? ¿dónde siento el hambre? Del 1 al 10 ¿con cuanta intensidad? A mitad del plato o cuando estás terminando podés preguntarte para poder decidir si terminas o no el plato: ¿estoy lleno/a?¿cómo siento el estómago? Y al finalizar es importante saber: ¿me siento satisfecha? ¿me siento muy llena?
3. Comé con todos tus sentidos. Mira los colores del plato, ¿cuantos colores tiene?; si podes agarra la comida con las manos, ¿como se siente?; olé la comida y llévala a la boca, cerrá los ojos, ¿qué sabores tiene? ¿salado? ¿dulce? ¿picante?
¿Cuál es la filosofía detrás del mindful eating?
El mindful eating es una manera de reaprender a comer, despertando nuestro placer por la comida. Y es que todos nacimos siendo comedores intuitivos, pero con el tiempo se va perdiendo porque dejamos de escuchar a nuestro cuerpo y comemos por porciones, medidas e inclusive eliminamos ciertos alimentos o un grupo entero diariamente.
Ortiz aclara que los problemas de salud no radican solo en los alimentos. “La comida es comida, no es buena ni mala. Lo que sí existen son las comidas más nutritivas que otras, pero no por esto podemos denominarla como “chatarra” o “basura”, es solo comida”, afirma.
Por último, resalta que la alimentación consciente tiene como objetivo acercarte de vuelta a la comida con mucha amabilidad y respeto a tu salud.