Las personas que en un esfuerzo de ser aceptadas socialmente ocultan su verdadera personalidad, pueden llegar a experimentar una sensación de pérdida, ansiedad y depresión.
El enmascaramiento de personalidad es un término que hace referencia a la motivación que sienten algunas personas en ocultar sus emociones o rasgos de personalidad, ya sea ante situaciones específicas o frente a cierto grupo social que quisieran pertenecer.
Se trata de un conjunto de comportamientos aprendidos que se sobreponen a su auténtico yo. Incluso, pasan a formar parte de su día a día y se convierten en la manera que se expresan por un período prolongado, posiblemente durante el resto de sus vidas. El aumento del estrés, la depresión y ansiedad son los efectos del enmascaramiento.
En algunos casos se desarrolla cuando la persona siente la necesidad de adaptarse a las presiones sociales o para mantener relaciones poco saludables. Llegan al punto de involucrarse tanto en el camuflaje social y el enmascaramiento para mantener feliz a la otra persona, que ya no conocen límites y son capaces de soportar abuso verbal, emocional o físico.
El enmascaramiento puede sentirse como un mecanismo de supervivencia e independientemente del contexto específico, el deseo de aceptación suele estar en la raíz de la mayoría de los tipos de enmascaramiento. Y es que los seres humanos sienten la necesidad de pertenecer y pueden ser totalmente complacientes al hacerlo.
Señales que ocultan su verdadera identidad
Cambian la forma en que se expresan. Alterar los patrones de comunicación es una de las principales formas externas en que las personas enmascaran quiénes son. Pueden cambiar su lenguaje corporal, tono de voz o expresiones faciales con personas específicas o en ciertas situaciones.
Ocultan su yo auténtico. El comportamiento de enmascaramiento oscurece su personalidad natural. Por ejemplo, en ciertas situaciones sociales, pueden fingir que les gustan cosas diferentes de las que realmente les gustan, solo para encajar. Fingen reír de chistes que ni les parecen divertidos.
Se menosprecian. Es posible que sientan la necesidad de autodespreciarse cada vez que están en el centro de atención. Por ejemplo, en broma puede referirse a sí mismo como un “perdedor” porque tiene miedo de que alguien más lo llame así. Pretender sentir emociones positivas en lugar de negativas es otra forma importante de enmascaramiento.
¿Cómo superar el enmascaramiento?
Uno de los principales factores para hacer frente al enmascaramiento es abogar por el cambio. Si bien la máscara de cada persona puede ser única, el deseo de vivir auténticamente y libre de juicios es universal.
Por eso, es importante aceptarse a uno mismo a pesar de ser un largo viaje. Su resultado mejora nuestra calidad de vida y el entorno en el que nos desenvolvemos. Si empezamos por abrazarnos y amarnos tal cual somos, es más fácil aceptar a otras personas.
Si las máscaras que utilizamos día a día son difíciles de sacar, es mejor acudir a un profesional que pueda ayudar a superar la propensión a enmascarar, los miedos y vivir de manera más auténtica. Y la terapia puede contribuir al descubrimiento de las causas fundamentales de la baja autoestima, tendencias perfeccionistas y comportamientos de enmascaramiento.
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